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Rajoy y Sánchez en su última reunión, el 29 de agosto de 2016 - Ignacio Gil

El acelerón independentista de Puigdemont da una nueva oportunidad a la relación entre Sánchez y Rajoy

El Gobierno acoge satisfecho la posición del líder socialista, aunque reconocen que tuvieron «dudas». Esperan lograr una relación constructiva y responsable

Madrid Actualizado: Guardar
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Mariano Rajoy recibió ayer lunes la llamada de Pedro Sánchez cuando se dirigía al embarcadero de Vega de Terrón (Salamanca), desde la Base Aérea de Matacán, para participar en la Cumbre Bilateral de España y Portugal. En su coche, el presidente del Gobierno atendió al ganador de las elecciones primarias del PSOE, ocho días después de su victoria frente a Susana Díaz y Patxi López, y confirmó que el principal partido de la oposición mantiene su postura frente al desafío independentista, el reto «más grave» que tiene España, según Rajoy: el PSOE defenderá siempre la Constitución y se opondrá a un referéndum de independencia en Cataluña.

La conversación duró apenas cinco minutos, y fue «fluida y normal», según fuentes de La Moncloa, desde donde se consensuó con el PSOE el corto mensaje que se envió a los medios para informar de la llamada.

Finalmente fue Sánchez quien llamó por teléfono a Rajoy, pero según el entorno del presidente este había enviado un SMS al socialista el lunes 21 de mayo, apenas unas horas después de proclamarse ganador de las primarias socialistas. «Hablamos cuando tengas un minuto», le escribió Rajoy, en su mensaje de felicitación por el resultado. El minuto se hizo largo y acabaron siendo días hasta que Sánchez llamó. Ahí se explican los enigmáticos mensajes de Rajoy esta semana ante los periodistas. Ese lunes 21, aseguró que no había podido hablar con Sánchez por motivos de agenda. Y el sábado pasado, en Sitges, comentó que charlarían cuando tuviera un minuto libre. «Cuando lo tenga Sánchez», precisó.

El minuto fueron en realidad más de 10.000 hasta que se produjo la llamada, y desde el PSOE se justificó por la avalancha de mensajes que tenía Sánchez en su móvil ese día. Hasta el punto de que ayer se aseguraba que no constaba ese mensaje. Desde el entorno de Sánchez se había asegurado estos días que no habían recibido la felicitación de Rajoy ni de ningún otro miembro del PP. Y en cualquier caso aseguran que Sánchez efectuó esta llamada «independientemente» de ese SMS. En el Gobierno quitan hierro al asunto, «entienden» las explicaciones del PSOE y zanjan la cuestión. Más aún, Rajoy quiere dar una oportunidad a Sánchez y pensar que será un líder responsable en la oposición, según fuentes de La Moncloa. No lo llaman «borrón y cuenta nueva» pero en realidad es algo parecido. Se quiere pasar página de la etapa del «no es no» e intentar una relación constructiva y responsable por ambas partes.

Nueva etapa

Rajoy se queda con el mensaje que le transmitió ayer Sánchez: el dirigente socialista le dejó claro que el PSOE está y estará en la defensa de la legalidad y de la Constitución contra cualquier intento de romperla. Y le aseguró que su partido está y estará en contra de cualquier intento de referéndum ilegal por la independencia, como el que pretende el Gobierno de la Generalitat de Cataluña. Desde el Gobierno reconocieron su «satisfacción» y tranquilidad por el este mensaje, que refuerza la postura del Ejecutivo en un momento muy delicado ante el desafío secesionista. En La Moncloa reconocen que se tuvieron «dudas» sobre la posición que podría tener Sánchez, quien en la campaña de las primarias dejó ver una radicalización de su mensaje, e incluso ha defendido una España «plurinacional», con una posible reforma del artículo 2 de la Constitución, el que habla de la «indisoluble unidad de la Nación española».

En su breve conversación, Rajoy y Sánchez quedaron en seguir hablando en profundidad de este tema y de otros que preocupan al Gobierno, como la lucha contra el terrorismo, el futuro de Europa y el Brexit, o la estabilidad de la legislatura.

Tras una campaña de primarias que estuvo marcada por la posición de Sánchez respecto a la plurinacionalidad del Estado, Sánchez quiso trasladar el mensaje de que, al menos en este aspecto, el PSOE se mantendrá alineado con el PP y también con Ciudadanos. De hecho, el portavoz provisional, José Luis Ábalos, reclamó a Rajoy que «siente» a todos los partidos constitucionalistas para «demostrar que hay un bloque constitucionalista» y una «amplia» mayoría parlamentaria contraria a la celebración del referéndum de independencia en Cataluña. El propio Ábalos recordó ayer en el Congreso que recordó que en su anterior etapa al frente del PSOE, «se alineó con el Gobierno en defensa de la legalidad» y prometió que su partido va a estar «siempre ahí».

«Táctica electoral»

Entretanto, la videpresidenta del Gobierno aseguró ayer que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, está tensando la cuerda soberanista por pura «táctica electoral». Busca la reacción del Estado contra los anuncios de referéndum para alimentar su «victimismo», de manera que pueda mejorar sus posiciones electorales. Sáenz de Santamaría aseguró que «el clima en Cataluña es preelectoral» y acuso´a Puigdemont de «instrumentalizar» su proceso secesionista, «que no tiene salida», mirando de reojo a las encuestas.

«Aquí hay mucha más táctica electoral por parte del señor Puigdemont y de los suyos que estrategia», ha asegurado la vicepresidenta en una intervención en La Moncloa convocada para explicar el acuerdo político de los Presupuestos, pero que ha derivado en un monográfico sobre la situación de Cataluña. Sánchez trasladó su posición a Rajoy después de haber mantenido una reunión con el primer secretario del PSC, Miquel Iceta. Ambos se reunieron a primera hora de ayer en Ferraz, poco antes de que Sánchez se reuniese con el presidente de la Gestora, Javier Fernández. Iceta ha sido el primer dirigente territorial con el que Sánchez se ha reunidos tras su victoria en las primarias. Según reconocieron desde el PSC, la reunión se trató de un «monográfico» sobre la situación política en Cataluña y en la que no se abordaron cuestiones relativas a la relación entre PSOE y PSC.

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