Música

The New Raemon & McEnroe: «Ha sido una experiencia fantástica, no tiene por qué acabar aquí»

«Lluvia y truenos» es el primer fruto de la alianza entre dos de los cantautores más respetados de la escena independiente

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El disco que ha unido a Ramón Rodríguez y Ricardo Lezón, líderes de las bandas The New Raemon y McEnroe, ya empieza a sonar bien fuerte para las listas de lo mejor de 2016. Se trata de doce canciones grabadas en los estudios La Mina de Sevilla durante la pasada primavera, que componen un relato de gran hondura emocional y placidez musical al que han titulado «Lluvia y truenos», y en el que han compartido las labores de composición «fifty-fifty» hasta casi fusionarse en un solo autor. Los dos nos reciben en las oficinas de la discográfica Subterfuge, en el centro de Madrid.

El título del disco, incluso la portada, evocan una tarde encerrado escuchando música.

(Ramón Rodríguez) Ahora que lo dices, es una imagen que me parece muy acertada, y relacionada con lo que es el disco en sí.

Hemos hecho este álbum porque queríamos trabajar juntos, y estamos muy contentos de haber quedado satisfechos. Y sí, es un disco que me pondría en mi casa una tarde de lluvia, recogidito.

(Ricardo Lezón) Es un disco que suena a madera y recorre muchos paisajes diferentes. Hay canciones más nerviosas y otras más calmadas, habla de muchas cosas y me da una sensación de paz que me gusta mucho. Yo me lo pongo mucho en casa.

Creo que la idea fue de Ramón.

(R.R.) Sí, llamé yo a Ricardo para proponérselo.

(R.L.) Me llamo Ramón, sí, fue una sorpresa. Creo que tardé tres segundos en contestarle que sí.

¿Le sorprendió que fuera tan fácil convencer a Ricardo? Lo digo más por sus propios compromisos, etc.

(R.R.) Sí, porque en el fondo con estas cosas nunca se sabe. Se lo propuse hace un par de años, justo cuando los dos íbamos a publicar nuestros discos, «Rugen las flores» con McEnroe y yo «Oh, rompehielos», y sabíamos que íbamos a estar una año girando con ellos, así que tendría que ser después.

(R.L.) Dije inmediatamente que sí porque siempre me ha interesado Ramón como artista, me gusta su manera de vivir y tratar la música y sus canciones por supuesto, así que para mí había poco que pensar.

¿No les dio miedo que la idea se diluyera en el tiempo?

(R.L.) Una idea asi no podía diluirse. A mí me daba mucho respeto, era la primera vez que colaboraba de esta manera con alguien. Tengo mi proyecto Viento Smith junto a otros músicos como David Cordero y he colaborado puntualmente con Miren Iza de Tulsa, pero hacer un disco entero y con alguien como Ramón era un reto muy ilusionante. Yo le sigo desde sus inicios en Madee y despues he seguido toda su carrera en solitario, y tener la oportunidad de hacer algo juntos no podia diluirse. Creo que todo siguió su orden y tiempo natural, y eso ha sido vital para que esté tan contento con el resultado.

(R.R.) Es que en realidad la idea surgió hace cuatro años, pero tardé dos en llamarle. Tenía mis dudas, lo típico: «Pero si no me conoce, si sólo hemos hablado un par de veces…». Nos caíamos bien pero no teníamos todavía esa confianza. A mí no hay ninguna canción suya que no me guste, así que sabía que tenía que ser con él. Y fue cuando salió «Rugen las flores» cuando dije: «Este disco es una maravilla, le voy a llamar ya de una vez, que al final no voy a ser capaz de estar a su altura». En realidad fue una historia muy curiosa, porque yo era fan suyo desde hacía mucho, y él era fan ya de mi anterior grupo, Madee.

¿Cómo definieron la estructura del disco, con seis canciones de cada no?

(R.L.) Fue muy natural también. El reto era conseguir hacer que sonara como una unidad, mezclar las canciones y que esa mezcla funcionara.

(R.R.) Eso fue surgiendo a medida que íbamos montando el repertorio. Como sabíamos que todo el mundo iba a detectar quién era el padre de cada canción, pues decidimos ir a la par.

