Interior de una fábrica de moteores eléctricos
Interior de una fábrica de moteores eléctricos - ABC

El reto de liderar el coche eléctrico entre la humareda del «dieselgate»

Nuevos zarpazos en el escándalo del trucaje frenan el viaje de reinvención del sector del autómovil alemán

Berlín Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Sólo días de diferencia han separado los registros esta semana de la fiscalía de Stuttgart a dependencias del consorcio automovilístico Daimler (Maybach, Mercedes-Benz y Smart) y el inicio de la construcción de la segunda planta de baterías de la compañía alemana. Cortina de humo aparte, la guerra por los eléctricos ha comenzado y los constructores alemanes de coches buscan liderar mercado para superar el «dieselgate» que no deja de dar zarpazos: los registros de este martes en Daimler en los que participaron unos 230 policías y 23 funcionarios judiciales están relacionados directamente con las investigaciones abiertas por la justicia alemana por el trucaje de los motores diesel. También Volkswagen (SEAT, Audi, Bentley, Bugatti, Lamborghini, Porsche, Skoda, Scania, MAN y Ducati) intenta zafarse del dieselgate con los eléctricos: esta semana el Gobierno chino aprobó la creación de una empresa conjunta entre el constructor automovilístico alemán Volkswagen y el fabricante local Anhui Jianghuai Automobile (JAC Motors) para producir vehículos eléctricos en el gigante asiático.

Daimler ha celebrado por todo lo alto el inicio de la construcción de una segunda fábrica de baterías de ion-litio de su filial Accumotive que ya anunció el año pasado y que estará ubicada en la ciudad alemana de Klemenz, a 50 kilómetros de Dresde. Esta segunda planta estará situada en un área de 20 hectáreas al lado de la ya existente fábrica de baterías y se espera que comience a operar en el verano de 2018; en total, ambas plantas suman un área logística de 80.000 metros cuadrados y lidera lo que las autoridades locales y Daimler han llamado «Silicon Saxony», emulando al nombre del centro empresarial californiano Silicon Valley y el nombre de este Estado federado de Sajonia, Saxony en inglés. En esta Sajonia de Silicio pues, donde también se realizaron registros –además de los Estados de Berlín, Baja Sajonia y Baden-Württemberg– para recabar material y documentación relacionada con el dieselgate, Daimler ya tiene comprometidas inversiones por importe de 1.000 millones de euros en actividades de fabricación de baterías para vehículos.

«La planta de baterías en Kamenz es un importante componente en la implementación de nuestra ofensiva eléctrica. Para 2022, tendremos más de diez automóviles eléctricos puros», aseguró el presidente de Daimler, Dieter Zetsche, durante la ceremonia de inicio de la construcción del nuevo centro. Zetsche afirmó además que la industria del automóvil se está enfrentando a una transformación fundamental y explicó que su visión es que su empresa conduzca las fuerzas de este cambio. Markus Schäfer por su parte, responsable de Producción y Cadena de Suministro de Mercedes-Benz, indicó que, con esta segunda planta de baterías en Kamenz, se está iniciando de forma oficial el desarrollo de su primera fábrica eBattery premium. En la ceremonia se indicó además que sus vehículos comerciales Vito, que se fabrica en Vitoria, y Sprinter, incorporarán baterías fabricadas en Kamenz, como parte de la estrategia de electrificación de sus gama profesional.

Vía de escape

La geopolítica económica del motor postdieselgate sigue circulando alrededor de los eléctricos como vía de escape, así lo certifica la unión entre JAC Motors y VW que ya ha sido refrendada por la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China: contará con una inversión de 5.000 millones de yuanes (645,2 millones de euros) y podría producir hasta 100.000 automóviles eléctricos al año en la factoría de JAC en Hefei, capital de la provincia de Anhui. Los vehículos JAC-VW se destinarán a mercados domésticos e internacionales, y serán vendidos bajo una marca de nueva creación. JAC produce camiones pesados, medianos y ligeros, vehículos industriales, todocaminos, berlinas, autobuses y componentes como motores, chasis y cajas de cambio. Hasta ahora, Volkswagen producía y vendía en China a través de empresas mixtas con dos de los mayores fabricantes estatales del país: Shanghai Volkswagen y FAW-Volkswagen.

Ver los comentarios