«Llevo 20 horas atrapado con mis hijos y la calefacción puesta»
Miles de coches y familias pasaron la madrugada del 6 al 7 de enero en la A-6 y la AP-61
Los alrededores del túnel de Guadarrama acumularon colas de vehículos de más de 15 horas
La nieve que pintó de blanco la mañana de Reyes en la provincia de Segovia y el norte de Madrid se convirtió en un enemigo imperturbable con la caída de la noche. Pasadas las 22.00 horas, miles de vehículos quedaron atrapados en la A-6 y la AP-61 , carreteras que cruzan la sierra que separa estas dos ciudades. Por la mañana aún continuaban allí, sin haber avanzado ni un metro, desperados y, en muchos casos, sin niños.
« Llevo más de 20 horas parado en el mismo sitio, atrapado, sin mantas, ni comida ni información, con el coche encendido para que funcione la calefacción, ya que estoy con mi mujer y mis dos hijos, de uno y tres años. Me he tenido que poner en medio de la carretera para parar a una patrulla de la Guardia Civil , ya que habían pasado varias sin decir nada, para que nos dieran un poco de información. Y cuando le he preguntado si pensaban traer mantas o algo para la gente, me ha contestado de mala manera: "Pero señor, ¿no se da cuenta de lo que nos ha costado a nosotros llegar hasta aquí?" . Parecía que él no se daba cuenta de lo que era estar con dos niños en esta situación», comentaba Javier a ABC, a tan solo 45 kilómetros de su casa, en Torrelodones , mientras su bebé lloraba.
En estos dos viales se vivió uno de los atascos más duraderos que se recuerdan . Como en «La autopista del sur», aquel célebre cuento de Julio Cortázar , algunos vehículos acumulan cerca de 20 horas inmóviles sobre la calzada. La nieve, la falta de cadenas y la incapacidad de las quitanieves para despejar la carretera —«yo no he visto ninguno en toda la noche», añadía Javier por la mañana— se pusieron de acuerdo en una noche que ya es histórica.
Es en la cara norte de la sierra, en su vertiente segoviana, donde se vivieron las mayores dificultades. El ciudadano gallego José Rúas , uno de los afectados, relató a EFE que ha tenido que pasar la noche en su vehículo en El Espinar junto a su mujer y sus dos hijos, a las altura del kilómetro 62 de la AP6, en sentido Galicia. Lo mismo le sucedió a muchos viajeros que a esta hora seguían ocupando los tres carriles de la derecha de la vía. El cuarto, relata, está lleno de nieve. Rúas se encontró con problemas de circulación en la tarde de ayer, a las ocho, cuando salió del túnel de Guadarrama. «Hasta el túnel la circulación era lenta, en tercera, cuarta marcha», cuenta. Pero a la salida del túnel, cada hora lograron circular 500 metros . A las 8 de la tarde nos hemos movido un kilómetro, y desde la diez no nos hemos movido».
Un conductor consideró «indignante» la situación: «Previsión 0 para la nevada, con mayores, bebés, gente sin gasolina y sin comida. Horas atrapados. ¿Pagar peaje para eso? Me parece una injusticia plena y una situación denigrante». «No sabes cuánta gente se metió ayer en la AP6 con la gasolina para llegar a Madrid, no para pasar la noche. Que viajó con niños y sin agua ni comida», ha lamentado otro viajero. « Había una familia en el coche que había delante de mí que se ha quedado sin gasolina . Y aún así, han venido hasta nuestro vehículo y nos han dado unas mandarinas que llevaban ellas», comenta Javier.
Centenares de vehículos se acumulaban ya desde las 22.30 horas junto al peaje atrapados por la nieve (que más tarde sería hielo). El atasco y la intensa nevada complicó el trabajo de las quitanieves. Los efectivos de Fomento no pudieron acceder al origen del colapso y los coches se han acumulado.
Sobre las 23.30 , el director de la DGT, Gregorio Serrano , publicaba un tweet en el que se mezclaba la información de servicio con el reproche: «Todos los medios disponibles están actuando, pero circular con avisos de temporal de nieve y sin cadenas es temerario y peligroso». Hora y media después se movilizó a la Unidad Militar de Emergencia ( UME ) para trabajar en el rescate de los conductores atrapados. Efectivos de León y Madrid llegaron a la zona cerca de las 2 de la mañana.
Continúan los problemas en muchas carreteras de España por el fuerte temporal de nieve. Lo más grave está en la AP-6, AP-61 y AP-51. Todos los medios disponibles están actuando, pero circular con avisos de temporal de nieve y sin cadenas es temerario y peligroso. pic.twitter.com/iOQmolR016
— Gregorio Serrano (@Gserrano_DGT) 6 de enero de 2018
Mientras tanto, en la cara sur de la autopista ( provincia de Madrid ), se produjeron retenciones idénticas sin ver ni un copo de nieve en toda la noche. La Guardia Civil cortó la A-6 en el kilómetro 46 para evitar que más coches se unieran al caos junto al túnel que une, y que hoy separó, las dos provincias.
En este tramo de la autopista, cientos de conductores seguían parados desde las 23.00 horas como invitados a distancia de la nevada. Los vehículos que pretendían llegar a Segovia o seguir hacia el norte de la península esperaban a pocos kilómetros del túnel las órdenes de la Guardia Civil. En todo ese tiempo. Turismos y camiones siguen inmóviles.
Durante la noche, la gente comenzó a hacer vida fuera del coche. Hay quien buscaba ropa de abrigo en el maletero, quien estiraba las piernas por la cuneta o quien caminaba hacia la cabecera del atasco en busca de información. La paciencia escasea y un agente ha informado a todos los conductores que ha podido: «Nos han dicho que hay para 4 o 5 horas , que hay un par de camiones cruzados y que las grúas no pueden pasar. Yo no me puedo tomar un café, pero ustedes no tienen por que estar aquí si no quieren», ha dicho ofreciendo un camino alternativo para salir de allí, aunque insuficiente para alcanzar su destino.
Muchos coches llevaban un rato largo con el motor apagado, pues la gasolina no es infinita. Solo se encendían los coches para entrar en calor y, como mucho, cargar el móvil con el mechero interior. El silencio fuera resultaba inquietante. «Esto es como todo —ha dicho el mismo agente voluntarioso a varios conductores preocupados—, pueden ser dos horas como pueden ser siete». Estaba más cerca de lo segundo que de lo primero. Y todo sin ver un solo copo .
