Madonna celebra sus 58 años al son de ritmos latinos en La Habana

Madonna ha soplado las velas de su 58 cumpleaños en Cuba junto a su hija Lourdes y un gran grupo de amigos, además de su equipo de trabajo habitual. Aunque no le apasiona celebrar sus cumpleaños, la alegría esta vez es grande puesto que ha hecho las paces con su hijo Rocco, fruto de su pasado matrimonio con Guy Ritchie, con quien vive actualmente en Londres desde el pasado diciembre.

El adolescente, que recientemente cumplió 16 años, le ha dado algún que otro quebradero de cabeza a su madre, a quien no por ser Madonna le permite todo. Necesita cariño, y se lo reclama a su madre, que tras más de 30 años de carrera musical, sigue al pie del cañón en los escenarios.

Esto ha terminado por cansar su hijo, que preferiría no tener una vida normal y no tener que estar desplazándose de un lugar a otro constantemente.

Rocco no viajó a Cuba, pero Madonna tiene la certeza de que ahora, ella y sus cuatro hijos: Lourdes, que es la mayor, Rocco, Mercy James y Davi, son una familia unida. Muestra de ello es que, en alguna ocasión han viajado juntos hasta África para realizar labores humanitarias, como así ha sucedido este verano. La artista también aprovechó la época estival para visitar Italia y descansar.

Los 58 de Madonna han dado para convertirse en reina del pop, empresaria, escritora, actriz, diseñadora e incursionar en otros proyectos. Se generó expectación acerca de cómo lo celebraría ya que en sus redes sociales comentó sus planes y agradeció a todos sus fans por hacerla sentir especial con los miles de buenos deseos que le hicieron llegar. «¡Gracias a todos mis fans y a mi banda por sus deseos en el día de mi cumpleaños! ¡Sabéis cómo hacer que una chica se sienta especial!»

Alojada en el céntrico hotel Saratoga, uno de los más emblemáticos del país, cuando ayer puso sus pies allí, la artista esquivó a la prensa y a los fans que se agolparon para verla en un día tan especial. Las redes sociales, como siempre, se revolucionaron.

Anoche la estrella bailó al ritmo de «Guantanamera» y otros temas de Compay Segundo en un restaurante de la Plaza Vieja, en el centro histórico de La Habana. Está previsto que hoy abandone la isla, con un año más y feliz de estar viviendo un buen momento personal.