Manuel Queimadelos
Manuel Queimadelos - Andy Murray
Tenis

Murray: «A mí no me importa que me entrene una mujer»

Ahora que recupera el tono, es una de las grandes atracciones del Ágora. El escocés, dirigido por Amélie Mauresmo, se juega estar en el Masters

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Andy Murray, tan volcánico en la pista, se relaja para hablar de tenis. Está en los cuartos de final del Valencia Open 500 después de superar ayer a Fabio Fognini, consciente de lo que vale ahora cada victoria. Se está jugando estar en la Copa de Maestros (actualmente es el que cerraría la lista porque es el octavo en la carrera de campeones) y para nadie es más importante, pues se celebra en Londres. Él es de Dunblane, tan escocés que incluso se posicionó de forma rotunda por el «sí» en la reciente consulta, aunque habla orgulloso de su dedicación a Gran Bretaña. Y se moja también para hablar con ABCde la polémica sobre la capitanía de Gala León, voz autorizada ya que a él le entrena la francesa Amelie Mauresmo.

—Vuelve a Valencia, en donde ya ganó en 2009. Y con un cartel de torneo grande de verdad.

—Me encanta Valencia, me encanta España. Es muy agradable siempre estar en un lugar con este tiempo. Los jugadores estamos cansados a estas alturas del curso y es muy positivo estar en un lugar así, con este sol, con estas condiciones. Y el sitio es precioso.

–Este año, además, lucha por sumar puntos para ser maestro.

–Será difícil. No para mí, para todos. Yo sigo luchando. Estamos enlazando tres, cuatro o hasta cinco torneos del tirón para conseguir estar entre los ocho mejores. Yo tengo que jugar seis semanas seguidas, un maratón. No hacía algo así desde que tenía 18 años (ahora 27). Duro, sí, pero el cuerpo me responde. Mentalmente es muy dura esta exigencia, levantarse cada día sabiendo que te juegas todo.

–Ha sido una temporada atípica para usted, después de la operación de espalda de 2013. Y parece que por fin ahora vuelve a estar ahí.

–Sí. Supongo... Si me compara con otros años, claro que es complicado, muy duro. Los últimos meses han sido más positivos, he ganado un par de torneos y desde Roland Garros he ido al alza. Necesitó acabar estos dos o tres torneos de la mejor para manera para que 2015 empiece con buen pie.

–¿Llegó a pensar que no recuperaría su nivel después de la lesión?

–Mmmm... No, pensé que quizá volvería a recuperar el nivel más rápido de lo que ha sido. Tener una operación es difícil. No es como tener una lesión muscular o un esguince de tobillo, esto era mucho más dramático. Tardas más en recuperarte. Pero en estos últimos meses veo que estoy ahí y seguro que en 2015 será mejor.

–¿Le cambió la vida cuando ganó Wimbledon? ¿Se sintió saciado?

–Es verdad que los meses posteriores fueron distintos, estuve ocupadísimo durante unas semanas. Pero en septiembre de ese mismo año me tuve que operar de la espalda y ahí me olvidé de Wimbledon, pensé en cómo sería el futuro, en cómo volvería a recuperarme y a estar bien. Mi motivación por Wimbledon era toda, era lo que siempre había querido ganar. Cuando lo hice, es verdad que se perdió algo de ambición, es normal, pero ya pensé en nuevos objetivos cuando pasé por el quirófano.

–Y ahí por fin pasó de ser el tenista escocés a un británico de verdad, aunque recientemente se postulara a favor de la independencia de Escocia.

–Siempre he sido británico, compito defendiendo a Gran Bretaña desde que tengo 11 años, llevo 16 años luchando por Gran Bretaña con mucho orgullo. He estado en los Juegos con la bandera de Gran Bretaña, en la Copa Davis ganando 18 ó 19 partidos del tirón... Siempre he disfrutado en ese sentido y no creo que realmente cambiara mucho, el apoyo de la gente siempre lo he tenido. Yo no puede votar, aunque lo hizo el 85 por ciento. Y apoyé el sí. Espero que el resultado sea lo mejor para mi país.

–Ahora no hay un campeón absoluto en el tenis, ya no son solo Federer, Nadal, Djokovic o usted. ¿Por qué?

–El último año Roger tuvo problemas en su espalda, Rafa también tuvo cosas, yo la cirugía... Y el resto mejora, claro. Ya hubo avisos al final de la temporada pasada y en esta los jóvenes han ganado experiencia. Cuesta mucho mantenerse ahí tanto tiempo porque el resto crece.

–¿Cómo ve a Rafa Nadal actualmente con tantos problemas?

–Cuando está bien, sigue jugando un tenis buenísimo. Y estoy muy sorprendido de que esté compitiendo en Basilea con el problema que tiene. Debe de ser algo duro tener apendicitis o un problema en esa zona.

–Los problemas de Nadal, su espalda, la boda y la paternidad de Djokovic... ¿Es Federer el gran beneficiado?

–Sí. Este año está siendo extremadamente consistente a diferencia de los anteriores. Ha llegado a las últimas rondas de casi todos los torneos, aunque no haya ganado ningún Grand Slam. Está ahí otra vez, pero en realidad siempre ha estado.

–Dejó de trabajar con Ivan Lendl para hacerlo con Amelie Mauresmo. ¿Qué le aporta una mujer en el banquillo?

–Amelie es muy distinta a Lendl. Disfruto mucho con ella. Estoy aprendido. Son solo unos meses los que llevamos juntos, pero seguro que al principio del próximo año se verán las cosas que hemos trabajado. Al final de este año tendremos la opción de hacer una pretemporada para ver las cosas que debemos mejorar. El problema para mí no es que sea un hombre o una mujer, el tema no es ese. Una mujer puede ver el tenis de la misma manera, tener personalidad... Eso no importa.

–Felicitó a Gala León en twitter por su nombramiento como capitana y celebró que fuera una mujer. Ahora hay una gran polémica en España y se desvía el tema al machismo.

–A los jugadores no se les consultó y no creo que sea la manera apropiada, a ellos les da igual que sea mujer. Entiendo que se sientan mal. Es positivo que sea una mujer, pero el tema es cómo se ha llevado desde la Federación.

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