Los Audi afectados deberán ser retirados de circulación y ha pedido un inofrme antes del 12 de junio
Los Audi afectados deberán ser retirados de circulación y ha pedido un inofrme antes del 12 de junio - ABC

Audi también manipuló las emisiones de sus vehículos diésel en Alemania

El ministro de Transporte alemán, Alexander Dobrindt, lo confirma y calcula que hay unos 24.000 vehículos afectados e insta a retirarlos de circulación, además de pedir un informe con medidas antes del 12 de junio

Corresponsal en Berlín Actualizado: Guardar
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El fabricante de coches de lujo Audi también participó en el fraude, también empleó un software ilegal para manipular las emisiones de gases contaminantes en sus vehículos diésel, según ha confirmado en Berlín el ministro de Transporte alemán Alexander Dobrindt, quien ha calculado que hay 24.000 vehículos afectados.

La implicación de esta empresa apunta a que el fraude fue prácticamente generalizado en la industria automovilística alemana, que se habría servido de un software no autorizado y que reconocía cuando el vehículo estaba siendo inspeccionado, activando el sistema para depurar los gases que no está activo, en cambio, cuando el coche circula habitualmente.

Dobrint ha desvelado la implicación de Audi tras reunirse con el director ejecutivo de Volkswagen, Matthias Müller, después de que ayer se detectasen irregularidades en los modelos A8 y A7

con motores diésel V6 y V8. Se trata de vehículos que fueron fabricados entre 2009 y 2013. El ministro ha avanzado que los Audi afectados deberán ser retirados de circulación y ha pedido un informe con el plan de medidas para modelos concretos antes del 12 de junio.

El caso pasa además a formar parte del expediente que maneja la comisión de investigación creada en septiembre de 2015 y que está compuesta por expertos del Ministerio, la Autoridad Federal del Transporte de Alemania y con el apoyo científico del profesor Georg Wachtmeister.

Dieselgate

Volkswagen ya ha pagado sumas millonarias en Estados Unidos por haber instalado el software ilegal en unos 83.000 vehículos con motores diésel en ese país. El caso costó el año pasado 1.860 millones de euros a la empresa. En marzo de este año, el CEO de Audi, Rupert Stadler, reconoció en la rueda de prensa anual que se estaba revisando todo en Audi a raíz de lo sucedido en Volkswagen y, mientras se celebraba esa comparecencia, más de 100 policías registraron por orden judicial la central del fabricante junto a otras dependencias de la empresa e incluso viviendas de empleados. La fiscalía abrió una investigación por sospecha de fraude.

Las ventas de coches diésel en Alemania descendieron en abril un 19% y están abiertos varios procesos políticos para imponer prohibiciones sobre esta tecnología en determinadas zonas urbanas o reequipar viejos motores con un mejor control de emisiones. Las ventas de coches diésel se han hundido, con un cuota actual de mercado reduciéndose al 41%. En Europa, por primera vez su cuota de mercado se ha colocado por debajo del 50%, según los datos registrados por la consultora Jato Dynamics, y se posiciona en un 46%, superado por la gasolina, que acapara el 51,3% del mercado.

El escándalo, además, parece no haber tocado fondo. La Fiscalía de Stuttgart ha abierto una investigación al CEO de Volkswagen, Matthias Müller, porque sospecha que, durante su gestión al mando del mayor accionista de Volkswagen -la sociedad Porsche SE- tuvo conocimiento de antemano del fraude y no cumplió con el deber de comunicarlo a los inversores.

Müller fue designado máximo responsable del consorcio automovilístico como sucesor de Martin Winterkorn, quien se vio obligado a dimitir en septiembre de 2015, pocos días después de que el grupo admitiese ante la presión de las autoridades de Estados Unidos que había trucado los motores de más de once millones de coches en todo el mundo. Junto al actual presidente de Volkswagen, la Fiscalía también investiga al propio Winterkorn y al presidente del Consejo de Vigilancia, Hans Dieter Pötsch.

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