Meritxell Batet, ayer
Meritxell Batet, ayer - EFE

El PSOE plantea que Rajoy se aparte pero a la vez reconoce que no hay alternativa

Batet señala que solo existe una vía para Rajoy: con el apoyo de Rivera y el acuerdo con PNV y CDC

Madrid Actualizado: Guardar
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El PSOE intenta día a día frenar las voces internas que reclaman un «diálogo interno», como lo calificó José Luis Rodríguez Zapatero para definir la posición en la investidura. Pero las discrepancias no son solo entre unas y otras voces, sino que una misma persona puede plantear discursos contradictorios.

Ayer, Meritxell Batet, secretaria de estudios del PSOE, planteó en una entrevista en televisión que un paso atrás de Mariano Rajoy sería «un gesto de generosidad», pero a la vez aseguró que tampoco apoyarían a otro candidato del PP. Apenas dos horas después, en una comparecencia en el Congreso planteó que la investidura «está muy cerca». El PSOE intentó ayer quitar del foco mediático su creciente controversia interna por el «no» a la investidura de Mariano Rajoy con un mensaje: el Gobierno del PP no solo es posible sino que, de hecho, «está cerca».

No será con su apoyo pero sí con los votos de Ciudadanos y los partidos nacionalistas.

Sin explicar cómo podrán los populares conjugar todas estas voluntades en pleno desafío separatista catalán, Batet, compareció esta mañana en el Congreso para dejar claro que su partido estará en la «oposición» y advertir a Podemos de que «no hay alternativa». «Pedimos que se respete nuestro «no»», reclamó. La dirigente catalana, que cuenta con la máxima confianza del líder socialista Pedro Sánchez, ha enviado un mensaje muy claro: a Ferraz le es indiferente si Felipe González pide abiertamente la abstención de los socialistas o si un miembro de la propia Ejecutiva como Manuel de la Roch a plantea «reexaminar» el no a Rajoy. Su respuesta seguirá siendo la misma. «Nuestra posición es unánime», llegó a asegurar. Una postura que emana de «convicciones profundas y un análisis coherente de lo que creemos que es bueno para el país y lo que representa el PSOE, que es la alternativa al Gobierno», subrayó ante la prensa.

Las declaraciones de Batet dejan así una conclusión muy clara. La única vía para que el PP pueda contar con la ayuda de los socialistas es que esas voces internas discordantes con el secretario general, Pedro Sánchez, sigan ganando fuerza hasta que el comité federal obligue a su líder a cambiar el paso. Pero aunque la presión interna crece, esta posibilidad, por ahora, no se otea en el horizonte. El PSOE intenta devolver así, de paso, toda la presión al presidente en funciones Mariano Rajoy. Sobre sus negociaciones, Batet recordó que «aún no ha logrado ni un voto positivo», pidiéndole que se concentre de manera «eficaz» en lograr el apoyo de diputados ajenos a su grupo parlamentario. Si no lo consigue, será él, aseguró, el único responsable de la convocatoria de nuevas elecciones.

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