La sangría defensiva que condena al Barça

La inmaculada trayectoria del Barcelona en la Liga hasta su visita a Balaídos solo estaba avalada por los resultados. El juego del equipo de Luis Enrique no acababa de convencer a casi nadie y lo sucedido en Vigo no hace sino avivar el fuego de las dudas en un equipo que da la sensación de estar muy lejos de su mejor nivel. No carbura el Barça, tan vulnerable que parece imposible que hace apenas unos meses lograra el triplete con una solidez defensiva que casi daba miedo. Son ya 16 goles encajados por el conjunto azulgrana en los nueve partidos oficiales que ha jugado en el presente curso, una cifra que si fuera calificada de "alarmante" sería con benevolencia.

Son 1,7 tantos en contra de media por partido, unos números que no se veían por el Camp Nou desde hace 60 años, en la temporada 1950-51.

"Prefiero que me gane un equipo como el Celta, que ha sido mejor que tú, con un campo regadito, sin ninguna trampa", resumió Luis Enrique. Más contundente se mostró Mascherano, siempre tan directo, después de la goleada encajada frente al Celta: "El rival nos ha superado no solo en el resultado sino también en el juego, que es lo que más preocupa".

La realidad es que en menos de diez partidos, el Barcelona ya ha recibido cuatro goles hasta en tres ocasiones. Todas ellas con el mismo protagonista en la portería, que no es otro que el alemán Ter Stegen, en el centro de todas las miradas en las últimas semanas por su irregular rendimiento en estos primeros partidos de curso. Su entrenador sigue disculpándole, quizás porque no tiene otra alternativa mientras Bravo siga lesionado, pero ya hay quien resucita el recuerdo de Valdés, único en el uno contra uno, quizás la faceta en la que Ter Stegen se está mostrando menos efectivo.