Richard Gere y su novia española, sin boda a la vista

La presentación del espectacular desfile que la firma de joyas Aristocrazy organizó en una estación de metro de Chamartín se convirtió en una ocasión perfecta para que la novia española del actor Richard Gere, la gallega Alejandra Silva, reapareciera en sociedad dispuesta a disfrutar de la velada y confesar ya sí abiertamente su amor por el galan de Hollywood y sus planes para el futuro.

Para el recuerdo han quedado ya los miedos o dudas de los primeros meses cuando Silva apenas podía pronunciar el nombre de su pareja metida en un divorcio contencioso con su ex marido y preocupada por la estabilidad de su hijo de tres años. Superados esos trámites y con el divorcio en regla hoy ya nada impide que Alejandra hable de amor y felicidad aunque niegue planes de boda de manera inmediata ya que ambos han salido de dos rupturas y esos procesos requieren su posterior duelo para aligerar mochilas y disfrutar de la nueva relación.

Alejandra no se perdió la cena que se celebró después en el restaurante Amazónico, uno de los fenómenos gastronómicos de los últimos meses, donde conseguir mesa es casi tan complicado como lograr que Alba Carrillo permanezca un programa entero sin salir del plató. Con una decoración espectacular y una cocina fusión caribe japonés los invitados disfrutaron de la noche y el exotismo de unos platos donde la piña es ingrediente fundamental especialmente en postres. Los Ketama o la hermana de Fernando Verdasco también se sumaron a la fiesta.

En cuanto a sus planes mas inmediatos a Alejandra Silva la veremos en breve paseando por el Festival de Cine de San Sebastián donde Gere va a llevar su película «Invisibles» para que siga girando por el mundo con el fin de conseguir fondos y colaborar con las diferentes ONG'S que participa. En la capital donostiarra la pareja coincidirá con otros asistentes ilustres como son las actrices Sigourney Weaver y Monica Bellucci a las que los fans que ya hacen cola por el Kursaal esperan con autentico fervor. No en vano el último desnudo de la Bellucci hace verdad aquello de que se puede mejorar con los años y mucho.