MEDICINA REGENERATIVA

Confirmado: las células madre pueden usarse de forma segura en medicina regenerativa

Cuando son transferidas en la fase embrionaria adecuada contribuyen correctamente al desarrollo de los tejidos y no forman tumores

MADRID Actualizado: Guardar
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Las células madre pluripotentes son aquellas que, aún no diferenciadas, pueden llegar a convertirse en células de cualquier tejido del organismo. Unas células, por tanto, que pueden jugar un papel fundamental en la medicina regenerativa, muy especialmente en aquellas enfermedades que afectan a los órganos con una menor capacidad de regeneración: corazón, cerebro y páncreas. Y unas células que, como muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), se desarrollan de una manera normal una vez son transferidas a un embrión. También en el caso de los seres humanos, lo que podría conllevar implicaciones muy notables en el campo de la medicina regenerativa.

Concretamente, el nuevo estudio muestra que, siempre y cuando sean trasplantadas correctamente, las células madre son completamente seguras.

Una evidencia, por tanto, que echa por tierra la teoría según la cual las células madre podrían no incorporarse adecuadamente en el organismo, lo que conllevaría a que proliferaran y se distribuyeran de manera anómala causando tumores.

Como destaca el profesor Roger Pedersen, co-autor de esta investigación publicada en la revista «Cell Stem Cell», «nuestros resultados ofrecen una evidencia consistente que sugiere que las células madre humanas se desarrollarán de una forma normal y, lo que es más importante, segura. Esta puede ser la noticia que estaban esperando los especialistas en medicina regenerativa».

Embriones, pero de ratón

La mejor vía para estudiar cómo las células madre actúan en el organismo es trasplantarlas en un embrión y ver cómo se desarrollan. Un procedimiento, lógicamente, que desde un punto de vista ético no puede realizarse en humanos, razón por la que los científicos utilizan embriones de ratón. Así, la forma más idónea de llevar a cabo el procedimiento es la diseñada por investigadores de la propia Universidad de Cambridge en los años 80: las células madre se introducen en un blastocito –esto es, una célula aún no diferenciada del blastómero o fase inicial del embrión– de ratón y se observa cómo contribuyen al desarrollo de distintos tejidos del animal.

Y en este contexto, recuerda el profesor Pedersen, «las células madre constituyen una gran promesa en el tratamiento de patologías como la insuficiencia cardiaca o la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, hasta ahora no habíamos podido determinar lo seguras y efectivas que serán».

Las células madre constituyen una gran promesa en el tratamiento de patologías como la insuficiencia cardiaca o la enfermedad de Parkinson
Roger Pedersen

No en vano, todos los estudios que se han llevado a cabo para incluir células madre pluripotentes humanas en embriones de ratones han fracasado. Y es que no ha sido hasta este estudio cuando se ha identificado la fase embrionaria en la que debían trasplantarse las células madre. Como apuntan los autores, «las células necesitan ser trasplantadas en el embrión del ratón durante la gastrulación, esto es, en una fase más tardía del desarrollo embrionario de la que pensábamos. Y una vez trasplantadas en el momento correcto, las células madre crecen y proliferan correctamente y se distribuyen entre los distintos tejidos».

Reponer los tejidos dañados

En palabras de la profesora Victoria Mascetti, directora de la investigación, «saber que las células madre humanas se integran y desarrollan normalmente en el embrión de ratón nos permitirá estudiar diversos aspectos del desarrollo humano que antes nos resultaban inaccesibles».

Un hallazgo, en definitiva, con múltiples –y muy beneficiosas– aplicaciones en medicina regenerativa. Como concluye el profesor Jeremy Pearson, de la Fundación Británica del Corazón –institución responsable de la financiación de este estudio–, «estos resultados refuerzan la idea de que las células madre pluripotentes de un tejido adulto son adecuadas para su utilización en la medicina regenerativa, por ejemplo para reparar el daño en el músculo cardiaco tras un infarto de miocardio».

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