José María Ruiz Mateos
José María Ruiz Mateos - Bernardo Rodríguez

Ningún Ruiz Mateos en la exhumación del fundador del clan

Patricia Montes de Oca asegura ser madre de una hija fruto de una relación con el empresario en la década de los 90

Madrid Actualizado: Guardar
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Lucharon durante dos años para impedirlo, pero finalmente la peor pesadilla de la familia del fallecido José María Ruiz Mateos terminó cumpliéndose. Los restos del empresario fueron exhumados ayer para realizar una prueba de paternidad mediante el cotejo de su ADN con el de Adela Montes de Oca, quien dice ser su hija. «Una situación que se podría haber evitado si alguno de sus descendientes hubiera accedido a someterse a una prueba ADN», explica Teresa Bueyes, abogada de Adela, a este periódico.

Ruiz Mateos había sido citado en tres ocasiones para la extracción de muestras y en ninguna de ellas se presentó. El empresario murió poco después de la celebración de la última vista y el juez ordenó impedir su incineración hasta que no terminase el procedimiento.

El coche fúnebre trasladando los restos del empresario
El coche fúnebre trasladando los restos del empresario - UJS

Los restos del empresario fueron trasladados desde el columbario de la iglesia Nuestra Señora de la O de Rota, en Cádiz, hasta el cementerio municipal, donde dos médicos forenses extrajeron cuatro molares y restos del fémur del fallecido para enviarlas al Instituto Nacional de Toxicología y analizarlos. Nadie de su familia estuvo presente en el desenterramiento. «Es una victoria agridulce», asegura Patricia Montes de Oca, madre de Adela, en conversación telefónica con ABC. «Mi hija tiene derecho a conocer su verdad. Hasta la muerte de José María no hice nada, porque le quería mucho y no deseaba arruinarle la vida, pero ahora ella quiere demostrar que es su padre».

Todavía se desconoce la fecha en la que se sabrán los resultados, aunque deberán ser presentados antes del 6 de junio, día previsto para la celebración del juicio. «No tenemos ningún interés económico, solo t erminar lo que empezamos hace cuatro años», reconoce Patricia.

Hasta el día anterior a la exhumación, los descendientes del fundador de Rumasa removieron cielo y tierra para evitarlo. «Pusieron un recurso intentando parar todo en el último momento, hablaron con los medios para evitar su difusión apelando al daño moral de la familia del fallecido», informa la letrada. Sin embargo, no todos los miembros del célebre clan gaditano están en contra de este procedimiento. Antonio Biondini, marido de Begoña, segunda hija del empresario, se puso en contacto con la familia Montes de Oca para mostrarles su apoyo. «Respeta a su mujer, pero no comparte sus criterios», explica Bueyes sobre la sorprendente postura del yerno del empresario.

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