Los Cordobeses comparten su primera puerta grande en Morón

El pasodoble dedicado a El Cordobés padre abrió el paseíllo con algunos minutos de retraso. La expectación era máxima por saber si Manuel Benítez acudiría al coso Manuel Morilla de Morón que el mismo inauguró hace dieciséis años en un cartel con Enrique Ponce y El Juli. Pero Benítez, el primero de los Cordobeses, fue el gran ausente de la tarde.

La ovación fue atronadora. Diego Ventura a caballo despejó plaza para Manuel Díaz y Julio Benítez que salieron al ruedo rodeados de una marea de fotógrafos y cámaras de televisión que no querían perderse la primera actuación de los dos hijos del quinto califa del Toreo. Los hermanos, por primera vez juntos en un cartel, mano a mano, junto una máxima figura del toreo a caballo.

Ventura, que cuajó una gran actuación y cortó tres orejas, reunió a los hermanos antes de que saliera el primer toro, para dedicarles unas palabras. Luego fueron ellos quienes las compartieron en el callejón mientras el rejoneador realizaba la faena. Fueron las primeras confidencias de ambos.

Ausencia de Manuel Benítez

Despejada la incógnita de la ausencia de Manuel Benítez quedaba saber quién se llevaría el triunfo en el ruedo y si habría brindis. Hubo que esperar hasta el final. En el sexto, fue Julio quien le brindó a Manuel, en el abrazo fraternal más esperado. El de la primera faena de Manuel fue al público. Dos orejas cortó el mayor de los hermanos después de una labor de larga duración con un toro noble y repetidor que dejó hacer de todo al torero. Se gustó al final de la faena con el salto de la rana y desplantes de rodillas que conectaron con el respetable de forma rotunda. La dedicatoria del quinto fue a su hijo y la ovación volvió a rugir cuando Manuel se dirigió a los terrenos del tendido 7. De nuevo fue una faena efectista con muchos guiños al respetable que culminó dando la vuelta ruedo rodeado de niños, entre los que estaba su hijo.