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La brecha de una España a dos velocidades se agiganta

La crisis ha ampliado las diferencias económicas entre las regiones ricas y pobres en desempleo y en renta per cápita

MADRID Actualizado: Guardar
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El terremoto que supuso la crisis no ha dejado de abrir grietas en todos los tejidos sociales. La brecha se ha ampliado entre los españoles por el aumento de la desigualdad de ingresos, después de que el crac económico destruyera más de tres millones de empleos. También se ha dibujado una fisura entre países, que traza una frontera invisible entre estados deudores y acreedores que llegó a amenazar el euro y a disparar las distancias de una Europa a dos velocidades. En un nivel intermedio, dentro de España, la crisis ha agigantado las diferencias económicas entre comunidades autónomas. Ricos y pobres están más lejos que antes en todas las escalas.

Este fenómeno se vislumbra con más claridad al ver cómo ha evolucionado la renta per cápita y el desempleo.

Las regiones con más trabajo y PIB han aguantado mejor, en líneas generales, el impacto de la crisis que las que tradicionalmente han tenido más paro y menor renta.

Andalucía versus País Vasco

Como ejemplo de las dos Españas, las latitudes económicas de Andalucía y País Vasco no han dejado de fluctuar en los últimos años: en 2007 la tasa de paro de una y otra distaba nueve puntos, del 14% de la primera al 5% de la segunda; en 2013, el peor momento de la crisis, la diferencia era de 21 puntos, del 36% de una al 15% de la otra; en la última EPA del primer trimestre de este año se observa una mejora pero también un amplio margen de mejora, ya que la distancia es de 17 puntos, con un 29% una y un 12% la otra.

El desempleo divide España. Todas las comunidades autónomas al norte de la región de Madrid –incluyendo a Baleares en este club– tienen una tasa de paro inferior al 20%, mientras que las que están al sur superan esta barrera psicológica, según la última EPA.

Las distancias también se plasman en destrucción de puestos de trabajo. La Comunidad Valenciana (con una caída de la ocupación del 17,9% entre 2007 y 2015) y Castilla-La Mancha (-17,1%) fueron las regiones que más empleos perdieron en la crisis, influidas por el fuerte peso que tenía la construcción en ambas comunidades. De hecho, Castilla-La Mancha es la región con un mayor stock de viviendas construidas sin vender. En caída de empleos, le siguen Asturias (-15,3%), Galicia (-15,28%) y Andalucía (-14,9%). En la «otra España», las comunidades que menos ocupados perdieron entre 2007 y 2015 fueron Madrid (-7,96%), Baleares (-10%) y País Vasco (-11%), por debajo de la media española, que se dejó un 13,1% de sus empleos.

Extremadura

La buena posición de Madrid y del País Vasco se repite en todos los indicadores: ambas son las regiones con mayores ingresos per cápita y las que mejor han resistido la crisis, superando los 30.000 euros por persona. Las dos, además, son de las pocas autonomías que ya han recuperado su PIB per cápita de 2007 –cada madrileño y cada vasco han aumentado de media un 0,6% su renta desde entonces–, algo que solo ha ocurrido también en Extremadura (curiosamente aumentó un 0,4%) y en La Rioja (un leve 0,08%). Pese a todo, Extremadura aún tiene una renta media de poco más de la mitad (16.166 euros) que Madrid o País Vasco. En Andalucía (17.263) ocurre algo parecido.

Como fuere, hay margen para mejorar. De media, la renta de los españoles es aún un 2,53% inferior a la que había en 2007, según el INE. Al club de comunidades que mejor han aguantado el embite de la crisis, el director de Fedea, Ángel de la Fuente, añade a Galicia (-0,19% de PIB per cápita), Castilla y León (-0,72%), Cataluña (-1,64%), Aragón (-2,25%) y Navarra (-2,6%).

«Durante la crisis, las diferencias en cuanto a PIB per cápita se ampliaron. Hubo una especie de proceso de divergencia que anuló todo el proceso de mejora de esta desigualdad entre regiones que se había dado en los años anteriores», describe la investigadora de Funcas, María Jesús Fernández.

Los datos de crecimiento del INE que van del año 2000 al 2007 muestran esta convergencia durante la época de bonanza. Castilla-La Mancha fue la región que más creció, con un 4,7% de media, seguida de Murcia (4,1%), Madrid (4%), Andalucía y Aragón (un 3,8% cada una). España se anotó un 3,6% de media en este periodo. Las comunidades en situación de desventaja avanzaron posiciones frente a las ricas durante los años del «milagro económico».

Pero llegó la crisis. Este avance se interrumpió y la zozobra económica golpeó con más fuerza a las comunidades más pobres. Asturias y Cantabria son dos excepciones, ya que también han tenido un ajuste intenso. Cantabria fue la región que más renta per cápita se ha dejado desde 2007 (un 7,08% menos) mientras que Asturias fue la que sufrió una mayor caída acumulada del PIB: desde 2007 se ha contraído un 7%, mientras que Cantabria ha perdido un 5% de su actividad.

La recuperación que comenzó en 2014 también arroja algunas conclusiones. Los motores del crecimiento desde entonces han sido el arco mediterráneo de Levante y Madrid. En estos dos años, la región que más creció fue la Comunidad Valenciana (2,76% de media) seguida de Madrid (2,5%), Cataluña (2,47%), Murcia (2,43%) y La Rioja (2,37%).

Turismo y exportaciones

El despertar de la construcción, el récord de turismo ambos años y el repunte de las exportaciones, que tienen un fuerte tirón en estas cinco comunidades, explica su intensa salida de la crisis. Para este año, Funcas cree que La Rioja, Aragón y la Comunidad Valenciana serán las que más crezcan por el sector exterior, vía ventas al extranjero y llegada de turistas. La recuperación económica ha mejorado algo la situación y se advierte el inicio de una leve y parcial convergencia, que mira hacia Levante. Pero la brecha sigue más abierta que antes. Si bien algunos puntos han comenzado a acercarse poco a poco, la herida económica que divide España está lejos de cicatrizar.

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