Hillary Clinton rehúye el encuentro con Peña Nieto en Nueva York

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, intenta sin éxito enderezar su imagen, deteriorada desde que recibiera al controvertido candidato republicano, Donald Trump, considerado enemigo número uno para un sector de la población por sus insultos a los inmigrantes. La lluvia de críticas recibidas entonces desde todos los sectores y el notable malestar que su encuentro con el magnate provocó en Hillary Clinton y su entorno, ha llevado al mandatario a buscar una entrevista con la candidata demócrata.

Fuentes diplomáticas aseguraron a ABC que su ofensiva para lograr la cita se había centrado en Nueva York, coincidiendo con la Asamblea General de Naciones Unidas, que por reunir a jefes de Gobierno y de Estado, acostumbra a ser el foro ideal.

De acuerdo con esas fuentes, los dos días de viaje a la Gran Manzana que emprendió Peña Nieto tenían en la entrevista con Clinton uno de los objetivos primordiales. Sin embargo, la exsecretaria de Estado, que ya había declinado su invitación a acudir a México tras la inesperada presencia de su rival junto al presidente del país, ha vuelto a rehuir el encuentro.

No así con los presidentes de Egipto y de Ucrania, Abdel Fattah al Sisi y Petro Poroshenko, a quienes Clinton reservó una cita, además de al primer ministro de Japón, Shinzo Abe. El director de medios hispanos de la campaña de la candidata demócrata, Jorge Silva, dijo ayer no descartar que la reunión tenga lugar en el futuro, y que tampoco Clinton la ha rechazado. Pero la realidad es que durante un foro en el que la exsecretaria de Estado, por su experiencia pasada en el cargo, ha demostrado su capacidad para poder seleccionar a los líderes mundiales que más le interesaban, volvió a renunciar al encuentro con el presidente de México, tras el contacto intenso que han mantenido las delegaciones de Peña Nieto y Clinton, como también confirmó Silva.

No hay relación estrecha

Desde que accediera al cargo en diciembre de 2012, el actual presidente de México no ha destacado por una estrecha relación con Estados Unidos, al menos formalmente. Las mismas fuentes diplomáticas recuerdan que hasta la fecha de hoy, es el único presidente que no ha sido recibido por el máximo dirigente del vecino del norte en visita de Estado.

Entre las bambalinas de la Asamblea de la ONU no sólo se ha movido Clinton. La presencia de Trump ha generado una suerte de enfrentamiento, con el debate de fondo sobre la capacidad del millonario para ser comandante en jefe. Como su rival, el magnate se reunió con el presidente egipcio. Es el segundo líder mundial con el que se entrevista, después de Peña Nieto.

Trump se hace valer

La homologación que busca Trump en la esfera internacional, en este caso con uno de los primeros países árabes, ha intentado ser desmontada por Clinton, quien a su vez procuró que de su cita con el autoritario Al Sisi no saliera una imagen de cambio de postura estadounidense: "Egipto tiene que progresar en materia de derechos humanos", advirtió. Sus encuentros con el ucraniano Poroshenko y el japonés Abe eran una forma de marcar distancias con Trump, más cercano al presidente ruso Putin y convencido de que Japón, como otros países, debe pagar por la ayuda estadounidense.