La investigación de la mafia policial de Palma salpica al juez Castro

Uno de los agentes detenidos dice que era invitado a un prostíbulo de la trama

Madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La presunta trama de corrupción policial y política que investiga el Juzgado de Instrucción número 12 de Palma ha salpicado al juez José Castro. Según el sumario del caso, al que ha tenido acceso ABC, uno de los policías locales detenidos, Nicanor Góngora, declaró que el conocido magistrado es una de las personalidades de la isla que recibían favores sexuales por parte de los dueños de los prostíbulos a los que favorecía la trama policial y política.

El agente prestó declaración el 6 de mayo de 2014 en el centro penitenciario de Estremera (Madrid) ante un agente de la Policía Nacional y otro de la Guardia Civil (ambos Cuerpos trabajan en el caso de forma coordinada, aunque es el primero el que lleva el peso de las pesquisas).

En el interrogatorio, el policía instructor le preguntó si Antonio Cobián, gerente del prostíbulo El Templo del Faraón, «invitaba al local a funcionarios de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, de la administración de justicia u otros». El recluso respondió que es «conocedor de que al lugar acudían personas como Ramón Morey (exnúmero dos de la Delegación del Gobierno en Baleares durante el Gobierno de Zapatero), Tolo del Amor (comandante de la Guardia Civil que fue jefe de la Unidad de la Policía Judicial de Baleares), otro que era jefe de inspección de trabajo, funcionarios de alto rango del Ayuntamiento de Palma del Gobierno socialista y el juez Castro».

El hijo, abogado

Según el acta de declaración enviada al juzgado, los interrogadores, aparentemente conocedores de los hechos, apuntaron a continuación al hijo del instructor del caso Nóos: «Preguntado si es cierto que Daniel Castro, hijo del anteriormente nombrado, juez Castro, mantenía también una relación profesional con Antonio Cobián, contesta que era el que se encargaba de la regularización de documentos de extranjería». El hijo del magistrado ejerce la abogacía en la misma ciudad en la que está destinado su padre.

Esta declaración se conoce ahora porque hace unos días que se levantó parcialmente el secreto de sumario. El Templo del Faraón es un conocido prostíbulo ubicado en el polígono Industrial de Son Castelló, en la capital balear. El policía detenido reconoció en su declaración que era socio de una empresa, Fred Blau S.A., que se dedicaba a la instalación de sistemas de seguridad, aires acondicionados y fontanería en varios burdeles. En concreto, Nicanor Góngora dijo a los policías que le interrogaron que realizó «instalaciones de aire acondicionado, alarmas y equipos de videovigilancia» en El Templo del Faraón y el Globo Rojo, entre otros locales. A lo largo del interrogatorio, el policía detenido dijo que existen grabaciones de audio y de vídeo realizadas en El Templo del Farón en las que aparecen integrantes de la trama policial, política y de funcionarios.

Además de en esta trama mafiosa, Nicanor Góngora ya había sido detenido en julio de 2013 por hacer de «chivato» para los peligrosos «Ángeles del Infierno». Se trata de un individuo que tiene un amplio historial de expedientes y ya había sido suspendido en alguna ocasión. Ahora se le considera uno de los máximos responsables de la trama policial de la red mafiosa que operaba en Palma de Mallorca.

Un caso sórdido

La investigación que dirigen el juez Manuel Penalva y el fiscal anticorrupción Miguel Ángel Subirán ha destapado una sórdida trama en la que participaban funcionarios de la Policía Local de Palma, de la Inspección de Trabajo y de otras instituciones que hacían favores a empresarios de la noche a cambio de sexo, dinero y drogas. Los locales que no entraban en el juego eran sistemáticamente acosados por los integrantes de la trama, mediante inspecciones y registros, mientras que los que pagaban recibían ventajas, como avisos antes de una inspección o facilitar permisos. El juez sostiene que el grupo de policías de Palma de Mallorca señalados funcionaban como «una organización criminal». La mafia había echado raíces en dos unidades de elite de la policía de Palma, el GAP y la Patrulla Verde, que controlan los locales de ocio nocturno.

El pasado 4 de julio, el presidente del PP de Palma, José María Rodríguez, se vio obligado a dimitir como líder del partido en la capital balear después de conocerse su implicación en el caso, coincidiendo con el levantamiento del secreto de sumario.

Ver los comentarios