Susana Díaz y Teresa Rodríguez
Susana Díaz y Teresa Rodríguez - Juan Manuel Serrano

Podemos, en guerra con el PSOE andaluz: «Tienen muertos debajo de la alfombra»

Pascual acusa a Susana Díaz de «prepotencia» y de paralizar su proposición de ley de Cuentas Abiertas, que sí ha tenido el beneplácito socialista en el Gobierno valenciano

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Andalucía es tierra hostil para Podemos, donde las relaciones con el hegemónico Partido Socialista hace mucho que dejaron de ser cordiales. Las negociaciones para formar gobierno se prolongaron hasta la extenuación y fue la presidenta andaluza, Susana Díaz, la que dejó claro que prefería apoyarse en Ciudadanos antes que en el partido morado, con Teresa Rodríguez al frente. Desde entonces, la gaditana no ha sido más que una piedra en el zapato de la todopoderosa Díaz, que no duda en cargar tintas con la que considera adalid de la facción más extremista de Podemos, ligada a Izquierda Anticapitalista.

Si hay territorios donde Podemos y PSOE han llegado incluso a entenderse, facilitándose gobiernos tras algunas concesiones, Andalucía está lejos de ser uno de ellos.

El secretario de Organización de Podemos, Sergio Pascual —andaluz y con toda probabilidad cabeza de lista de la formación morada al Congreso por Sevilla— acusó ayer a los socialistas de su tierra natal de «evitar» que llegue a Pleno su proposición de ley de Cuentas Abiertas, un paquete de medidas que permite que los ciudadanos puedan acceder a la contabilidad de las administraciones y que el partido considera «una base importante en la lucha contra la corrupción».

La medida, que ha sido presentada por todos los grupos parlamentarios de Podemos en las autonomías, ha contado con el beneplácito de los socialistas valencianos, que han aceptado su toma en consideración. Que el PSOE se «niegue» a ponerla en marcha en Andalucía «mientras en Valencia no ha tenido problemas para hacerlo» no es «casualidad» para Pascual: «No puede porque tiene algún muerto debajo de la alfombra», espetó, y mencionó los ERE y la implicación en dicho caso de corrupción de los socialistas andaluces.

En una rueda de prensa en Madrid, Pascual denunció que el PSOE, «con la muleta de Ciudadanos», obstaculiza en la Mesa del Parlamento que prospere la proposición, y tachó a Susana Díaz de «prepotente» por gobernar «pasando el rodillo» y sin respeto a la separación entre poder legislativo y ejecutivo.

Es cierto que las elecciones andaluzas pillaron «con el pie cambiado» a Podemos, demasiado joven para enfrentar unos comicios en un feudo históricamente socialista. El adelanto electoral de Díaz, que el propio Pablo Iglesias consideró estratégico para evitar que Podemos se dotara de infraestructuras, arrojó unos resultados que la formación morada le parecieron insuficientes.

De cara a las elecciones generales, los de Iglesias buscan alianzas, también en Andalucía, que le den más músculo en los territorios donde sea necesario. La relación con Izquierda Unida no es mucho mejor que con los socialistas de la región y Pascual ya rechazó frontalmente llegar a acuerdos con la formación de izquierdas aunque fuese vestida con otras siglas.

Sin embargo, se busca espacios que enarbolan «la bandera del 28 de febrero y el 4 de diciembre» y que pretenden reivindicar «el papel de Andalucía cuando se reabra el debate territorial» en la próxima legislatura, como el movimiento político, social y cultural Asamblea de Andalucía, con quienes ya se han iniciado los contactos. El objetivo no es baladí: ser la alternativa al PSOE que Podemos no logró construir en las autonómicas.

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