Rana pirenaica
Rana pirenaica - MNCN
4 DE OCTUBRE

Celebra el Día Mundial de los Animales

Los silvestres necesitan que se conserven y protejan sus hábitats y los domésticos, que se asegure su bienestar

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«El ser humano puede marcar la diferencia». Y «los medios de comunicación pueden ayudar a difundir las mejores acciones». Son mensajes familiares: las organizaciones dedicadas a la conservación del medio ambiente y la naturaleza, por ejemplo, suelen elegirlos para motivar a los ciudadanos en fechas como el cuatro de octubre: Día Mundial de los Animales. Ayuntamientos, empresas y ONGs realizan desde hace años actividades para concienciar sobre la importancia de proteger a determinadas especies faunísticas y sus hábitats.

En junio varias plataformas animalistas se unieron para pedir el final del conocido como «Festival de la carne de perro» de Yulin, una ciudad de la provincia china de Guangxi (sur del país, en la frontera con Vietnam) que recibe el solsticio de verano sacrificando 10.000 canes.

«Si uno pasea por el zoco se pueden ver intestinos y carcasas de perros y gatos. Y a los trabajadores, llenos de sangre, lustrando estos pellejos para vendérselos a los restaurantes. Incluso hay perros todavía vivos en las jaulas que parecen exhaustos, raquíticos y sucios», explicaba un activista de Humane Society International (HSI) por aquel entonces. Su petición, expresada a través de la plataforma Change.org, ya ha recibido el apoyo de más de un millón y medio de personas. Precisamente, la insistencia de organizaciones como HSI han conseguido que los responsables del templo erigido en honor a la diosa Gadhimai (ubicado en Bariyarpur, en el distrito Bara, al sur de Nepal) anunciaran en julio la prohibición del que se considera «el mayor sacrificio religioso de animales del mundo». «Ha llegado el momento de transformar una vieja tradición; de sustituir la matanza y la violencia con el culto y la conmemoración pacífica», manifestó uno de los monjes.

Guardabosques

Por desgracia, podemos encontrar especies de animales al borde de la extinción en cualquier parte del planeta. Por ello, los científicos del Centro para la Excelencia de las Decisiones Medioambientales (Oceanía) han desarrollado un programa informático que determina cuáles convendría salvar en caso de que solo se dispusiera de una determinada cantidad de dinero. México, por ejemplo, ha destinado una partida de fondos para compensar a los pescadores que faenan en el Alto Golfo de California, aguas que albergan a la vaquita, el cetáceo que más peligro corre: se estima que sobreviven en libertad un centenar de ejemplares. Durante los próximos dos años la pesca de enmalle no se permitirá en la zona. Sudáfrica, por su parte, está centrando sus esfuerzos, sobre todo, en combatir el furtivismo. En 2014 se batió una cifra récord de rinocerontes abatidos por sus cuernos. Solo queda un ejemplar macho (y cuatro hembras) de rinoceronte blanco del norte. Aunque se llama «Sudán», éste vive en una reserva natural privada de Kenia. Y permanece vigilado las 24 horas por un grupo de rangers pertrechados de avionetas, GPS y perros adiestrados. Mil guardabosques han fallecido asesinados durante la última década por ejercer su trabajo: custodiar nuestros «tesoros» naturales. Ellos, por supuesto, también tienen su Día, el 31 de julio.

España, el país más biodiverso de Europa, también ofrece un amplio catálogo de especies de animales emblemáticas, algunas de las cuales han visto reforzadas sus iniciativas de conservación a nivel nacional con la herramienta Life+, cofinanciada por la Comisión Europea. Águila imperial, quebrantahuesos, lince ibérico, urogallo cantábrico, oso pardo… Seguro que puedes configurar una lista más extensa con nada que te pares a pensar en los vertebrados. Curiosamente, los invertebrados constituyen el mayor grupo de endemismos en la península. Sin embargo, sentimos más empatía por los primeros. Y dentro de éstos, pese a que la afición ornitológica en España es reciente, parece que las aves reúnen a un grupo de simpatizantes mayor que el de amantes de los anfibios, por ejemplo. Las aves migratorias se han convertido en las «centinelas del cambio climático» porque sus largos viajes se están acortando y muchas de las que hacían travesías más cortas se han vuelto, incluso, sedentarias. No obstante, la clase animal que peor lo está pasando es la de los mentados anfibios, dada la sensibilidad de su piel, que los convierte en perfectos bioindicadores de la salud de los ecosistemas que habitan, en especial de la calidad de las aguas que los cobijan. Los sapos pueden saltar de charca en charca, pero el renacuajo no. Los anfibios pasan como adultos la mayor parte de su tiempo en el medio terrestre, pero siempre regresan a las masas de agua dulce en buen estado. Si no dan con ellas para realizar su puesta, pueden desaparecer del ecosistema, explica David Vieites, del Museo Nacional de Ciencias Naturales. La rana pirenaica (Rana pyrenaica), que se distribuye en la vertiente sur del Pirineo central y occidental, desde el valle de Irati en Navarra hasta el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido en Aragón, se ha desvanecido de 30 localidades históricas, confirma el investigador del CSIC, tal y como ha documentado un equipo de profesionales del que forma parte desde 2010-2015. «La baja diversidad genética y la baja densidad poblacional, así como la presencia de un patógeno letal para anfibios como es el quítrido, son argumentos de peso para considerar la reproducción en cautividad de la especie a fin de asegurar su supervivencia futura», sentencia Vieites.

En cambio, el número de cotorras en ciudades como Madrid va en aumento, aún tratándose de una especie exótica que invade nichos de reproducción y alimentación que hasta ahora ocupaban los taxones autóctonos. Existe una brecha muy grande entre los residentes del medio rural y urbano, reconoce Vieites. De sus palabras se infiere que si se les preguntara a los niños de hoy o a los adultos de dentro de dos décadas si las cotorras son tan de aquí como los gorriones responderían que sí sin dudarlo. Las campañas de sensibilización y los talleres de educación ambiental podrían mitigarla.

Resulta complicado toparse con un saltamontes en la ciudad. Un invertebrado de esos que no resultan tan atractivos como los pájaros de llamativos colores. Al saltamontes Kurtharzia sulcata, sin ir más lejos, cada vez resulta más complicado observarlo por las pocas localidades del sur de la provincia de Albacete que suponen su área natural.

Que suba la temperatura es malo y preocupante, pero que desaparezca el bosque es aún peor, comenta Vieites, en relación al cambio climático y los cambios en los usos del suelo. Si no existieran las masas forestales el bisonte europeo no encontraría un lugar idóneo para refugiarse cuando no se está alimentando, literalmente, de madera. La especie ha retornado a la península 10.000 años después de la mano de la iniciativa privada con proyectos de reintroducción en Castilla y León, Asturias y Cataluña. Y es el gran herbívoro que España necesita para no arder, subraya Fernando Morán, miembro del Grupo de Especialistas en Bisonte de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

«El ser humano puede marcar la diferencia». Y los medios de comunicación, como ABC, siempre ayudamos a difundir las mejores acciones. ¡Feliz Día de los Animales!

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