La nueva amenaza sanitaria en Yemen: un millón de niños podrían contagiarse de difteria

Médicos sin Fronteras advierte de la llegada de una grave epidemia en el país

Vacunación contra la difteria JOSÉ RAMÓN LADRA
Alicia Alamillos

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Sólo en 2017, más de 2.000 personas han muerto de cólera en Yemen , con casi un millón de contagios sospechosos en los últimos nueve meses. El hambre y la destrucción se han cebado con el país, inmerso desde hace cerca de tres años en el conflicto. Los bombardeos de la coalición saudí sobre las zonas controladas por los rebeldes hutíes y la lucha continua han destruido el pobre sistema de salud de Yemen, que se enfrenta a un enorme desabastecimiento médico: apenas quedan medicinas, vacunas o productos sanitarios. Esta tormenta perfecta promete oscurecerse aún más con una nueva amenaza sanitaria que acecha el país: la difteria.

«La difteria es una enfermedad que, si la gente está vacunada , no existe. Pero aquí ha empezado ya en el centro-sur del país con bastantes casos y estamos viendo que se está extendiendo rápidamente a otras zonas tanto del sur como del norte», explica por teléfono desde Saná a ABC la jefa de misión en Yemen de Médicos Sin Fronteras (MSF), Louisa Markering . Avisa del advenimiento de una «epidemia» en los próximos meses si no se facilita el acceso y reparto de vacunas y antibióticos para los ya contagiados.

La difteria es una enfermedad infectocontagiosa prácticamente relegada al pasado desde la introducción de la vacuna en los años 20-30. En Yemen, no se hablaba de esta enfermedad endémica desde hace 25 años, aunque el último caso documentado se remonta al 2012, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). «Es sorprendente que en 2017 haya niños muriéndose de una enfermedad antigua que es prevenible con vacunas y fácilmente tratable», ha declarado el representante en el país de esta organización internacional, Nevio Zagaria . Desde agosto se han detectad o 318 casos y 28 muertes -según las últimas cifras ofrecidas este fin de semana por MSF a este diario-, pero la OMS estima que un millón de niños están en riesgo de contagio.

Ataca especialmente a los niños y los más jóvenes, debilitados en Yemen por las extremas condiciones de pobreza, malnutrición y la bajísima cobertura de vacunación en los últimos años desde el inicio del conflicto, apunta a este diario Markering. Añade que esta epidemia está surgiendo porque los hospitales y médicos locales «se han quedando sin vacunas y sin antibióticos. Si la difteria se pilla a tiempo, con antibióticos no se muere la gente y se disminuye el contagio».

La difteria, que se contagia a través de las pequeñas gotitas de saliva que se expulsan al hablar y al toser, produce unas pseudo membranas de células muertas en la garganta que asfixian al infectado, y si la enfermedad evoluciona puede producir toxemia (envenenamiento por bacterias) y afectar otros órganos, como el corazón. Si no se ha vacunado y en brotes especialmente virulentos como el que se teme asole Yemen, «si no se pilla a tiempo existen bastantes posibilidades de que se muera la gente», advierte.

La mayoría de casos comprobados y muertes de difteria se han reportado en la provincia de Ibb, pero el brote se está extendiendo rápidamente y afecta actualmente a 13 de las 22 provincias yemeníes. «Los primeros casos sospechosos los detectamos en verano, pero en este último mes se han multiplicado los casos. En todo el país hay más de 200 presuntos casos», explica Markering. El brote actual se diferencia de otros estallidos de esta enfermedad por «su alto nivel de mortalidad y amplia propagación», ha aseverado la OMS.

Ante la amenaza de una mayor propagación de esta enfermedad entre unos niños y jóvenes ya debilitados por la hambruna generalizada y la epidemia de cólera que se cobró las vidas de más de 2.000 personas este año, organizaciones como MSF y la OMS están intentado proveer de vacunas y antibióticos a los desabastecidos hospitales, pero el parcial bloqueo saudí del aeropuerto internacional de Saná o de los puertos del oeste del país dificulta la entrada de material médico, mientras que los tres años de guerra han destruido muchas de las vías de comunicación y infraestructuras entre la capital y el resto de provincias afectadas.

«El sistema de salud en Yemen ha colapsado. No hay dinero para pagar salarios a los médicos, y el acceso para oenegés como MSF o Unicef con las vacunas y la cadena de frío es muy complicado », dice la coordinadora de MSF en Yemen.

Un primer envío de 1.000 viales de anti-toxinas llegó el pasado 27 de noviembre a Saná tras el último bloqueo de tres semanas que Arabia Saudí impuso sobre las zonas rebeldes. Se espera lograr vacunar a 300.000 niños menores de un año , aunque según la OMS es necesario vacunar a un mínimo de 3 millones de niños antes de fin de año.

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