Mourinho interfiere en la selección

La selección española se concentra este martes en Las Rozas, última quedada antes de echar el cierre a este año que siempre quedará marcado por el pésimo Mundial. Poco a poco se cierra esa herida brasileña y España recupera el brillo de esa estrella, enfrascada en esa renovación natural que propone Vicente del Bosque. Hay caras nuevas para los encuentros ante Bielorrusia (el sábado en Huelva, clasificatorio para la Eurocopa) y Alemania (en Vigo el próximo martes 18, amistoso), aunque esta lista está marcada por las ausencias de muchos de los fijos, demasiados contratiempos de última hora y a la espera de resolver el asunto de Cesc.

Dice José Mourinho, entrenador del Chelsea, que el centrocampista está lesionado, pero el cuerpo técnico quiere que pase un examen por parte de los médicos de la Federación y más después de verle jugar los 90 minutos con su club en la última jornada.

«Son unos protocolos que cumplir y estamos en la obligación de cumplirlos», justifica Del Bosque, que insiste en que no hay polémicas con Mourinho, no al menos por su parte.

La realidad es que Mourinho aprovecha para exponer, siempre que puede, su disconformidad con Del Bosque y la forma de proceder de la selección española. Es algo que incluso ya hacía en el Real Madrid, convencido de que no se tiene en cuenta ni al club ni al futbolista cuando hay fecha internacional de por medio.

Recientemente, el portugués se mostró muy molesto con Del Bosque porque utilizó a Diego Costa en los encuentros ante Eslovaquia y Luxemburgo y luego el delantero no estaba apto para competir con el Chelsea. «Tiene el problema porque jugó dos partidos en tres días cuando no estaba con nosotros», expuso Mourinho, muy enfadado. «No tienen en consideración que tiene problemas musculares de los que necesita recuperarse», añadió.

Resulta que Diego Costa no defenderá a España en las dos próximas citas, un respiro que satisface a Mourinho y que agradece públicamente. «Él está en buenas condiciones y España ha tomado una decisión fantástica con Diego Costa y con nosotros. Ahora tiene 15 días para estar tranquilo. Además, cuando España necesite a Diego Costa lo tendrá», apuntó.

Sin embargo, el jugador también se ha visto presionado por el preparador portugués, que le ha puesto entre la espada y la pared y más a raíz de la última convocatoria, a la que acudió después de superar una pequeña lesión. No le ha impedido que fuera con la selección, pero sí le dio a entender que prefería que se tomara un descanso y recordara su importancia en el club londinense después de la inversión que se hizo en él en verano.

En su versión conciliadora, especialista en apagar fuegos con ese discurso pausado, Del Bosque dio ayer en Vigo su versión de los hechos. «Considero que convocarle ahora para dos partidos sería contraproducente para su salud y pensando en el jugador preferimos que descanse. No hay nada más», introdujo el salmantino.

«Seguramente alguno ha considerado estos últimos días que es un signo de debilidad por nuestra parte pero no lo es y tampoco de soberbia. Somos gente de fútbol y los nuestros conocían perfectamente la situación de Diego». Después de dar el viernes la convocatoria, Costa jugó el sábado ante el Liverpool, algo que Del Bosque ya sabía.

Y sobre el caso de Cesc, la misma prudencia. «Esto no es una falta de confianza en el jugador ni en los médicos del Chelsea ni nada que se le parezca, pero sí es conveniente que pase la revisión, lo vean los médicos y lo aclaren», matizó. Mourinho, el sábado, ya dijo que si el centrocampista iba a la selección volvería sin jugar después de que se acabara de lesionar contra el Liverpool. «No hay ningún roce ni ninguna tirantez», sentencia Del Bosque.