Juan Antonio Ruiz «Espartaco»
Juan Antonio Ruiz «Espartaco» - ANGEL DE ANTONIO

Espartaco: «En Sevilla expuse todo mi prestigio profesional por un tema personal»

Ovacionadísimo discurso del maestro durante la entrega del VIII Premio Taurino de ABC

MADRID Actualizado: Guardar
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«Catalina, señor ministro, autoridades, amigos todos...

Tengo que decir que esta tarde estaba como muy nervioso y cuando he entrado aquí mucho más. Primero porque es un premio al que he tenido el privilegio de ser jurado durante estos años y sé la cantidad de situaciones y cosas que se necesitan para obtener este premio y la importancia que tiene. Si hubiese sido jurado, este año mi voto habría sido para López Simón, lo tenía claro, respetando a todos los demás compañeros. Pero nunca suponía que yo, ya retirado, iba a tener la posibilidad de obtener este premio.

Quiero contar un poquito lo de Sevilla, porque surgió aquí el año pasado.

Como les digo a mis hijas Isabel y Alejandra, que están aquí esta noche, lo que me emociona mucho porque son mi vida entera -mi hijo está estudiando fuera y no ha podido estar-, lo importante de los sueños es intentar conocerlos.

A veces los toreros todavía seguimos soñando con cosas que son imposibles. Para mí era imposible verme toreando otra vez en Sevilla; no quiere decir que no tuviera esa ilusión, que la tenía, pero tenían que reunirse muchas condiciones. Cuando Ramón Valencia me lo propone, yo tenía la ilusión y el sueño de darle la alternativa a un chaval de mi pueblo, pero yo en mi interior también deseaba que no ocurriera, porque era una responsabilidad muy grande.

Cuando vengo aquí el año pasado a entregar el premio, en la mesa estoy con Enrique Ponce y empezamos a hablar de la Feria de Sevilla y vemos que hay problemas con los carteles. Me dice que él no torea el Domingo de Resurreción, que la Semana Santa quiere estar con sus hijas y su mujer, y que pro ecnima de cualquier cosa está su familia. Y yo decía: "Dios mío de mi vida, cómo le digo yo a Enrique que un momento dado me van a tocar para Sevilla". Cuando surge esta situación y me vuelven a llamar, digo: "Dios mío, que ya lo tengo encima, era lo que siempre he estado soñando pero que nunca quería que llegara". Y llegó el día de una decisión importante: no o sí. Para mí fue un momento muy complicado. La primera persona a la que hablé de esto fue a mi amigo Victorino Martín: "Puede ocurrir esto..." Y él me dijo: "No lo pienses. Es el momento de hacerlo. Tienes que hacerlo". Yo le décía: "Es una decisión muy difícil, muy fuerte". Él me decía: «Si quieres hacerlo, el momento es ahora".

Vengo a contar todo esto porque indudablemente quiero agradecer a ABC y a los miembros del jurado la posibilidad que me han dado de ganar este premio. Premio que yo no soy de los que dice si soy merecedor o no, porque me gusta más hablar de los demás que de mí mismo, pero pienso que es merecido por una parte. Yo soy un torero con 53 años, que realmente no tengo la capacidad suficiente para competir con toreros como López Simón y los toreros de hoy en día, porque están muy por encima y ellos son los lideran el escalafón y los que hacen cosas importantes a los toros. Dicho todo esto, creo que hay toreros merecedores de este premio. Compararme ahora mismo con López Simón es casi imposible, porque hay un abismo entre lo que él hace y lo que yo podría hacer ahora. Lo digo de corazón.

Pero tengo que decir también que me merezco este premio porque creo que, en contra de todo el mundo que me quiere, antepuse todo mi prestigio profesional por un día. Todo el mundo sabía que era muy difícil que eso saliera bien, porque lo que toreé fueron cuatro o cinco erales y ocho vacas. Porque era Sevilla, porque era el Domingo de Resurrección, porque era una plaza que me lo ha dado todo y donde yo tenía un compromiso muy fuerte. Y exponer todo tu prestigio profesional... Porque era difícil que saliera bien con el tipo de toro que sale en una plaza de primera y con la responsabilidad que conlleva nada más que hacer el paseíllo en Sevilla.

Antepuse todo eso por un tema personal de un momento dado en que han necesitado a una persona, bien sea la empresa, bien sea la ciudad, bien sea la afición. Y sabía que no podía estar nunca a la altura de las grandes figuras del toreo, pero sí era un paso especial para demostrar que en el toreo hay muchas personas capaces de anteponer todo su prestigio profesional por el personal, incluso pase lo que pase.

Yo creo que esa es una de las grandezas de la Fiesta, y en los tiempos que corren en el que todos nos intentan enseñar valores, que nos intentan enseñar responsabilidad, disciplina, respeto, yo creo en ese respeto y ese amor a nuestra profesión, a nuestra Fiesta, hacia la vida. Por eso estoy muy contento, muy feliz, y es la primera vez que me acompañan mis hijos a un premio, porque siempre he intentado que estén apartados, pero este premio creo no es un premio a lo profesional, porque en los profesional hoy hay grandiosos toreros que lo merecen mucho más, pero sí en lo personal, por el esfuerzo que tuve que hacer y anteponer todo lo que hice en mi vida como torero, exponerlo a un día en que reaparecía y me retiraba delante de mis hijos, algo que preocupaba mucho, para mí ha sido lo más importante de mi vida. Por eso quiero daros las gracias de corazón y ojalá ese respeto al mundo del toro, a los toreros, a los aficionados, sepa calibrar realmente lo que somos, cómo sentimos y cómo vivimos, y que de verdad ponemos nuestra vida siempre en juego por los demás sin esperar nada a cambio. Ojalá en estos momentos que estamos viviendo todo el mundo piense de esa forma y podamos llevar a España al sitio que se merece. Muchas gracias y un abrazo para todos».

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