Contador, durante la entrevista con ABC
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Contador: «Me voy porque quiero vivir la vida»

El ciclista, que pretende retirarse en 2016, confiesa en una entrevista a ABC que no ve imposible ganar las tres grandes en un año

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Alberto Contador (Madrid, 32 años) saluda afectuoso y cercano en el hotel donde se hospeda el Tinkoff después de la segunda etapa de la Vuelta a Andalucía. El ciclista se protege del frío con una cazadora gris metálico y esquiva a una legión de turistas japoneses que ha colonizado la recepción. Ha inaugurado su decimotercer año en el pelotón, el penúltimo si se cumple el vaticinio que ha anunciado. En dos años lo deja. ABC entrevistó en Granada al mejor ciclista del mundo.

-Ha anunciado que se retira después de 2016. ¿Tan cansado está?-Quiero terminar mi carrera deportiva en lo más alto y creo que dos años más estaría bien, muy bien. Es lo que tengo en la cabeza.

Todo en mi vida gira en torno a la bici y llega un momento en que es bueno establecer plazos y fechas. Por ejemplo, no puedo ir al Tour y no exigirme que tengo que pelear por ganar. Me lo exige la gente y me lo exijo yo. Si quiero irme al máximo nivel, tiene que ser así.

-Desde otra óptica, es verdad que lleva muchos años de profesional...-Fui un corredor que pasé muy rápido a profesional porque me adapté muy bien a los sub 23. Y desde el primer año ya tuve buen rendimiento y responsabilidades de jefatura. En vueltas pequeñas, como Aragón o Castilla y León, ya era el líder. Ya tenía esa presión de pelear por la general.

-¿Demasiada presión entonces?-A ver... Yo tengo pasión por la bici, pero también tengo pasión por vivir, por hacer cantidad de cosas a las que he renunciado. Quiero vivir la vida. Me gusta aprovechar cada momento como si fuera el último.

-¿Qué quiere hacer?-Pues, por ejemplo, pasar más de 150 días en un mismo sitio. Viajo al menos 200 días al año... Tengo algunas ideas, algunos proyectos...

-¿Ser padre?-Hombre, también llegará, si Dios quiere, pero ese no es el motivo principal de mi retirada.

«Por ejemplo, pasar más de 150 días en un mismo sitio. Viajo al menos 200 días al año»

-Antes era una sonrisa con piernas y ahora se le nota más serio. ¿Aprecia usted ese cambio?-Vas madurando... He vivido muchas situaciones, unas buenas, otras menos buenas. Y he cogido experiencia a todos los niveles, para saber cuando vienen buenas y cuándo malas. Quizá eso ha forjado mi carácter y lo amolda a los años. ¿Me ves preocupado?

-No, exactamente. Más comedido.-Soy más prudente, sí. Ahora mido más la distancia para intentar controlar todo lo que pueda.

-¿Ser ciclista provoca más preocupaciones que otros deportes?-Pues no sé cómo son otros deportes. Cada uno tendrá lo suyo.

-En el ciclismo ha habido mucho juguete roto. Usted pasó su período negro con la sanción. ¿Pensó que podía ser un juguete roto?-¿Qué quiere decir juguete roto?

-Pues Chava, Pantani, Vandenbroucke, Aitor González... Gente que acabó mal. Usted, sin embargo, se ha sobrepuesto a todo.-Para nada me vi en esa tesitura. Soy muy afortunado por muchas cosas, pero lo que más, por la gente que tengo a mi alrededor. Mi familia y mis amigos siempre han estado a mi lado de manera incondicional. Son cosas que no tienen precio, lo valoro muchísimo y me hacen la vida más sencilla.

-Usa siempre un lema, «querer es poder». ¿Qué le hizo adoptarlo?-Me lo dijo mi madre cuando estaba en el hospital en 2004 con el derrame cerebral. Teníamos dudas de si me recuperaría para la vida normal, no ya para montar en bici. Mi madre me insistió, querer es poder. Estaba débil de ánimo y me llegó muy dentro. Lo pongo en práctica y me da resultado.

-¿Y siempre que quiere, puede?-Ja, ja, ja... No, siempre no. Mira el último Tour. Quería, pero no podía.

-¿De dónde le viene la fuerza de voluntad?-Creo que es innato. Se tiene o no se tiene. Me gusta buscar retos para motivarme, ser más competitivo. Pongo un ejemplo. Si mi hermano Fran fuera ciclista, no tendría ese nervio, ese afán por conseguir sí o sí lo que te propones. Mi determinación es la que muchas veces marca la diferencia.