Efectivamente, el resultado tiene mucha unidad.

(R.R.) Eso es lo que hemos buscado. Por ejemplo, cuando grabé el disco con Francisco Nixon y Ricardo Vicente no había tanta unidad, porque no nos metimos en la cocina del otro.

(R.L.) Sí, ese era el objetivo, que sonara a disco, no a una sucesión de canciones sueltas. El trabajo del productor Raúl Perez fue fundamental, lo entendió desde el minuto uno y el resultado fue de diez. También el haber estado en La Mina una semana concentrados con Javi, Marc, Edu, David, Noe, es decir, conviviendo como una banda, fue un acierto enorme. El resultado de todo eso ha sido que el disco tenga su propia personalidad.

¿Y no hubo ninguna premisa inicial?

(R.R.) No, porque tenemos una personalidad muy marcada y venimos del mismo lugar. No hemos tenido que discutir nada. Nos enviábamos canciones, el otro las arreglaba, etc… Él a veces me enviaba notas de voz. Por ejemplo, cuando me envió la primera, le pregunté: «¿te importa si pruebo unas cosas?». El me contestó que por supuesto, que hiciera lo que quisiera… y al día siguiente se la devolví entera, con sus coros, sus pianos, sus bajos, con todo. Él flipó bastante y se puso las pilas desde entonces, porque yo no le había mandado sólo una canción, le había mandado tres o cuatro ¡jajaja!

(R.L.) Sí, en aquella epoca yo vivia en Noviales, una aldea soriana donde apenas había cobertura y solo tenía una guitarra, así que le mandaba mis canciones grabadas con el teléfono y él las arreglaba y me las devolvia. Creo que fue una suerte que fuese asi, desde luego para mí lo fue, le dio un rollo muy curioso a todo.

Póngame un ejemplo de esa interacción.

(R.R.) Pues por ejemplo, una canción como «Gracia», es mucho más rápida y más pop de lo que me envió inicialmente. Ricardo es más de medios tiempos, baladas o slowcore, y yo quise darle la vuelta. Metí un bao tipo de Joy Division y doblé la velocidad de la batería. Eso le dio otra dimensión y a la vez hizo que todo se fusionase, al ser un trabajo de equipo en el que uno va abriendo puertas al otro.

(R.L.) También creo que es la canción que mejor lo explica. Era una canción mas reposada y él la convirtio en una canción mas nerviosa sin que perdiera encanto ninguno. Hay más ejemplos: «Barcos» era una canción a la que yo no le pillaba el punto, y con sus arreglos lo encontramos.

¿Quién ha aprendido más cosas nuevas? ¿Quizá Ricardo, por aquello de que usted ya ha hecho muchas colaboraciones?

(R.R.) Él tiene el proyecto paralelo de Viento Smith, pero no deja de ser una banda. Al ser este su primer proyecto colaborativo, pues quizá sí. Ahora con perspectiva, él me ha comentado que está muy orgulloso de lo que ha aprendido trabajando conmigo. Y me gustó mucho que dijera la palabra «trabajar», porque el hecho de que alguien a quien admiras entienda que lo que he hecho es un trabajo, no un hobby, es muy gratificante.

(R.L.) Bueno, yo le enseñé a Ramón como se hacen unos spaghettis boloñesa de verdad, ¡jaja! No, en serio, yo he aprendido mucho viéndole trabajar. Por ejemplo Ramón es un cantante tremendo y verle trabajar con las voces ha sido brutal, igual que el tema de las nuevas afinaciones para guitarras, etc. Creo que tenemos una manera de vivir y sentir la música muy parecida, y verlo reflejado en él teniéndolo tan cerca es algo genial.

¿Por qué grabaron en La Mina, en Sevilla?

(R.R.) Porque lo eligió él, que graba siempre allí con McEnroe. Y me ha parecido fantástico porque así he conocido un sitio nuevo y he conocido a Raúl (Pérez, el productor). Cada uno iba decidiendo unas cosas. Él dijo que quería a Edu de McEnroe para grabar baterías, pues vale. Yo dije que quería a Javier Vega para los bajos, y voy a traer a mi percusionista, Marc Clos. Pues vale. Cada uno iba encontrando su espacio. Luego, por ejemplo, el orden de las canciones lo hice yo, con su sentido conceptual, etc.

