Elecciones en Galicia 2016Tras los pasos del presidente Fraga

Si uno cierra los ojos en Vilalba, la leyenda dice que se escucha a Manuel Fraga evocar sus orígenes, que fue hijo de emigrantes y el mayor de doce hermanos y que su Iribarne significaba «el centro del pueblo». Si los abre, se encuentra con su busto a los pies de la plaza del Concello, del que fue alcalde el padre de «Don Manuel» en tiempos muy lejanos. Hasta allí llevó a Mariano Rajoy su particular campaña por la Galicia de interior. La capital de la Terra Chá no es un pueblo cualquiera para el PP, es el baluarte de sus esencias, aunque ahora las comparta con Os Peares.

Desde allí, casi a la sombra de la efigie del presidente fundador de casi todo en el PP, Rajoy defendió el proyecto «de una Galicia abierta y dinámica» contrapuesto a «un pentapartito letal» que resultaría de un gobierno de coalición entre socialistas, la izquierda populista y el nacionalismo.

Apenas doscientos metros de recorrido y la comitiva gira hacia Cospeito para una nueva marcha. Cuando acabe esta campaña, a Rajoy no le habrá quedado ningún comercio sin visitar: lleva ópticas, farmacias, pastelerías, supermercados, vinotecas, bares, librerías...

Un despistado podría pensar que la multitud paseante forma parte de un funeral. No hay coche fúnebre, obviamente, sino un presidente del Gobierno en funciones que guía a la masa. En Cospeito hay más gente por detrás que en la calle. La tendera del Día hace a Rajoy cruzar la calle. «Tengo las naranjas en oferta», exclama; «luego vengo y me las llevo todas», le devuelve la broma el político.

Por último, Mondoñedo, una excepción en la debacle popular de las municipales de mayo de 2015. Gracias a eso, su alcaldesa, Elena Candia es una de las baronesas del partido y valor al alza. Ayer concitó a una multitud para agasajar al presidente en funciones, que tuvo tiempo par firmar en el libro de honor del Ayuntamiento, probar la tarta de Mondoñedo y hacerse una foto masiva frente a la Catedral.