El Barcelona despide a Zubizarreta

El Barcelona necesitaba un bálsamo en Anoeta pocos días después de la sentencia del TAS sobre el caso Masía y ha terminado untándose en ácido. Ha bastado un 1-0 plagado de lecturas, enfados y desafíos ante la Real Sociedad para que se precipiten sobre el club azulgrana los acontecimientos típicos de un proceso de descomposición en el que cuesta encontrar brotes verdes para la esperanza. El presidente Josep Maria Bartomeu, ávido por mantenerse en el poder como mínimo hasta junio de 2016, pasó a la acción este lunes después de comer y adelantó el anuncio de la destitución de Andoni Zubizarreta como director deportivo. El exguardameta vasco llevaba en el cargo desde julio de 2010 y se ve haciendo las maletas en la víspera de Reyes.

«El presidente, en nombre de la entidad, agradece a Zubizarreta su aportación, dedicación y profesionalidad en estos últimos cuatro años», recoge el escueto comunicado del Barça.

El puesto de Zubi pendía de un hilo tras la decisión del TAS, la imposibilidad de fichar hasta invierno de 2016 y la sucesión de críticas a su mala gestión durante el último verano, sobre todo en los casos de Vermaelen y Douglas. Bartomeu confió en él para emprender la «remodelación profunda» que se imponía tras la marcha de Gerardo Martino, pero últimamente su relación profesional se ha enfriado hasta el punto que el director deportivo se ha quedado en las últimas semanas como poco más que un paraguas tanto para la junta como para el entrenador Luis Enrique. Zubizarreta sabía que le quedaba poco en el convento, y quizás por ello el domingo, en caliente tras la derrota ante la Real Sociedad, señaló a Bartomeu como principal responsable de la sanción de la FIFA por la inscripción y transferencia de menores de edad en la cantera: «En ese momento (invierno de 2013) él era el vicepresidente deportivo».

Esas declaraciones sentaron fatal en la junta azulgrana y en el entorno de asesores más próximo al máximo mandatario, que el miércoles por la tarde comparecerá ante los medios de comunicación para pasar revista a la tumultuosa actualidad del club y posteriormente se reunirá de forma extraordinaria con su cúpula para gestionar el nuevo escenario. La rescisión de Zubizarreta, por cierto, se suma a la de otro peso pesado, el exdirector general Antoni Rossich, hombre de confianza del expresidente Rosell que fue relegado hace apenas unos días por Nacho Mestre y Albert Soler.