(R.L.) Es un lugar especial y quería que Ramón lo conociese. Desde que lo descubrí siempre grabo allí. Aparte de que Raúl es por caracter y talento un crack, grabando también ha conseguido crear un ambiente de calma que acaba apareciendo en el disco. Todo se hace con sentido, sin urgencias, y quería que eso estuviera presente en «Lluvia y Truenos».

«El vinilo es indispensable, pero también publicamos el disco en cassette»

¿Cómo serán las presentaciones en directo?

(R.R.) La idea es hacer una gira al uso. Tenemos ya ocho fechas -la primera fue en Barcelona el pasado día 9, con sold out- incluyendo el Low Cost Festival.

(R.L.) Actuaremos en sitios en los que no he tocado nunca y que me hace mucha ilusión, como el Circo Price de Madrid el 27 de enero. Tocaremos el disco de pe a pá y después haremos canciones que nos gusten.

¿Cuál será su banda? ¿Los músicos que han participado?

(R.L.) McEnroe está un poco en barbecho, Edu y Pablo van a ser papás en breve así que hemos decidido hacerlo con la banda que acompaña a Ramón. Yo ya les conozco y voy encantado.

(R.R.) Es más práctico porque vivimos todos en Barcelona, y así solo tiene que moverse Ricardo para ensayar, ¡jaja!

¿Tienen sus canciones favoritas del disco?

(R.R.) Acostumbro a no pensar mucho en eso. Pero con «Gracia» lo vi un poco claro, porque tiene aire de single. De las canciones que sólo canto yo, la que más me gusta es «Cuadratura del círculo», que tiene un caminar muy especial, entre Neil Young y Sun Kil Moon.

(R.L.) Estoy superorgulloso del disco y lo escucho muy a menudo, pero si tuviese que quedarme con alguna sería «Lluvia y Truenos», y también «Por fin los ciervos» porque es la preferida de mis hijos.

¿Se han quedado con ganas de más? ¿O es pronto para decirlo?

(R.R.) No, no, seguro que haremos algo más juntos. Yo de hecho lo haría ya, porque con este proyecto me he liberado de mucho peso. Al ser solista, compartir responsabilidad está muy bien. También tuve una banda, que tiene sus pros y sus contras, y ahí también compartes responsabilidad. Pero llevo diez años en solitario, y hacer todo solo es mucho trabajo. En vez de escribir diez canciones, ahora he podido escribir cuatro, cinco o seis cuidándolas mucho más.

(R.L.) Para mí ha sido una experiencia fantástica y no tiene por qué acabar aquí.

¿Quizá graben un EP en breve o algo así?

(R.R.) No sé, no soy muy de EPs, creo que es un formato que no acaba de trascender. Todo el mundo pasa un poco de ellos. Yo los utilizo para sacar canciones que se quedaron fuera de discos, o para otras rarezas.

(R.L.) Hay muchas maneras de hacerlo. Ya veremos. Lo mismo hacemos una canción que un disco triple.

De «Lluvia y truenos» habrá edición en vinilo, claro.

(R.R.) Sí, por supuesto, y hasta en cassette, ¡jajaja! Yo saqué una con «Oh, rompehielos», porque me hacía mucha ilusión. Y esto ha sido otra cosa romántica. Además es que suena mejor que el MP3, tiene más información para tus orejas, y es cómodo y barato de fabricar. Cuando fui con el grupo de mis hijas (Mourn) de gira a Estados Unidos, se veían cassettes en todas partes, los grupos que empiezan no graban CDs, graban siempre cassettes.

(R.L.) El vinilo es indispensable, y lo de las cassettes a mí también me hace mucha ilusión, es un formato que me encanta y que daba por enterrado, me recuerda a mi infancia.

FECHAS

20 enero 2017. Valencia sala Rock City

21 de Enero 2017 Murcia sala Gaje Beat Club

27 de enero Madrid. Teatro Circo Price + SOLO ASTRA

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