El déficit del Estado cae por la mejora del consumo

La inestabilidad de la economía china, cuyo desenlace ha sido el desplome del yuan y las pronunciadas caídas de la Bolsa china que en las últimas semanas han originado una nueva epidemia en los mercados internacionales, no parece haber empañado las perspectivas de crecimiento de la economía española. El aluvión de datos procedentes de diversos sectores que se conocieron ayer reflejan la evolución de la demanda interna y la recuperación de segmentos clave, como el mercado inmobiliario o la matriculación de vehículos.

La mayor recaudación impositiva y el retroceso de los gastos por el descenso de las transferencias a los fondos de la Seguridad Social y el servicio público de empleo por la mejora del mercado laboral, así como el retroceso de los pagos destinados a los intereses de la deuda pública, han permitido la reducción del déficit del Estado hasta el pasado mes de julio en un 17%, a 26.773 millones de euros, con respecto al mismo periodo del año pasado.

La diferencia entre los ingresos y los gastos de la Administración central se sitúa, de este modo, en el 2,44% del PIB, más de medio punto porcentual inferior al del ejercicio de 2014 (3,05%) y en línea con los objetivos de déficit público exigidos por Bruselas (2,9%), según informó el Ministerio de Hacienda.

El departamento que dirige Cristóbal Montoro hace hincapié, precisamente, en el efecto tractor de la evolución económica, dado el incremento durante los primeros siete meses del año en comparación con 2014 de los recursos no financieros del Estado, que ascendieron a 100.785 millones, un 4% más. «Este resultado se debe a la favorable evolución de los ingresos impositivos que presentan un ritmo de crecimiento interanual del 5,9% hasta un total de 85.856 millones, reflejando la mejora de la actividad económica y del empleo», subraya el departamento ministerial en un comunicado.

Campaña estival

Resulta notable el repunte de los ingresos derivados de los impuestos sobre la producción y las importaciones de un 7,5%, algo que Hacienda vincula al «dinamismo del IVA», que avanza un 8,1% frente al año anterior. El erario también se apunta en su haber una importante subida de los impuestos de carácter medioambiental, que se han incrementado más de un 52% debido a la aplicación de las nuevas figuras creadas para taponar el déficit de tarifa del sistema eléctrico, y de los impuestos corrientes sobre la renta y el patrimonio, que incluyen IRPF e impuesto sobre sociedades, que se elevan un 3,4% hasta julio, a pesar de las rebajas efectuadas de la última reforma fiscal, en vigor desde el pasado mes de julio.

Por su parte, la bajada sostenida de los tipos de interés de la deuda soberana española han propiciado que los gastos corrientes cayeran un 0,4% con respecto al periodo de enero a julio del año pasado.

La campaña turística estival, mientras tanto, ha insuflado actividad no sólo en el sector turístico, en máximos históricos, sino en toda la industria asociada. Así, el consumo de carburantes creció hasta los 2,5 millones de toneladas durante el pasado mes de julio, un 5,8% más que durante el mismo mes del año pasado. Más allá de tratarse de un fenómeno estacional ligado a la coincidencia de la operación salida y retorno por carretera con la intensa caída de los precios de petróleo -que tienen una influencia fuera de toda duda, al haber precipitado el importe de los combustibles hasta los precios más bajos en cinco años-, la demanda de gasolina y gasóleos acumula ya ocho meses al alza y contabiliza un aumento del 3,8%, hasta los 15,35 millones de toneladas, durante los siete primeros meses del año, según apuntan las estadísticas de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores).

Por lo general, la industria del motor se encuentra en una clara tendencia ascendente, gracias, en parte, a la reactivación de la decisión de compra en el mercado y los planes PIVE, que ya se hallan en su octava edición. El sector permanece optimista ante los datos que se conocerán hoy de matriculaciones de turismos y todoterrenos pertenecientes al mes de agosto. Una proyección realizada por Efe, según las fuentes consultadas del sector, indica que este mercado volverá a crecer, en torno al 18%, tras haber experimentado un crecimiento del 22% hasta cerca de las 48.000 unidades a falta de conocer los datos de ayer.

El canal de «renting» (alquiler de vehículos) ha sido uno de los impulsores de este sector debido, en gran medida, al tirón del sector turístico, una industria dependiente durante los últimos años de los viajeros extranjeros y que en los últimos meses parece estar cambiando de signo: las pernoctaciones en alojamientos turísticos extrahoteleros (apartamentos, campings, casas rurales y albergues) escalaron un 7,1% en julio, por encima de los 18,5 millones. Lo llamativo es que esto se debió sobre todo a los turistas españoles, que crecieron un 8,7% hasta superar el de los visitantes extranjeros (un 5,9%).

Mientras tanto, el sector inmobiliario, epicentro de la crisis española, sigue dando muestras visibles de recuperación. El INE señaló que el pasado mes de junio se constituyeron 21.454 hipotecas sobre viviendas, un 26,3% más que durante el mismo periodo de 2014. Son ya trece los meses consecutivos en los que se ha observado un crecimiento de esta fórmula de financiación para la compra de inmuebles, que además eleva su importe medio (4,2%). Esto último guarda relación con el precio de la vivienda que, según el Colegio de Registradores, se encareció un 5,1% interanual en el segundo trimestre.