Carlo Ratti, ingeniero del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT)
Carlo Ratti, ingeniero del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) - ÓSCAR DEL POZO

Carlo Ratti: «Compatir viajes reduce en un 80 por ciento los coches de la ciudad»

El investigador del MIT y experto en movilidad asegura que aunque la tecnología no será la solución a todos los problemas está generando una transformación sin marcha atrás en las ciudades

MADRID Actualizado: Guardar
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Carlo Ratti es arquitecto, ingeniero, inventor, profesor y un largo etcétera de logros, nacido en Turín hace 46 años. Pero todos lo presentan o piensan en él como el «genio del MIT». En el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts tiene su propio laboratorio. Pero no rodeado de tubos de ensayo, sino de ideas. A Ratti le preocupan las ciudades: la contaminación, el exceso de aparcamientos, de coches, la escasez de espacios públicos, el control de los desperdicios de basura...Por eso, ha creado el « Senseable City Lab», donde busca soluciones para hacer de las ciudades un lugar hiperconectado pero, a la vez, humano. Con motivo de su visita a España para participar en el evento de B4Motion, empresa líder en movilidad, ha hablado con ABC y ha reconocido que si bien la tecnología no será la solución a todos los problemas está generando una transformaciónsin marcha atrás en las ciudades.

¿Por qué ha creado el «Senseable City Lab»? ¿Qué se hace allí?

Internet está cambiando nuestras vidas en los últimos 20 años. Pero ahora, ha pasado a ser el «Internet de las cosas», es decir, está entrando en el espacio que vivimos, está cambiando las ciudades. Es algo que la mayoría llama «Smart cities» (ciudades inteligentes), pero nosotros preferimos usar el término «senseable», porque tiene una dimensión humana. «Senseable», en inglés tiene dos significados y nos quedamos con el que alude a ciudades sensibles. Desde Uber, HubCub, Airbnb, todas estas cosas son parte del «Internet de las cosas» y está cambiando las ciudades.

¿Cuáles son las cosas más relevantes que la tecnología puede cambiar en las ciudades?

La primera es el desperdicio (su laboratorio del MIT tiene dos proyectos: « Trash Track», en el que se rastreaba, gracias a etiquetas, el camino que seguía la basura por todo el mundo y otro más reciente, «Monitour», sobre desperdicio de aparatos electrónicos.

Otro cambio es es el relacionado con la movilidad. Sobre todo el generado por los coches autónomos. Ya son una realidad y están desdibujando la línea que separa lo que entendemos por transporte público y privado. «Tu» coche puede llevarte a tu lugar de trabajo, y luego, a algún miembro de tu familia a otro destino sin necesidad de estar detenido, por ende, sin necesidad de aparcamientos. Tenemos estudios en el MIT sobre coches compartidos que demuestran que sería posible llevar a los pasajeros a sus destinos con un 80 por ciento menos de coches de los que hay actualmente.

La tecnología no parece haber resuelto los grandes problemas. Las ciudades siguen sufriendo preocupantes niveles de contaminación, se colapsan con los temporales de lluvia o nieve, ¿se está produciendo un verdadero cambio?

La ciudad es una concentración de gente y es normal que a veces haya caos. Pero el «Internet de las cosas » tampoco va a resolverlo todo, de hecho, genera algunos problemas. Por ejemplo, la seguridad. Un virus en tu ordenador es un problema pero, ¿si ese virus entrara en tu coche?.

Sin embargo, hay muchas cosas positivas. Por ejemplo, el caso de Airbnb (plataforma de alquiler de casas privadas, como alternativa al hotel). Si se tuviera que crear una nueva cadena de hoteles con la capacidad que aporta Airbnb habría mucho gasto de dinero, de energía, etc. Airbnb es un ejemplo de los beneficios del «Internet de las cosas» porque permite espacios más limpios, es bueno para la gente, para los turistas. Los coches autónomos, por ejemplo, podrían hacer desaparecer los aparcamientos. En muchas ciudades se deriva espacio para estos sitios que quedan inutilizados la mayor parte del día y que podrían usarse para otras cosas como parques, espacios públicos, etc.

¿Qué es lo más cercano hoy a una ciudad «sensible»?

Una ciudad ideal sería una combinación de muchas cosas que tienen varias ciudades. Singapur tiene cosas muy interesantes en términos de movilidad, Copenhague o Boston en términos de participación ciudadana. Sería un collage…

¿Cuál es el proyecto del que se siente más orgulloso?

Probablemente la « Copenhaguen Wheel», proyecto que transforma cualquier bicicleta convencional en una eléctrica solo reemplazando la rueda trasera. Una vez sustituida, sólo necesita ser conectada a un smartphone.

¿Se dan siempre los resultados esperados? El proyecto que hizo para la Expo de Zaragoza de 2008 terminó con niños jugando en el agua aunque no había sido la idea inicial. (El «Pabellón digital de agua» fue un edificio hecho de agua, con cortinas acuáticas móviles que, con ayuda de sensores, se abrían momentáneamente e interrumpían el flujo para que la gente pudiera entrar.

Me ha parecido muy bien que los niños lo usaran para jugar. Esto pasa mucho en arquitectura, siempre pensamos cómo se usarán nuestros diseños y la realidad es siempre impredecible.

El proyecto tenía como tema el agua y planteamos que con la tecnología se podía controlar el agua de una forma que no se había hecho nunca. En muchas ciudades, el 50 por ciento del agua, antes de entrar en tu casa, se pierde de diferentes modos.

En Madrid se activó recientemente un protocolo de contaminación para bajar los niveles de dióxido de nitrógeno que obligaron a los conductores a bajar la velocidad, impedir la circulación a los coches con matrícular par, ¿qué opina de estas medidas?

Como medida urgente, me parece bien. Tienes condiciones meteorológicas adversas, no llueve, no hay viento, hay mucha contaminación y hay que resolverlo. Pero siempre hay que pensar en el futuro y eso implica dos cosas: más coches autónomos, eléctricos y viajes compartidos .

Las opciones de coches compartidos se topan con problemas legales, los taxistas también se quejan...

El Gobierno tiene que arreglar esos problemas legales, mejorar la legislación y mediar. Los taxis desaparecerán sin dudas. La tecnología destruirá muchos sectores y hay que pensar en una transición, que la gente perderá sus trabajos. Pero finalmente, tienen que producirse los cambios y sobre todo, un cambio en la mentalidad de la gente.

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