Gran Sala del Tribunal de Justicia de la Unión Europea
Gran Sala del Tribunal de Justicia de la Unión Europea - CJEU

La Justicia europea limita el papel de la Comisión en comercio

Bruselas necesitará que todos los países ratifiquen los tratados comerciales

Corresponsal en Bruselas Actualizado: Guardar
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La Unión Europea no puede ratificar por sí sola los acuerdos de libre comercio de nueva generación que incluyen clausulas más amplias como la protección de inversiones y arbitrajes entre inversores y Estados, porque afectan también a las competencias de los Estados miembros. Esa es la opinión del Tribunal de Justicia de la Unión al que el propio Ejecutivo de Juncker le había sometido la pregunta de si el nuevo tratado con la ciudad-Estado de Singapur es de competencia comunitaria exclusiva o si se trata de un documento «mixto» que necesita la ratificación de todos los países.

El dictamen evoca lo que sucedió con el tratado firmado recientemente con Canadá, conocido como CETA, que fue declarado como mixto por la Comisión y por ello acabó siendo bloqueado parcialmente por el voto de un parlamento regional belga, que según las reglas de este país debe dar su visto bueno.

Sin embargo, la eurodiputada socialista Inmaculada Rodríguez-Piñeiro, miembro de la Comisión de Comercio Exterior, considera que el dictamen «es mejor de lo que se temía porque clarifica perfectamente cuáles son las áreas de competencia comunitaria exclusiva, incluyendo transportes y servicios financieros, que muchos pensaban que podían quedar fuera».

Lo que el tribunal considera que no se puede pactar sin la opinión de los países es el nuevo mecanismo de resolución de conflictos entre Estados e inversores privados, que es en realidad la principal novedad de estos acuerdos de nueva generación. La UE ha introducido gracias a las presiones del Parlamento Europeo un sistema de arbitraje que excluye los tribunales privados y que podría acabar en la creación de una nueva instancia internacional especializada.

Negociar

La propia Comisión Europea ha restado importancia a esta sentencia y se ha limitado a recordar que han sido sus servicios jurídicos los que han pedido a los jueces una opinión fundada para evitar conflictos posteriores. Su prtavoz principal, Margaritis Schinas, dijo que el ejecutivo comunitario «acoge favorablemente la decisión de los jueces, que pone el centro de gravedad de estos tratados en su carácter misto, por lo que deberemos discutir con calma con los Estados miembros y con el Parlamento sus consecuencias» y las posibilidades de cambiar el entorno jurídico de los tratados.

Actualmente hay varios de estos acuerdos de nueva generación en plena discusión. El más importante es con Estados Unidos ( conocido como TTIP), que en este caso además depende de la buena voluntad de la nueva administración Trump. Otros que se negocian a buen ritmo son los que pretenden asociar a la UE con Japón, México o Indonesia. Según la sentencia conocida ayer, todos estos tratados pasan a ser mixtos, con independencia de su estado actual y la parte de protección de inversiones deberá ser ratificada también por los países miembros.

El inicio de este debate está en el dictamen del Tribunal Constitucional Alemán sobre el CETA, que consideraba que invadía competencias nacionales y que fue lo que aconsejó a la Comisión a declararlo en su día como un tratado «mixto».

También el Partido Popular Europeo ha considerado bueno que se hayan clarificado las líneas jurídicas de este nuevo modelo de tratados comerciales cuya dimensión se ajusta más a las nuevas características del comercio mundial.

A partir de ahora probablemente se necesitarán ratificaciones dobles, pero separadas, es decir que un país podría intentar bloquear el proceso pero solo parcialmente. El grueso del tratado entraría en vigor con el voto del Parlamento Europeo y solo la parte del arbitraje necesitaría el de todos los legislativos nacionales. En el caso del CETA el acuerdo con Canadá solo dependía de la ratificación del Parlamento Europeo y de las dos cámaras del legislativo canadiense.

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