Mucho se habló y cantó la pasada temporada el más que ilusionante concepto de Ginés Marín , la máxima figura novilleril del momento. Gusta su expresión, con estampas de aire antiguo, y sorprende la inteligencia del novel. Cuestión de talento. Y talante...
Nacido en 1997 en Jerez de la Frontera, se forjó como torero en la Escuela Taurina de Badajoz desde 2010 hasta 2013. Un año después, en la Feria de Olivenza -su casa-, debutó con picadores. A partir de ahí, su nombre empezó a sonar con fuerza en el mundo taurino con premios como e l Zapato de Oro .
Líder de su escalafón en 2015, esta temporada asume el reto y el sueño de su vida: la alternativa. Apoderado por la FIT y con José Cutiño como guardián, Ginés se convertirá en matador de toros en el coliseo francés de Nimes el 15 de mayo. Pero seis días antes, el 9 de mayo, en plena Feria de San Isidro , hará su presentación y despedida de novillero en Madrid, con casi toda seguridad con ganado de El Parralejo . A la antigua, como cuando pasar por Las Ventas antes de doctorarse era (y es) cuestión mayor. Dos retos broncíneos, dos sueños dorados.
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