Río 2016 | NataciónLas contradicciones de Ryan Lochte y sus compañeros sobre su atraco a punta de pistola en Río de Janeiro

El asalto se habría producido en una gasolinera y no subidos en un taxi, como en un principio declararon. Un vídeo recoge el momento en el que regresaron a la Villa Olímpica tras el atraco, tranquilos y con todos sus objetos personales

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Las sospechas de engaño que giran en torno a Ryan Lochte y sus compañeros de natación sobre el atraco que sufrieron el pasado fin de semana en Río de Janeiro no dejan de crecer. La investigación, prioritaria para la policía brasileña, sigue avanzando entre importantes contradicciones de los implicados en el suceso. Por este motivo, tres de los deportistas se encuentran retenidos en el país después de ser arrestados cuando intentaron embarcar de vuelta a Estados Unidos.

Lochte ya está en casa, pero la polémica le sigue acompañando pese a haber abandonado territorio brasileño. En una entrevista con NBC, el nadador reveló una historia un tanto diferente a la que denunciaron el pasado domingo el 12 veces medallista olímpico y los otros nadadores, Gunnar Bentz, Jack Conger y Jimmy Feigen.

El deportista de 32 años dijo ahora que el asalto no se habría producido mientras circulaban la madrugada del domingo con un taxi de regreso a la Villa Olímpica de Río, como habían contado inicialmente, sino en una gasolinera. «Fueron a los baños de la gasolinera. Volvieron al taxi y le pidieron al conductor que continuara, pero él no se movió», explicó el periodista de NBC Matt Lauer, quien mantuvo la conversación con Lochte. «Fue entonces cuando dos hombres los abordaron con pistolas y distintivos» de la Policía, añadió.

En un principio, los cuatro nadadores explicaron que hombres armados que se hicieron pasar por policías habían obligado al taxi en el que regresaban de una fiesta a las cuatro de la mañana a detenerse. La otra inconsistencia revelada por NBC respecto a la historia original contada por los deportistas sería que a Lochte no lo habrían encañonado con una pistola en la cabeza, sino que simplemente lo apuntaron.

Estos cambios en el relato de Lochte llegan en un momento complicado para sus compañeros Bentz y Conger, a los que este martes las autoridades brasileñas impidieron embarcar en el aeropuerto de Río de Janeiro cuando se disponían a regresar a Estados Unidos y les retiraron los pasaportes. Feigen, por su parte, tampoco puede salir de Brasil, mientras que Lochte está ya en Estados Unidos.

Las lagunas ya conocidas en la versión de los deportistas junto al vídeo que recoge su llegada a las instalaciones de la Villa Olímpica horas después del supuesto asalto, tranquilos y con sus objetos personales, llevaron a la Policía a abrir una investigación sobre la veracidad de sus declaraciones. Una juez local ordenó entonces la retirada de los pasaportes de los cuatro nadadores, pero Lochte ya había salido del país.

El Comité Olímpico de Estados Unidos (USOC, en inglés) confirmó en un comunicado que Bentz y Conger fueron detenidos antes de subirse al vuelo y posteriormente puestos en libertad. «Fueron liberados por las autoridades locales bajo el acuerdo de que seguirán conversando sobre el incidente este jueves», explicó el portavoz del USOC, Patrick Sandusky.

Por su parte, el abogado que representa a Bentz y Conger, Sergio Viegas, explicó que los nadadores no podrán salir de Brasil al menos hasta que vuelvan a testificar. Feigen, por su parte, habló con USA Today y dijo: «Tan solo estoy intentado darle a Brasil lo que necesitan o lo que quieren e irme de aquí».

El Gobierno estadounidense, por su parte, alentó a los cuatro deportistas a «cooperar» con las autoridades brasileñas

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