Un testigo en la picota

Este miércoles está citado a declarar Angel Martín Martín, a quien el procesado de un doble crimen en El Casar de Escalona y su defensa señalan veladamente como autor de los asesinatos

José Muñoz Mójica entra en la Audiencia Provincial de Toledo este martes ANA PÉREZ HERRERA
Manuel Moreno

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Ángel Martín Martín, Angelillo , será sometido este miércoles a una áspera batería de preguntas en el juicio con jurado que se sigue en la Audiencia Provincial de Toledo. Las cuestiones más ofensivas llegarán por el flanco de la defensa de José Muñoz Mojica , para quien el Ministerio Fiscal pide un total de 36 años como autor del doble crimen ocurrido en El Casar de Escalona (Toledo) el 29 de abril de 2012.

Su letrado, Marcos García Montes, ya lo repitió este martes, cuando un grupo de periodistas le preguntó a las puertas de la Audiencia toledana: el testimonio de Angelillo será clave este miércoles, en la tercera sesión. Ángel Martín declara en calidad de testigo, por lo que está obligado a decir la verdad.

José Muñoz Mojica, que tiene derecho a mentir por estar procesado, ha señalado veladamente a Angelillo como el autor del asesinato de David Fernández Vilches , de 30 años, y de Miguel Ángel Cortés Jiménez , de 19, en el merendero «La Chopera», donde José Muñoz regentaba el chiringuito. « Me confesó, sofocado, que había tenido que disparar a unos individuos que le atacaron con cuchillos , pero no me dijo quiénes», aseguró el reo ante el jurado el lunes.

Su abogado intentó este martes apuntalar esa revelación durante las declaraciones de los guardias civiles y policías nacionales que comparecieron en la sala de vistas, donde algunos familiares de Miguel Ángel Cortés vistieron camisetas con su fotografía y reclamando justicia.

Atentos estuvieron a las declaraciones del guardia civil que instruyó las diligencias tras el crimen. Sometido a un interrogatorio de casi dos horas por todas las partes , el más beligerante fue Marcos García Montes, quien intentó demostrar la no culpabilidad de su cliente, conocido también por el apelativo del Comanche . Esa actitud enojada condujo al presidente del jurado, Juan Manuel de la Cruz, a recriminar al letrado: « Pregúntele pero no le regañe ». «No se puede soportar que el letrado esté echando broncas», le afearon las acusaciones también.

Con el apoyo de algunas de las defensas de los dos acusados por encubrimiento ( María del Carmen Muro y Fernando Sánchez ), García Montes pretendió desacreditar las pesquisas de la Guardia Civil porque los investigadores llegaron, en algún momento, a contemplar la participación de dos autores en este crimen: además de José Muñoz Mójica, Ángel Martín Martín también fue imputado por este homicidio, si bien luego quedó en libertad sin cargos.

Angelillo , el «lacayo» de José Muñoz Mojica —así le tildó el guardia civil instructor de las diligencias—, era el «chico de los recados» del Comanche , como dijo otro agente. El día de autos estuvo cuidando el chiringuito mientras «su jefe» comía un cocido en casa de los padres de su novia, Elena.

Dos versiones

Según la Guardia Civil, que sospechó del Comanche desde el primer momento, Angelillo fue testigo del crimen. Sin embargo, Ángel Martín mintió a los investigadores en su primera declaración. Afirmó que se marchó del chiringuito antes de que ocurriese el doble asesinato y que estuvo con su novia. Esta versión fue desmentida por su compañera sentimental, que ese día —29 de abril de 2012, domingo— estuvo en Jerez de la Frontera.

Unos meses después, Angelillo volvió a ser interrogado y explicó a los agentes cómo José Muñoz mató a David Fernández, que cumplía una pena de localización permanente. La información que facilitó Ángel Martín convenció a los investigadores de que este hombre había sido testigo del crimen, ya que proporcionó datos que solo conocían la comisión judicial y un reducidísimo grupo de personas que estuvieron allí: David recibió un disparo de lleno en el pecho y otro en un hombro cuando caía. « Ángel nos dijo que mintió por la presión del entorno de José Muñoz », afirmó otro agente que depuso en la sala, «aunque [en su declaración] no dice quién», apostilló el letrado García Montes.

Angelillo fue arrestado en un principio por encubrimiento, según afirmó el guardia civil instructor este martes: «Su personalidad no era para cometer ese crimen», justificó. Sin embargo, las defensas recordaron que también se le acusó del doble homicidio meses más tarde y que llegó a ingresar en prisión por esos hechos. En cualquier caso, Ángel Martín, que declarará en calidad de testigo este miércoles, no está procesado en esta causa.

La intriga del coche

Por otro lado, el misterio rodea al hecho de que el coche de José Muñoz Mojica, un Mercedes de color amarillo, fuese hallado con el motor en marcha, la llave de arranque puesta, las puertas bloqueadas y los cristales subidos. A 40 metros, en un terraplén, el cadáver de Miguel Ángel, cuyas heridas denotaron que había intentado huir. A unos metros de él, un enigmático cuchillo.

El vehículo, localizado a 120 metros del chiringuito poco después de cometerse el doble crimen, estaba en el camino que une el meredero con la zona conocida como «La playa», distantes unos 600 metros. En esa área fueron halladas las armas asesinas (una escopeta y un revólver) entre la maleza y gracias a un perro de la Guardia Civil.

El presidente del jurado, intrigado, pidió a un guardia civil que le aclarase por qué el coche estaba en marcha con las puertas bloqueadas, pero no obtuvo una respuesta convincente.

Quienes sí apoyaron una teoría de la fiscal y las acusaciones particulares ( el Comanche permaneció huido más de cuatro años, aunque su defensa lo niega) fueron los policías nacionales que vigilaron a José Muñoz cuando lo localizaron en el domicilio familiar en el distrito madrileño de Moratalaz, concretamente en las viviendas sociales El Ruedo . «Salía a la calle en actitud vigilante, pendiente de todo», explicaron los agentes, aunque no intentaba ocultar su rostro con gafas u otros artículos de disfraz. Allí fue localizado después de que estuviera residiendo en Rumanía un año y medio, entre 2013 y 2014, con ayuda de terceros en aquel país, según revelaron algunos guardias civiles, aunque esa información de la Policía rumana les llegó en 2016.

José Muñoz Mojica, en cuyo DNI aparecía como domicilio la dirección de Moratalaz (calle de Félix Rodríguez de la Fuente), fue detenido por el Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía Nacional el 25 de agosto de 2016. Desde el siguiente día está en prisión. Dieciocho meses después, el Comanche se juega (casi) todo a una carta este miércoles: el testimonio de Angelillo .

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