Inés Arrimadas y Albert Rivera  en la valoración de los resultados de las elecciones catalanas.
Inés Arrimadas y Albert Rivera en la valoración de los resultados de las elecciones catalanas. - efe

Rivera aspira a no ser marca blanca del PP y robar votos al PSOE

Ciudadanos elevará su previsión de escaños en el Congreso tras el resultado del 27-S

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Los resultados del pasado domingo han supuesto un enorme balón de oxígeno y una gran inyección de optimismo en las filas de Ciudadanos. Hasta el punto de que el partido trabaja ya en una estrategia para las generales planteando cotas mayores de las que mantenían hasta estos comicios. El vicesecretario general del partido, José Manuel Villegas, que volverá a dirigir la campaña junto a Fran Hervías y Fernando de Páramo, reconoce que «ahora está todo un poco más de cara».

Hasta ahora, en la sala de máquinas del partido se trabajaba en un mapa, circunscripción a circunscripción, y se llegaba a concretar en 43 diputados la cifra mágica con la que debutarían en el Congreso de los Diputados. «Actualizaremos nuestro panel de control», reconoce Villegas.

En el partido dan por hecho que en las próximas encuestas van a acercarse o superar a Podemos. «Hay una gran diferencia entre ser tercero y ser cuarto, y en reducir nuestra distancia con el primero», plantea la mano derecha de Rivera.

Un escenario que le lleva a pensar en entrar con fuerza en el Congreso con más de 50 diputados. La ambición es lograr una aritmética de fuerzas que les permita pactar tanto con el PP como con el PSOE. Y estar cómodamente situados por encima del 15% de voto. Algo que era un techo hasta hace poco.

En la formación consideran que los resultados de las catalanas corroboran su capacidad para robar votos tanto al PP como al PSOE. Se asume que los descontentos de las filas conservadores recalarán en sus filas.

Pero entre los electores de centroizquierda, en los que pesa con mucha fuerza el estigma de considerar a Rivera una simple «muleta» del PP. Para convencerlos el partido va a intensificar la comunicación de su programa económico, incorporando nuevas medidas a las presentadas hasta ahora, según reconocen desde el equipo que coordina Luis Garicano. Una campaña que pretende ser en positivo y que criticará el «conformismo» del Gobierno con una recuperación económica que consideran precaria y vulnerable.

Este eje será principal, junto a la presentación a finales de octubre de su propuesta de reformas democráticas y constitucionales. Serán medidas que pretenden tener «una aceptación muy transversal», estima Villegas. Otra novedad será la elaboración de un programa internacional, que coordinará Francisco Andrés Pérez, que se centrará en la integración de políticas europeas y hará hincapié en reforzar los instrumentos del Estado en política exterior.

«Estamos cansado del inmovilismo, nuestra estrategia pasa por ilusionar a la gente con propuestas transformadoras y un proyecto común para toda España».

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