Cotarelo: «Carmena no es cómoda para Iglesias»

«¿Qué quieren los jubilados? Pues jugar a la petanca», suscribe el catedrático emérito de Ciencia Política de la UNED, Ramón Cotarelo, desde su despacho. Falta poco para Vistalegre II y Pablo Iglesias acaba de sugerir que Íñigo Errejón podría ser un gran primer edil de Madrid. «A ver. Aquí el único que ha soñado alguna vez con la idea de ser alcalde ha sido Monedero y porque veía en el horizonte la figura de Tierno Galván», aclara un profesor que debería estar ya jubilado, igual que Manuela Carmena, quien pese al reciente interés del líder de Podemos por mandarla a casa a cobrar la pensión antes de que acabe la legislatura, sigue en Cibeles.

Por ello, Cotarelo compadece a su quinta.

«Es que los ataques de Esperanza Aguirre son tremendos. Durísimos. Y nadie sale nunca a desmentirlos. Tiene que defenderse ella sola y eso merma», desarrolla el catedrático, quien tiene claro que el exilio matritense que Iglesias le ofrece a Errejón responde —además de a un plan para seguir como líder absoluto de Podemos— a que Carmena estorba en Podemos.

«No es cómoda para Pablo», sentencia Cotarelo con la confianza del profesor que llama por su nombre al alumno, por muy político que sea ahora. «Carmena tiene mucha experiencia y mientras siga diciendo esas cosas que dice, como que no es de Podemos o que no tiene nada que ver con estos señores, no es cómoda», ahonda el catedrático, que sustenta su afirmación en que la alcaldesa de Madrid hace sombra a Iglesias en una organización que, pese a las asambleas, es igual de firme, jerárquica y estricta que el resto de partidos políticos de los que pretende alejarse. «Carmena deslegitima al líder», considera Cotarelo, que no vería nada raro que Iglesias —en una suerte de parecerse a sus referentes comunistas— pudiera tomar «alguna decisión grandiosa con ella».

¿A qué se refiere?

«A que la eche, directamente».

¿Y Carmena no tiene nada que decir al respecto?

«Muy probablemente Carmena no tenga nada que objetar. Es una persona de gran ecuanimidad y no la veo haciéndose la mártir. Es una señora, aunque la procesión de cierta amargura y de haber sido manipulada irá por dentro. Mi impresión es que con enseñarle la puerta, se irá».

¿Así, sin más? ¿Sólo por ganar en Vistalegre Iglesias podría hacerlo?

«El líder, una vez que ha ganado, puede hacer lo que quiera. La cosa es cómo reaccionaría Íñigo».

De hecho, esta purga de la que habla Cotarelo, aunque es cierto que sería la más sonada, no sería la primera que Podemos lleva a cabo en Madrid. Sólo hay que recordar que a los pocos días de ser elegido nuevo secretario general en la región, Ramón Espinar relegó a su jefe en la Asamblea, José Manuel López, al gallinero. «Ramón es un hombre que no tiene escrúpulos, es un "killer"», manifiesta Cotarelo, que vuelve al imaginario soviético —«fuente de las referencias en Podemos», asegura— para explicar el peso específico de Espinar dentro de la formación morada.

«En este caso podríamos remitirnos —metafóricamente— a la historia de Kirov (Serguéi Mirónovich Kirov), que era el hombre de Stalin en Leningrado». Hay quien dice que fue asesinado por los enemigos del régimen estalinista y otros que, como Jorge Semprún, señalan que fue liquidado por orden de Stalin cuando le dejó de ser de utilidad. Algo similar, por lo tanto, podría ocurrirle políticamente a Espinar, según Cotarelo. «¿Hasta cuándo sirven los "killers"? Pues mientras sirven, porque luego es muy fácil justificar una acción represiva contra ellos», advierte el profesor que, a su vez, no comprende cómo filósofos de la talla de Luis Alegre culpen al «círculo de conspiradores» que rodea al «líder Iglesias» de todos los males y del viraje de Podemos.

«No son militantes de base de San Blas, son filósofos», ironiza el profesor, que va un paso más allá: «No se atreven a poner en cuestión a su ídolo —en este caso, Iglesias—; es como un acto de fe y, como todos los actos de fe, responden a la máxima de "si te metes con mi ídolo, preparo la hoguera"», detalla Cotarelo quien, como buen experto en Políticas, no se moja con una quiniela para el resultado de Vistalegre II.

¿Qué va a pasar?

«Hay que estar abiertos a todas las posibilidades, incluso vería con buenos ojos una posibilidad que ellos no consideran. Me refiero a la escisión entre "pablistas", que no son otra cosa que comunistas de IU rejuvenecidos, y "errejonistas", que son los que intentan hacer una izquierda entre el comunismo y la socialdemocracia».

Si gana Errejón, ¿podría unirse a Pedro Sánchez?

«No voy a ocultar que esa es una opción que, como ciudadano, veo con mucha simpatía. Si se atrevieran a unirse sería un gran paso, pero tendrían el problema de los dos gallos y de quién prevalece. Parece una tontería pero no lo es».

Gane Iglesias o Errejón, se divida Podemos o no, Cotarelo tiene claro que sus alumnos han fracasado y no han podido cumplir con esa regeneración democrática que pregonaron. De hecho ha ocurrido todo lo contrario. «Han cumplido con los peores augurios y las peores profecías. Una de las desgracias históricas de la izquierda es su carácter cainita, pues toma», subraya el catedrático, que por el momento sólo tiene una certeza para el congreso morado: «Después habrá purga. Siempre la hay».

«Yo iría llamando, de entrada, al servicio de ambulancias», comenta jocoso el profesor que, por si acaso gana Iglesias y le da por prescindir de Carmena, aprovecha para pedirle a la alcaldesa un último favor que, pese a no ser jugador de petanca, le pediría cualquier jubilado: «Que ponga el transporte gratis».