«Somos cuatro hermanos, el pequeño tiene parálisis. El ciclismo fue un esfuerzo muy grande para mi familia»

-En la historia del ciclismo, el que pasa hambre o necesidad suele llegar lejos. ¿Ha sido ese su caso?-No sé si será tanto como dices. En mi caso, fue un esfuerzo muy grande para mi familia. Somos cuatro hermanos, el pequeño tiene parálisis y su vida requiere tiempo y dinero. Fue complicado. Recuerdo que cuando salía a entrenar y pinchaba, era una odisea volver a casa y pedir 300 pesetas a mi madre para una cámara. Me costaba un mundo porque no nos sobraba. También me acuerdo de otro detalle. Cuando acudíamos a las carreras en el equipo de Pinto, todos los chicos iban en el coche de sus padres y yo iba en el del director. Mi padre no me podía llevar, no solo por el tema económico, que también, sino porque no podía dejar a mi hermano.

-¿Su padre era instalador de TV? -Sí, se dedicó a otras cosas, pero en la última etapa era instalador.

-¿Ya no trabaja?-No. Pensamos que lo mejor era que cuidase de mi hermano. Conmigo hacía «trascoche» en entrenamientos.

-Se marchó a vivir a Suiza. ¿Por tranquilidad para entrenar o por el tema económico?-Tenemos un bloque importante de corredores que viven en la zona, Paulinho, Jesús (Hernández), Zaugg, Rogers y Basso. Salir a entrenar juntos es una gran ventaja. También vive allí Riis. Tengo muchísimas más posibilidades para subir puertos. No tengo que coger el coche. Salgo de mi casa, que está a 300 metros de altura, y en veinte kilómetros, escalo un puerto de 1.700 metros.

-¿Qué tipo de vida hace allí?-Vivo en un entorno ciclista, me relaciono con los compañeros para ir a cenar o de compras. No voy al cine porque no domino tanto el italiano.

-¿Cómo se ve España desde el extranjero?-Lo veo parecido a como lo pueda ver la gente desde España. Con internet todo está globalizado y no hay fronteras. Tengo constante relación con mi familia y amigos y aprecio cómo marcha el país. Creo que mejora, pero me parece que en Suiza no tienen la misma percepción.

«¿Ganar Giro, Tour y Vuelta? No sé si es imposible. Habrá que verlo»

-¿Tiene más amigos en paro o trabajando?-Por suerte, trabajando. Todos mis amigos están trabajando.

-Este año corre el Giro y el Tour. ¿Necesita retos para no aburrirse? ¿El Tour se le queda escaso?-Nunca podría decir que el Tour se me queda escaso. Ganar el Tour te cambia la vida. Pero ha llegado un momento en que mi carrera no se va a recordar más por ganar otro Tour. Creo que hacer Giro y Tour es más ilusionante. Incluso para el aficionado, estará pendiente de más carreras.

-El último Giro que ganó supuso luego un Tour más bien gris...-Aquel Tour (2011) fue un tanto particular. Acudí por exigencias del equipo y traté de dar el máximo, pero no pude. Primero, una caída, luego una mala crono por equipos. En la primera semana ya estaba a dos minutos. Más tarde, otra caída. Pasé los Pirineos como pude y en los Alpes hice una de las etapas más bonitas que recuerdo. Al final acabé quinto.

-Ronda por su cabeza intentar ganar las tres grandes (Giro, Tour y Vuelta) en el mismo año. Nadie lo ha logrado. ¿No es sobrehumano?-A ver... ¿Ganar las tres? Te voy a decir una cosa. No sé si es imposible. Habría que verlo.

-Antes de lanzar un ataque en la montaña, ¿mira el potenciómetro o se deja llevar por el instinto?-Es difícil frenar la sangre caliente... Yo la tengo y siempre la tendré. Con el potenciómetro sabes cómo va la gente de madura por la potencia que mueve, pero luego hay algo dentro de ti que los watios no te dicen.

-¿Por qué ahora sí hay que creer en el ciclismo?-Se han dado muchos pasos adelante y no creo que haya gente que se le ocurra hacer tonterías. Está todo muy controlado y estoy muy contento con la dirección que ha tomado mi deporte.

-¿Qué le entretiene en la tv?-Pues veo poca tele. Algunas series, Big Bang, Velvet. Me gustó el Príncipe.

-¿Le gusta leer, navegar por la web?-Reconozco que no leo mucho y tampoco estoy pegado todo el día a internet. Si no fuera por el SRM (el potenciómetro), el ordenador no estaría en mi maleta.

-¿Qué otros deportes le seducen?-Para ver en la tele, casi todos. Y para practicar, me gustaría jugar bien al tenis, subirme en un fórmula 1 o en una moto GP...

-Sus dos equipos de ciclistas aficionados, ¿qué representan exactamente en su vida?-Una ilusión, una motivación muy grande y son el futuro del ciclismo español. Con ese objetivo se han creado y se está trabajando. Hay que seguir creciendo y ver la posibilidad de un patrocinador lo suficientemente potente para dar continuidad y crear un equipo profesional. No me lo planteo como una cuestión laboral para mí. Si sale un sponsor, sería un grupo profesional. Si no, se quedaría como está.

-España es número uno en todas las clasificaciones, pero solo usted logra que TVE compre los derechos del Giro...-No sé los intereses que habrá detrás de eso. También ha conseguido otras carreras, en las que no voy a estar yo...

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