Volkswagen premiará a los empleados que se delaten
Volkswagen premiará a los empleados que se delaten - REUTERS

Volkswagen premia a los chivatos

El fabricante ha dado de plazo hasta finales de noviembre para que sus trabajadores revelen información

Berlín Actualizado: Guardar
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Volkswagen ha prometido total transparencia y una investigación interna que llegue hasta el final, pero por ahora las autoridades alemanas le llevan la delantera. Desde que se destapó el escándalo y hasta ahora, en lugar de ser su nuevo consejero delegado Matthias Müller el que acuda al gobierno alemán a dar las explicaciones pertinentes, son los organismos oficiales de supervisión alemanes los que van ampliando y precisando el alcance del fraude. Y esto es así porque, desde la suspensión de Frank Tuch, jefe de control de calidad del grupo, Müller se ha topado con una posición corporativa de los ingenieros de planta, decididos a protegerse unos a otros y a no dejar que les hagan responsables de un asunto por el que, opinan, deben responder los altos directivos de la empresa.

Para tratar de romper esa posición defensiva común, la empresa ha ofrecido a sus empleados un plazo de tiempo, hasta el 30 de noviembre, durante el cual podrán revelar cualquier información relevante en el caso a cambio de inmunidad personal. La oferta, según informaciones del diario de Münich Süeddeutsche Zeitung, demanda datos relacionados con la manipulación del software, un tipo de información muy técnica que solamente los ingenieros pueden aclarar, a cambio de garantía de la continuidad en su empleo.

Una vez pasado el plazo, el Grupo Volkswagen dejará en manos de las compañías encargadas de la auditoría interna, Deloitte y la americana Jones Day que sigan con sus investigaciones. Si de esa investigación se dedujera la responsabilidad de algún empleado en el escándalo, el consorcio alemán sí tomaría medidas.

El personal de Volkswagen, que desde hace semanas tiene absolutamente prohibido hablar con periodistas, lamenta que los ejecutivos a los que se debiera exigir responsabilidades ya no estén en la empresa. El expresidente de la junta directiva de Volkswagen Martin Winterkorn, anunció ayer que abandona incluso su cargo de presidente del consejo de supervisión de la marca Premium Audi con efectos inmediatos, por lo que ya no le queda vínculo alguno con la dirección. Los ingenieros desconfían de una estrategia de marca que pretende limitar los daños de imagen del escándalo situando un cortafuegos sobre la cabeza del cuerpo técnico, de modo que la empresa como tal resulte indemne o al menos esté más protegida en los juicios que se avecinan. No es lo mismo presentar el caso como el apaño de unos ingenieros que no lograron cumplir con sus objetivos técnicos por otros medios que reconocer un fraude más o menos generalizado y asumido por la empresa.

Volkswagen ha desmentido que unos 30 directivos de la automotriz estuvieran involucrados en el engaño de las pruebas de emisiones de coches diésel, tal y como informaron medios alemanes al pasado mes de septiembre. El presidente ejecutivo, Michael Horn, llegó a limitar el problema a "un par de ingenieros de software" y justificó que no era una decisión corporativa. Pero en Berlín circulan resultados preliminares de investigaciones del estudio de abogados Jones Day y de la misma Volkswagen que apuntan a decenas de directivos

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