El Ejército venezolano persigue al líder de la asonada y a sus cómplices

Maduro afirma que la situación está bajo control, pero los sublevados aseguran que la rebelión continúa y se extiende a otros cuarteles del país

Autoridades venezolanas sobrevuelan en helicóptero durante una manifestación de apoyo este domingo a un grupo de militares que se sublevó contra el Gobierno de Nicolás Maduro, en Valencia (Venezuela) EFE
Ludmila Vinogradoff

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El Gobierno de Nicolás Maduro desplegó este lunes todos sus medios para «cazar» a Juan Caguaripano , líder de la intentona golpista perpetrada el domingo en una base militar de Valencia, y a nueve de sus cómplices, huidos y en paradero desconocido. De la veintena de asaltantes, al menos dos perdieron la vida y varios resultaron heridos y detenidos, según las versiones del propio Maduro y de los sublevados. Sin embargo, un día después de la asonada, las dudas y la confusión aún no se han despejado .

El presidente Maduro declaró que la situación está bajo control, pero los sublevados manifestaron que continúa el levantamiento y, es más, que otros cuarteles podrían haberse sumado a la rebelión militar.

En medio de una fuerte censura sobre los medios de comunicación, Maduro insistió en que el levantamiento ha sido sofocado, pero el ruido de sables aún se escucha en lo cuarteles. A través de las redes sociales, el capitán Juan Caguaripano Scott, comandante de la «Operación David», como denominó el levantamiento en Fuerte Paramacay (Valencia), informó de que la insurrección proseguía en varios cuarteles del Ejército.

«Sigue la Operación David en Marcha, necesitamos el apoyo de toda la resistencia», escribió en su cuenta de Twitter. Caguaripano añadió: «Debemos ejercer presión en todas las bases militares de todo el territorio nacional, que empuñen sus armar a favor del pueblo que juraron defender». El oficial rebelde se refirió además al robo de armas en al menos cuatro cuarteles : «Hemos sustraído todo el parque de armas del Fuerte Paramacay, de igual forma se sustrajeron armas en el Cuartel en Cojedes, en Carora (Lara) y Táchira ».

Fuerte Paramacay tiene el mayor arsenal de blindados del Ejército. Vecinos de Naganagua, donde se halla el fuerte, comentaron en mensajes de audio divulgados por las redes sociales que los rebeldes estuvieron apoyados por cuatro helicópteros que transportaban fusiles, granadas lanzacohetes y otras armas. En uno de esos helicópteros huyó el capitán Caguaripano con parte de los sublevados y alijos de armas.

Agentes del Sebin (policía secreta), la Guardia Nacional y del Cuerpo de Investigaciones Criminalísticas (Cicpc) realizaro n patrullas de búsqueda en la glorieta Guaparo, la avenida Universidad y la carretera que conduce hacia San Juan de los Moros (estado Guárico, centro de Venezuela).

En las redes sociales circularon informaciones que señalaban que la Unidad de Cazadores de Maturín (estado Monagas) también se habría sumado a la rebelión. En Furrial (Monagas) nació el número dos del régimen chavista, Diosdado Cabello . El cuartel de La Guaira, litoral de Caracas, también se habría sublevado, según declaraciones aparecidas en la web. Si se confirma esta información que no ha sido verificada de forma independiente, bien podría afirmarse que la rebelión ha comenzado a calar entre los militares.

En Caracas, llamaba la atención este lunes el escaso número de uniformados en los bloqueos de las principales entradas a la ciudad. La mayoría de los que revisaban los vehículos iban vestidos de civil y con un arma en la cintura. Los soldados no se dejaban ver.

El presidente, Nicolás Maduro, calificó por su parte de «aventura» la sublevación de los supuestos «terroristas». Sin embargo, el jefe de los rebeldes declaró que la «unión cívico militar cuenta con el apoyo de la FAN (Fuerza Armada Nacional), del Cicpc (Cuerpo de Investigación Criminalística y Criminal) y de la rebelión civil. Con un sólo objetivo claro: apartar a los paramilitares y su cúpula corrupta».

Control en Fuerte Tiuna

El presidente venezolano ordenó el cierre parcial de las entradas de Caracas y prohibió el acceso a Fuerte Tiuna, sede del Ministerio de Defensa, así como a la zona donde reside el presidente y parte de Gobierno, bajo la protección de la cúpula militar. Maduro destacó que el domingo se produjo un «ataque terrorista» contra la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, que reaccionó de forma «unida y leal». A su juicio fue una operación organizada «desde Miami y Colombia» , y que contó con la participación de la periodista venezolana Patricia Poleo.

El presidente ordenó reforzar todas las unidades militares y pidió la máxima pena para los participantes en el asalto. «Quien haga armas contra la República tendrá una respuesta contundente», resaltó. El mandatario precisó, por último, que fue un levantamiento organizado por civiles y no militares, que estarían todos de su parte. «Los siete civiles fueron traídos del Zulia, Yaracuy, Caracas. No es personal militar , les pagaron para traerlos a esta aventura», aseguró Maduro.

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