El candidato republicano, Donald Trump, este sábado en un acto de campaña en Texas
El candidato republicano, Donald Trump, este sábado en un acto de campaña en Texas - REUTERS

Trump revertirá la apertura hacia Cuba «si no hay libertad»

El candidato vuelve a ironizar con el uso de la violencia contra Hillary Clinton

CORRESPONSAL EN NUEVA YORK Actualizado: Guardar
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En un nuevo cambio de rumbo de su discurso político, Donald Trump anunció el viernes por la noche que revertiría el proceso de apertura a Cuba por parte de EE.UU. a no ser que se establezcan libertades políticas y religiosas en la isla. Lo dijo en Miami, el epicentro de la comunidad cubana en Florida -un estado clave en las elecciones del próximo 8 de noviembre-, y donde predomina una oposición férrea al régimen de los Castro y muchas dudas sobre las bondades de la normalización diplomática entre ambos países.

«Todas esas concesiones que Barack Obama ha dado al régimen de los Castro fueran hechas a través de órdenes ejecutivas, lo que significa que el siguiente presidente puede revertirlas, y eso es lo que voy a hacer a menos que el régimen de los Castro escuche nuestras demandas», dijo en un mitin en el James L.

Knight Center.

«Esas demandas incluirán la libertad religiosa y política para el pueblo de Cuba», explicó y añadió una exigencia más que no tenía en el discurso preparado, «la liberación de presos políticos».

Las propuestas de Trump contrastan con una mayor laxitud mostrada hasta ahora sobre la normalización de relaciones con Cuba. En septiembre del año pasado, cuando las primarias republicanas no habían llegado a su ecuador, Trump aseguraba que la apertura a Cuba no le parecía mal.

«El concepto de la apertura a Cuba -cincuenta años es suficiente- está bien», decía, aunque puntualizaba que «deberíamos haber conseguido un acuerdo más beneficioso». En aquella época, su posición era muy diferente de la del resto de contrincantes republicanos en las primarias. Todos ellos se oponían con fuerza a restablecer relaciones y negocios con la isla. En marzo del año pasado aseguró que no rechazaría abrir un hotel en Cuba: «Quizá no funcione, pero lo cierto es que Cuba tiene un potencial claro».

Encuestas favorables

El cambio de tono de Trump quizá tenga que ver con la necesidad de reforzar su posición en Florida, uno de los «estados bisagra» de las elecciones y que el republicano necesita ganar para tener alguna opción de llegar a la Casa Blanca. El acumulado de encuestas de‘RealClearPolitics muestra que Trump le ha dado la vuelta a la tortilla en este estado y después de estar casi toda la carrera electoral lejos de Clinton, ahora se sitúa con una ventaja de casi un punto.

Con la polémica sobre el lugar de nacimiento de Barack Obama todavía caliente, Trump volvió a meterse en el barro con una insinuación sobre violencia contra Hillary Clinton. «Creo que sus guardaespaldas deberían tirar todas sus armas. Creo que habría que desarmarlos, inmediatamente», dijo en el mismo mitin, hablando fuera del guión. Esta es una referencia que ya ha hecho Trump en anteriores ocasiones: si Clinton está a favor de limitar el acceso de armas, que empiece a hacerlo con su propia seguridad. Pero en esta ocasión añadió un comentario que sonaba amenazante: «Ya veremos qué le pasa a ella», dijo ante la posibilidad de que su seguridad no fuera armada, «sería muy peligroso».

Hay un antecedente de principios de agosto, cuando animó a los defensores del derecho a portar armas a levantarse contra Clinton si llega a la presidencia, ya que elegiría jueces del Tribunal Supremo que acabarían por imponer límites a ese derecho. «Si tiene la posibilidad de elegir jueces, no hay nada que hacer, amigos», dijo, aunque rectificó con una insinuación desafortunada: «Aunque quizá sí que hay algo que la gente de la Segunda Enmienda [los defensores del acceso a las armas] puede hacer, no sé».

Poco después de las declaraciones de este viernes, Clinton aseguró que su rival incurre en «un patrón para incitar a la violencia».

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