Puigdemont contrata una encuesta para entrar en la mente de los «españolistas»

El Gobierno catalán del independentista Puigdemont ha encargado un estudio sociológico para entrar en la mente de los «españolistas», conocer con la máxima precisión posible cuántos catalanes son contrarios al independentismo y, sobre todo, saber por qué reniegan de la secesión, por qué quieren que Cataluña siga dentro de España.

En el estudio sociológico se le irán a la Generalitat unos 50.000 euros, que es lo que costará la encuesta que ha diseñado para, entre otras cosas, indagar en ese amplio segmento de población que está en contra del órdago soberanista en el que andan empeñados Puigdemont y el resto de partidos de la órbita del independentismo.

El cuestionario que ha preparado la Generalitat incluye preguntas dirigidas a detectar los perfiles-tipo de los catalanes que son reacios al independentismo, y hurgar en las razones que les llevan a no secundar las tesis secesionistas.

Esto último, a su vez, permitirá a la Generalitat disponer de una información clave que, por ejemplo, le valdría para diseñar nuevas estrategias de adoctrinamiento con las que tratar de ganar adeptos para la causa soberanista, sobre todo entre los jóvenes menores de 30 años, que es el segmento de población prioritario de esta encuesta.

La Generalitat, «camuflada» en el sondeo

Este sondeo oficial se ha elaborado con un aséptico título: «Encuesta de participación política y ciudadana de la población catalana». Además, el cuestionario está diseñado de tal forma que el ciudadano al que se le pregunte no sabrá realmente que la encuesta está organizada por y para la Generalitat. Así, se establece que los encuestadores han de limitarse a decir que la encuesta la hace una empresa privada y que los datos servirán «para la elaboración de un estudio de opinión oficial», sin entrar en más detalles.

El cuestionario consta de una larga lista de preguntas de lo más variado, y a la mitad del guión aflora abiertamente la cuestión del independentismo. Así, la pregunta número 26 es directa: «¿Quiere que Cataluña se convierta en un Estado independiente?». En las dos preguntas anteriores se irá introduciendo el asunto, primero pidiendo al entrevistado que responda, con un sí o con un no, a si «cree que los ciudadanos de Cataluña deberían poder votar para decidir sobre su futuro político» respecto a «las relaciones entre Cataluña y España». Y se les pedirá también que digan qué prefieren en este particular: que Cataluña sea «una región de España, una comunidad autónoma de España, un Estado dentro de una España federal o un Estado independiente».

Con aquellos que contesten abiertamente a favor de que Cataluña se independice, la encuesta profundizará en los motivos que les hacen tener esa voluntad secesionista. Eso le permitirá a la Generalitat conocer mejor a los afines al independentismo y, de paso, poder medir la eficacia de los mensajes propagados durante años por el nacionalismo con ese objetivo.

Quiénes son y cómo piensan

El cuestionario también se esmera en conocer más sobre el pensamiento de quienes son reacios al soberanismo. Así, se les pedirá que digan cuál es «el principal motivo» por el que no comulgan con el independentismo: por «sentimiento identitario (me siento español, preservar la unidad de España, porque España es una nación)»; «porque no sería positivo para Cataluña, porque Cataluña no podría prosperar sola»; «porque la independencia no es posible, es un proceso inviable»; porque es «partidario del proceso globalizador, inclusor (contrario a las divisiones territoriales)»; por «preferencia por un modelo federal», o «por otros motivos».

Esta pregunta es especialmente significativa, porque en plena carrera hacia el pretendido referéndum ilegal, la Generalitat dispondrá así de una información sociológica clave con la que poder desplegar nuevas estrategias propagandísticas a favor del secesionismo. Más aún teniendo en cuenta que el sondeo también se ha diseñado para conocer el perfil de los encuestados: sexo, edad, su lugar de nacimiento y el de sus progenitores –dentro o fuera de Cataluña–, su nivel educativo y profesional, cómo se informan sobre la actualidad, su grado de implicación o interés por la política, o sin están casados, solteros, viudos, con o sin hijos.

Pagará por traducir el cuestionario al castellano

La encuesta será contratada con una empresa privada desde el Centro de Estudios de Opinión, un organismo encuadrado en el Departamento de Presidencia que dirige la independentista Neus Munté. El Centro de Estudios de Opinión es el que supervisará en todo momento el desarrollo de este sondeo, el que ha diseñado meticulosamente el cuestionario en catalán, y el que dará el visto bueno a su traducción al castellano, traducción que deberá realizar la empresa adjudicataria. La encuesta se realizará en versión bilingüe, pero la Generalitat solo ha querido escribirla en catalán; para pasarla al castellano, pagará a una empresa externa.

El Centro catalán de Estudios de Opinión ya está revisando las ofertas de las empresas que han optado a realizar el sondeo, y próximamente prevé adjudicar el contrato -ha sido licitado por un precio máximo de casi 58.000 euros-. El objetivo es que el estudio se pueda empezar y terminar en un par de meses. En todo caso, tendrá que estar listo antes del 16 de diciembre de este año.

Deberán hacerse un total de 1.900 entrevistas, exclusivamente entre personas que vivan en Cataluña y que tengan 16 años o más. La Generalitat quiere que, sobre todo, se pregunte a los jóvenes. Así, de las 1.900 entrevistas que se realizarán, 1.100 deberán hacerse a menores de 30 años.