Curry, el jugador mejor pagado de la historia

La noticia corrió como la pólvora nada más conocerse. La cadena ESPN fue la primera en anunciarlo: Stephen Curry estaba próximo a firmar el mayor contrato de la historia de la NBA, correspondiente a 201 millones de dólares en cinco temporadas (algo más de 40 cada una de ellas). Al poco de filtrarse la información, el agente del jugador, Jeff Austin, se encargó de confirmarla. El base de los Golden State Warriors, dos veces MVP y dos veces ganador del anillo de campeón de la NBA, se convertía de esa manera en el primer jugador que conseguía alcanzar la barrera de los 200 millones en un solo contrato.

La escandalosa cifra encuentra su posible explicación en la intención de la franquicia de recompensar a su jugador estrella después de tres temporadas para enmarcar.

En dos de ellas el base se convirtió de manera unánime en el jugador más valioso de la competición y, además, en todas ellas se erigió como el guía de un equipo que acabaría consiguiendo dos de los tres anillos que disputaría contra los Cavaliers del todopoderoso Lebron James.

Su superioridad en la pista, sin embargo, no se correspondía en el plano salarial. En 2012-13 firmó un contrato por el que pasaba a cobrar 44 millones de dólares en cuatro temporadas. Y lo cierto era que, aunque astronómicas, esas cantidades ni se acercaban a las que podían disfrutar otros compañeros de profesión menos decisivos que él. Ahora, Curry ya se codea con los más grandes en todos los niveles posibles, y no solo en el palmarés.