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Los líderes europeos y de EE.UU. reunidos este viernes en la Cancillería alemana, en Berlín - Reuters

Los grandes de la UE y Obama mantendrán las sanciones a Rusia

España, Francia, Reino Unido, Italia y Alemania quieren reforzar los lazos con EE.UU

Corresponsal en Berlín Actualizado: Guardar
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Merkel se sirvió ayer del G-5 (España, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido) para escenificar la Europa de la era Trump. «Allí donde un país solo no puede, juntos somos muy fuertes», dijo, dando paso a un esquema en el que, con el pleno acuerdo de Obama, la UE hace votos por fortalecer el vínculo transatlántico también con el próximo el presidente de EE.UU.

Rusia: Occidente no se mueve

Sin Trump o con Trump, las sanciones a Rusia seguirán en pie hasta que se cumpla el acuerdo de Minsk sobre el conflicto de Ucrania. Con ese compromiso cerrado, el grupo muestra continuidad en la respuesta occidental a Moscú basado en la necesidad de elecciones libres y justas en las regiones ocupadas de Donetsk y Lugansk y en las sanciones.

En tono de reproche, la canciller Merkel recordó a Putin que «la seguridad no ha mejorado a lo largo de las últimas semanas: seguiremos trabajando y tomando decisiones cuando sea oportuno, pero tal y como se presenta ahora la situación, no hay progresos suficientes en el proceso de Minsk».

Inmigración: España como modelo

En materia de refugiados, Merkel se ha rendido y ya no trata de promover la política de cuotas que tantas reticencias ha despertado. Para plantear un nuevo enfoque, la canciller alemana pidió a Mariano Rajoy que introdujese el debate sobre inmigración desde la amplia experiencia de España con países de África Occidental como modo de modelo a seguir.

El presidente español defendió ante el resto del grupo la necesidad de apoyar a África, luchando contra la inmigración ilegal y el tráfico de personas mediante la mejora de las condiciones en los países de origen y evitar así las causas que llevan en masa a huir a Europa. Se trata, dijo, de «mitigar realidades que provocan cientos de miles de desplazamientos no deseados por parte de quienes los protagonizan y que van a la búsqueda de refugio, llegando a entendimientos con los gobiernos locales y estableciendo cauces legales de inmigración».

Brexit: May apuesta por el G-5

En este apartado, el grupo estaba sobre todo interesado en escuchar a la primera ministra Theresa May, que prometió un proceso «sin dificultades» a partir de finales de marzo y subrayó que la salida de la UE por parte de Reino Unido no significará un distanciamiento en política exterior. «Siempre hemos cooperado con Alemania y lo seguiremos haciendo, cuando dejemos la UE, entre otras fórmulas, con grupos como este», dijo reivindicando su presencia en las futuras reuniones del G-5. Merkel, por su parte, considera ya articulado el equilibrio de los grandes europeos en la época postBrexit, en el que otorga a España un lugar destacado «por su europeísmo» y «gracias a su estabilidad».

Siria: crisis humanitaria

En el encuentro ha quedado expuesta una honda preocupación común por la crisis humanitaria, especialmente en Alepo, y de ahí que reiteraran la necesidad de un alto el fuego duradero que asegure el acceso de ayuda sin restricciones, así como la vuelta a las negociaciones en torno a un acuerdo auspiciado por Naciones Unidas.

Los progresos de la ofensiva sobre Mosul, en Irak, fueron también objeto de análisis, y Rajoy dijo que hay que estar preparados para el escenario del postconflicto, es decir para la estabilización y reconstrucción que permita el retorno seguro de los desplazados internos. Así quedó introducido el acuerdo de más esfuerzos en defensa, seguridad y desarrollo. «La seguridad», justificó Rajoy, «es una demanda muy razonable para todos los ciudadanos».

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