«Circo mágico»: Érase una vez

En la historia que envuelve los formidables números que Productores de Sonrisas han reunido en su « Circo mágico » nos encontramos con un viejo árbol que habla, el Gran Libro de la Sabiduría en el que todo está escrito, el mar de las constelaciones, los enigmas del zodiaco, la danza de los planetas, el Merlín artúrico, ecos druídicos y criaturas fantásticas. Suso Silva , Premio Nacional de Circo 2003, ha cosido todo en un cuidado espectáculo concebido para el público familiar y en el que el buen acabado estético va a la par con la exigencia artística.

El menú estrictamente circense es fantástico. De las transiciones se ocupa el gran clown italiano Davis Vassallo , tercer eslabón de una aplaudida genealogía de payasos y capaz de realizar tan peliagudos como cómicos ejercicios sobre la cuerda floja. El programa contiene números espectaculares como los de acrobacia y báscula que sirve la Troupe Zola , procedente de Mongolia; la tremenda demostración de mano a mano -«handstand» en la jerga del oficio- que realiza el también italiano Togni Cristopher , apabullante combinación de músculo y equilibrio, y las perfectas acrobacias en pareja ejecutadas por el Dúo Alansia, compuesto por los ucranianos Oleksii y Anastasiia Mishchenko .

Anoten también otras citas con el asombro: la estatua de dos cabezas que gestiona con pasmosa habilidad el francés Jérôme Murat , anunciado como el mejor mimo del mundo; los simpáticos números de magia a cargo del Merlín que encarna Manuel Feijóo ; los vertiginosos cambios de vestuario que protagoniza la pareja española Royal Quick, compuesta por Iraida Peña y Miguel Ángel Galacho ; la original ración de acrobacias, gimnasia y contorsionismo ofrecida el sensual trío ucraniano Essence ( Olena Kosiuchenko, Larysa Semeniuk y Olha Shutiak ), y las evoluciones ingrávidas que realiza cabeza abajo la húngara Alexandra Buzás . Una oferta magnífica para pasar una estupenda tarde de circo .