Pedro Sánchez, secretario general del PSOE
Pedro Sánchez, secretario general del PSOE - Ernesto Agudo

Pedro Sánchez da por hecho que Susana Díaz no le disputará la candidatura del PSOE

No ha pactado con ella ninguna «tregua ni condición» para que se quede en Andalucía

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La relación de Pedro Sánchez y Susana Díaz es tensa y ninguno de los dos se esfuerza en ocultarlo, pero el líder del PSOE creyó a la presidenta de la Junta de Andalucía cuando, el lunes, la escuchó anunciar que se quedará en el cargo «toda la legislatura» y, por tanto, no competirá con él por la candidatura a la Presidencia del Gobierno, señalan a ABC fuentes de la Dirección Federal.

Esas palabras de Díaz -aclaran estas fuentes- no son fruto de negociación alguna entre ambos para dejar expedito a Sánchez el camino a su nominación como cartel electoral. «Ni la presidenta andaluza ha ofrecido tregua alguna al secretario general ni, en consecuencia, hay condición», se señala de forma gráfica.

Según esta tesis, la decisión de Susana Díaz es un ejercicio de «realpolitik», a partir de una victoria electoral muy buena para todo el PSOE pero de gestión complicada en el día a día. Por ejemplo, la presidenta de la Junta de Andalucía no tiene todavía garantizado qué grupo se abstendrá para facilitar su investidura en primera o segunda votación.

Aunque ella no hubiera hecho el anuncio, matizan las fuentes consultadas, Pedro Sánchez tiene decidido cumplir su compromiso y presentarse a las primarias del 26 de julio entre militantes y simpatizantes, que elegirán el cartel socialista a La Moncloa. Y eso, «independientemente» de lo que pase en las elecciones autonómicas y municipales del 24 de mayo.

«No nos desviaremos del 24-M»

La Dirección Federal considera muy importante no truncar la buena racha que ha empezado a coger el PSOE el domingo con otra vuelta de tuerca sobre el liderazgo del secretario general. El propio Sánchez intentó zanjar el pasado lunes el asunto al señalar que « el problema de liderazgo lo tiene el PP con Rajoy». «Nosotros» -dijo ayer a este periódico una fuente próxima a Sánchez- no nos vamos a desviar ni un segundo de apoyar a los candidatos que presentamos en autonomías y ayuntamientos el 24 de mayo. Esto es lo más importante».

El resultado electoral del pasado domingo ha insuflado en todo el partido «confianza» tras constatar que el PP puede perder muchas mayorías absolutas y, por otro lado, que a Podemos no le va a ser fácil sobrepasar al PSOE -aunque en Cádiz capital ha sido la primera fuerza-. Todo ello hace albergar a algunos dirigentes socialistas la esperanza de que un buen resultado en los comicios locales y autonómicos termine definitivamente con el «ruido» en torno al liderazgo.

Sin embargo, el entorno del secretario general no las tiene todas consigo. Autodescartada Susana Díaz, teme que el sector que apoya a la presidenta andaluza, el cual no ha dejado desde el domingo de alabar el «liderazgo» de ella, acabe apadrinando una alternativa en las primarias.

Y el nombre que más sigue sonando es el de Carme Chacón. La exministra señaló recientemente a ABC que en las primarias apoyará al candidato o candidata que más posibilidades tenga de derrotar a Mariano Rajoy, y, si no, tomaría una decisión. A Pedro Sánchez no le gustaron nada esas palabras por parte de quién él nombró como secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE e instó a Chacón a dejar el «politiqueo».

El «malentendido»

Ayer, fuentes próximas a la exministra aseguraron a ABC que todo fue fruto de «un malentendido». «Carme no ha dedicado un minuto de tiempo a esa cuestión. Está en su trabajo, en la Secretaría de Relaciones Internacionales, trabajando con Pedro Sánchez y dedicada a las elecciones autonómicas y municipales».

Si finalmente Susana Díaz pone al servicio de un candidato alternativo a Sánchez el «aparato» del todopoderoso PSOE andaluz, habrá competición. Es una incógnita qué hará entonces el PSM, donde el sector afín al defenestrado secretario general Tomás Gómez apoya a Díaz, o el PSPV, cuyo líder, Ximo Puig, no es un secreto que mantiene gran sintonía con la andaluza; igual que el castellano-manchego, Emiliano García-Page, quien desde el domingo, guarda silencio.

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