Los Punsetes
Los Punsetes - Ricardo Roncero
Música

Los Punsetes: «Si te gusta mucho la música tienes que odiar al menos a tres o cuatro grupos»

La banda que revolucionó la escena independiente con su ironía feroz y su puesta en escena vuelve con «¡Viva!»

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El disco de debut de Los Punsetes provocó en 2008 un pequeño terremoto en la escena independiente madrileña, que pronto se extendería a todo el territorio nacional gracias a una puesta en escena de las que no dejan indiferente. Conquistaron a unos por su valentía para decir lo que todo el mundo piensa sin morderse la lengua, y a otros por sus melodías de apariencia sencilla pero con vocación de himno generacional. Sus tres trabajos siguientes fueron igual de bien recibidos por sus fans y por la prensa especializada, que ahora señala a su quinto álbum como la obra definitiva del quintento. Producido por Pablo Díaz-Reixa «El Guincho», salió a la venta el pasado viernes con el título de «¡Viva!» (edita Mushroom Pillow).

¿Qué tal funcionaron los primeros adelantos del disco?

(Manuel Sánchez, guitarra) Muy bien, mejor de lo esperado incluso. Parece que los fans han visto que hemos dado un paso adelante, así que estamos contentos.

Este álbum suena más duro, por decirlo de alguna forma. ¿Buscaban ese sonido?

Sí, lo hemos buscado. El concepto con el que hemos trabajado ha sido el de buscar el sonido de la banda tocando en directo, al contrario que en el disco anterior. Ahora hemos grabado tocando todos juntos, y el anterior fue un disco más trabajado en post-producción, en el que grabamos los instrumentos por partes, cada uno por separado.

Seguir contando con Pablo («El Guincho») en la producción era algo que tenían claro.

Sí, estaba claro que seguiríamos con Pablo, porque nos entendemos muy bien con él, y también porque es un productor que puede trabajar desde diferentes ópticas, desde diferentes ángulos artísticos. Por eso, cambiando la forma de grabar hemos seguido teniendo la misma afinidad, y además él ha elegido el estudio donde grabamos, ha buscado al mezclador... es como nuestro productor artístico. Es un productor muy artista, y nosotros estamos muy cómodos con esa forma de trabajar. Y confiamos mucho en su perspectiva.

Imagino que Pablo no es de los que entregan el resultado de su grabación a cualquier mezclador.

¡No! Efectivamente. Él hizo una especie de casting de mezcladores, y a nosotros nos apetecía mucho trabajar con alguien de fuera para tener otra perspectiva así que nos quedamos con David Petite, que ha hecho un trabajo brutal. Ha trabajado con Tame Impala, A$AP Rocky, Natalie Imbruglia... ha hecho cosas muy variadas.

Veo que se pone cada vez más de moda buscar mezcladores fuera de nuestro país.

Es que es una posibilidad que ahora está ahí, gracias a las tecnologías. Antes no se podía hacer tan fácilmente, pero ahora es cosa de enviar un mail con todo el material que has grabado, y no es mucho más caro. Dicho esto, yo creo que en España hay muy buenos mezcladores.

¿Lo de grabar en directo fue idea de Pablo, o lo decidieron ustedes antes?

Lo decidimos nosotros, es que nos apetecía mucho. Normalmente intentamos hacer algo diferente en cada disco, y aunque siempre nos quede algo con la marca de la casa de Los Punsetes y sonamos parecidos, queremos dar alguna vuelta a lo que ya hemos hecho anteriormente. Esta vez le dijimos a Pablo que intuíamos que las canciones debían ir por ahí, y él lo vio claro enseguida.

Ahora que han probado los dos métodos, ¿con cuál se quedarían? ¿Grabación por partes, o en directo todos juntos?

Me parece que los dos tienen sus atractivos. Por ejemplo, una canción como «Nit del alba», la que cerró el disco anterior, no podríamos haberla grabado así, porque es un tema que se trabajó muchísimo y sobre el que Pablo añadió muchísimos detalles. Cada canción pide una forma de trabajar.

¿Han tardado más en grabar, o menos?

Yo creo que siempre tardamos lo mismo, porque en un grupo como el nuestro las grabaciones son rápidas. En un fin de semana grabamos las bases, y en otro par de días lo demás.

¿En el aspecto lírico han dado también alguna vuelta de tuerca?

Sí, yo creo que nuestros textos siempre hablan de nuestras experiencias vitales y de nuestra forma de ver las cosas, pero en este disco, sin estar muy premeditado, hay una homogeneidad, una idea que recorre todo el disco, que es la de un narrador que lo ve todo desde lejos con un poco de asco. Eso no estaba en el anterior disco, que era más de canciones. Nosotros normalmente hacemos más canciones, y sin embargo en «¡Viva!» hemos hecho más un disco. Yo creo que influye el hecho de que hemos escrito las canciones en un período de tiempo más corto. Han sido tres o cuatro meses componiendo, y no hay canciones muy antiguas. Otra veces arrastramos la composición durante un año y medio, y eso esta vez no ha sido así.

¿Les han quedado muchos descartes?

De lo grabado está todo, menos una canción que la grabamos sin mucha intención de que saliera, que es más tranquilita, y que ahora está en manos de Pablo y no sabemos qué vamos a hacer con ella. Además de eso, hubo dos o tres que no llegamos a grabar.

Al ser un disco más homogéneo, ¿ha sido más complicado secuenciar el orden de las canciones?

De eso se suele encargar más Jorge (guitarra), que intenta ordenarlas de forma que se cuente una historia, una narración. Yo soy más de ordenar las canciones para que funcionen de forma musical, pero eso servía más para el disco anterior por ejemplo. En este se tenía que imponer la narración y por eso Jorge se llevó el gato al agua (risas).

Uno de los adelantos fue «Tu puto grupo». El faranduleo musical tiene mucho jugo, ¿no?

(Risas) Sí, ya sabes... Es un poco hablar sobre la escena de ser fan de la música... Porque si te gusta mucho la música tienes que odiar a tres o cuatros grupos, eso es así. Tres o cuatro por lo menos, si no, háztelo mirar. Y lo digo como grupo odiado por muchos.

¿Y si le preguntara cuáles son esos tres o cuatro grupos?

Hombre, sería un poco ordinario decir nombres, sobre todo porque nuestra escena es muy pequeña y quieras que no, al final te ves tomando unas cañas cualquier día con ellos, y no es plan (risas). Sobre todo porque suele pasar que cuando luego les conoces te gustan más sus canciones (risas).

¿Recomendaría este disco para conocer a Los Punsetes por primera vez?

Sí, yo creo que es un buen disco y que representa muy lo que es el grupo hoy en día. Aunque en el fondo, no veo que seamos muy distintos en cuanto a ética y estética del grupo que empezó. Ahora está todo más pulido en muchos aspectos, por eso creo que «¡Viva!» es un buen representante de Los Punsetes.

¿Se dedican exclusivamente a esto? Siendo uno de los grupos más famosos de la escena «indie», uno pensaría que sí...

Todavía no podemos. Ya veremos qué pasa, pero por ahora mantenemos nuestros trabajos y compaginamos como podemos.

Este verano irán a muerte imagino...

Sí, sí. Nuestra idea siempre que sacamos un disco es tocarlo mucho, darle mucha vida. De hecho, el calendario del directo marca mucho nuestro calendarios de discos. Con «¡Viva!» vamos a ir a un montón de sitios, y quedan unos cuantos por anunciar.

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