La lista unitaria independentista Junts pel Sí, que incluye a CDC y a ERC, ha ganado las elecciones del 27 de septiembre con un 39,45 por ciento de los votos, y 62 diputados, quedándose a 6 de obtener la mayoría absoluta en el Parlamento catalán, que se sitúa en 68 escaños de un total de 135. [Consulta los resultados de las elecciones catalanas 2015]

Una victoria que queda deslucida si se compara con los resultados que sumaron CDC Y ERC en las elecciones de 2012, y sobre todo si se mide dentro del objetivo que se marcó Artur Mas: aglutinar todo el voto independentista —con la excepción de la CUP— para exhibir una hipotética mayoría en Cataluña.

El escenario que se abre en el seno de la formación capitaneada por el propio Mas y Oriol Junqueras es incierto: la hipotética suma de sus escaños y los de la CUP —que han dejado claro por activa y por pasiva que «no iban a votar ni a investir a Artur Mas»— superaría con escaso margen la mayoría absoluta de la Cámara, pero en ningún caso saltaría la barrera del 50% en votos. Este posible pacto capacitaría a «Junts pel Sí» para gobernar y seguir adelante con el desafío independentista, pero la legitimidad para adoptar medidas unilaterales quedaría del todo anulada.

«Claro que es un plebiscito»

Mas, Romeva y Junqueras aguardaron los resultados electorales en un espacio dentro del recinto del Born Centre Cultural de Barcelona. «Junts pel Sí» escogió la plaza de delante del Born Centre Cultural para celebrar la noche electoral y en este espacio que fue el epicentro del los actos del Tricentenario de 1714 se concentran los simpatizantes y candidatos de la lista independentista.

En una primera intervención Oriol Junqueras ha expresado en medio de un ambiente de alegría que «hoy el 'Sí' ha ganado. En escaños y en votos». El líder de ERC ha dicho que tienen una mayoría «más que suficiente» para seguir adelante con su proyecto indepentista. «En las próximas semanas tendremos que poner las bases para posibilitar una Cataluña independiente, un Estado independiente, por el que siempre hemos trabajado».

A continuación, el turno le ha correspondido a Artur Mas, quien ha considerado que el 27-S ha sido una victoria nítida del independentismo, y, sin aludir al Estado directamente, le ha pedido que asuma el resultado: «Que acepten la victoria de Cataluña y la victoria del 'Sí'».

«Hemos ganado. Hoy tenemos una doble victoria: ha ganado el 'Sí' y la democracia. Todos aquellos que nos decían que no había ganas de votar, ya pueden tomar nota porque sí había ganas. Así que calma y buenos alimentos. Todos aquellos que le negaban el caracter plebiscitario, qué dirán ahora con un más del 70 por ciento de participación. Algo que nunca se había visto. Claro que es un plebiscito».

Por su parte, Romeva ha afirmado que el independentismo ha obtenido «el mandato democrático» que querían, por lo que «no hay alternativa, el dique se ha roto». «La gente tiene derecho a que se la escuche, y hoy ha hablado, ha ganado el 'Sí' y hemos obtenido un mandato democrático, nadie puede decir que no tengamos ahora la legitimidad para hacer todo lo que hemos previsto» a fin de construir un nuevo Estado.

Evitar la exposición mediática

Esta campaña ha alcanzado un gran interés mediático por la gran cantidad de debates de televisión y radio de los siete candidatos, de los que se ha borrado Mas pese a optar a la renovación del cargo. Su plaza ha sido ocupada en la mayoría de casos por el cabeza de cartel Raül Romeva, exdirigente de ICV, que ha medido su grado de exposición en los medios para no tener que rendir cuentas de una legislatura catalana marcada por los recortes sociales derivados de la crisis económica.

De esta forma, el actual presidente ha esquivado cualquier alusión sobre los numerosos escándalos de corrupción (caso Pujol, caso Palau, trama del 3%...). No obstante, pese a la dudosa estrategia, la formación ya ha avanzado que propondrá a Mas —que figura como número cuatro de la lista— para continuar al frente de la Generalitat.