ramón gómez

¿Pero quién asesora (en torpezas) a Pedro Sánchez?

Machado nació en Soria, las diputadas del PP son «miembras», equivoca el botón al votar el aborto, humilla a Zapatero en público... y todo en diez días. El líder del PSOE se pone en solfa a sí mismo

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¿Quién asesora a Pedro Sánchez?. ¿Qué político con aspiraciones de hombre de Estado se dirige a las diputadas de la bancada contraria denominándolas «miembras», al más puro estilo de aquella ministra de insuperables despropósitos llamada Bibiana Aído?. Dejada atrás su inolvidable intervención en directo en el programa de entretenimiento «Sálvame» o aquella propuesta suya de suprimir el ministerio de Defensa, la sucesión de torpezas que ha encadenado el líder del PSOE en las últimas fechas ha vuelto a poner en solfa su preparación y su capacidad para estar al frente de un partido que siempre fue alternativa de Gobierno.

Humillando a Zapatero

El 12 de abril, domingo, estrenaba en el marco de la Conferencia Municipal del PSOE sus «diez días de oro».

En pleno pistoletazo de salida de la precampaña, Sánchez se hacía acompañar ante un salón abarrotado de socialistas de Felipe González, al que dio la palabra, y de un José Luis Rodríguez Zapatero al que dejó plantado en la silla, sin turno de palabra, y siendo la comidilla de todo el salón. «Menuda humillación», fue uno de los comentarios que no faltaron entre pasillos y un gesto patético del líder del partido, que ponía de relieve su rencor contra el expresidente leonés que se dedica a cenar con Pablo Iglesias y a impulsar en la sombra a Susana Díaz. Lo nunca visto.

Aborto, apretar el botón que no era

Solo dos días después, Sánchez se convertía en la sensación de las redes sociales al equivocarse de botón en su escaño y votar a favor de la reforma del aborto del PP en vez de en contra. No era una metedura de pata normal, --de la que por otro lado luego intentó disculparse--, sino un error en una materia de la que su partido lleva haciendo bandera toda la legislatura y utilizando como azote contra el PP. A cuenta de la intención del Gobierno, Alberto Ruiz-Gallardón mediante, de reformar la normativa que el propio PSOE aprobó en 2010, el principal partido de la oposición ha tachado a los populares de retrogrados, inhumanos, castigadores de mujeres y todo el rosario de improperios imaginable. Pues Pedro Sánchez, al final, se puso de su lado, aunque fuera sin querer.

Ausente para pedir la lista de blanqueados

El 21 de abril, martes, el secretario general del PSOE fue noticia no por acción, sino por omisión. No estuvo en su escaño a la hora de votar la proposición que había planteado su propio Grupo para exigir la publicación de la lista de personas acogidas a la amnistía fiscal que están siendo investigadas por sospechas de blanqueo de dinero. En plena hecatombe por el registro y detención del exministro Rodrigo Rato, no pasó inadvertido que el jefe de la oposición no acompañara a los suyos en semejante momento. Estaba en Soria en la presentación de los candidatura del PSOE a la Alcaldía de la ciudad.

Soria, cuna de Machado

Es precisamente ahí, en Soria, donde se escribe uno de los renglones más rocambolescos de la última semana de Pedro Sánchez. «Desde Soria cuna de Machado, todo mi reconocimiento al trabajo de profesores y condolencias a familiares y amigos», insertaba en su twitter personal. Con el pequeño detalle de que el poeta nació en Sevilla. Sánchez trató de salir al paso del lío, que a más de uno hizo recordar aquella anécdota según la cual, en su etapa de ministra de Educación, Esperanza Aguirre hizo de José Saramago (el escritor luso) una tal «Sara Mago». La diferencia es que este episodio se difumina en la nebulosa de lo apócrifo y lo de Sánchez y Soria está negro sobre blanco en las redes sociales.

Las «miembras» del PP

Remata lo más llamativo de esta semana y pico de gloria del líder del PSOE su desafortunado homenaje a Bibiana Aído a cuenta del engendro gramático que la entonces ministra de Igualdad se inventó al hablar de «miembros y miembras». Estas últimas, según Pedro Sánchez, son las diputadas del PP, según se dirigió a ellas en pleno hemiciclo desatando un estruendo de risas. Era una broma, se disculpó. Pues quedará siempre en su haber reflejado en el Diario de Sesiones del Congreso.

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