Los años dorados de la ranchera llevan sus nombres
Los años dorados de la ranchera llevan sus nombres - ABC

Juan Gabriel y Rocío Dúrcal, del amor al odio

Los dos cantantes unieron sus nombres en discos y conciertos que marcaron una época, pero acabaron mal por un laberinto de pasiones

MADRID Actualizado: Guardar
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Para muchos aficionados españoles a la música, los nombres de Rocío Dúrcal y Juan Gabriel están unidos en un puñado de emocionantes discos, cinco grandes producciones como «Juntos otra vez», y los trabajos publicados por la llorada cantante española en los que se anunciaban canciones del ídolo mexicano que acaba de fallecer de un infarto al corazón. «Rocío Dúrcal canta a Juan Gabriel», era una frase en las portadas. Pero de aquella relación que marcó la actualidad de los escenarios en los años ochenta y noventa, poco queda, más que los discos. La hoguera de éxito y amistad fue eso, una etapa que ardió y se convirtió en ceniza.

Hace diez años ya, en 2006 en una entrevista, Shaila Morales, la hija menor de Dúrcal y Junior negó la posibilidad de que ella actúe en el programa de conciertos que Juan Gabriel tenía previsto ofrecer en México con motivo de sus 35 años de carrera artística.

«No me interesa. No quiero hablar de ese desgraciado. Mi mamá se fue muy dolida por lo malo que le hizo», declaró la joven. Shaila destapaba la caja de los truenos de un secreto a voces porque no le gustaría que el autor de canciones como «Costumbres» y «Amor eterno» la apoyara en su carrera artística como hizo años atrás con su madre. «No me interesa, no quiero hablar de ese desgraciado hecho, toda la familia está muy lastimada por las actitudes que tuvo con mi madre», apuntó la joven intérprete sin dar mayores detalles.

Serían viejas cicatrices familiares pero Shaila definía al «divo de Juárez», como se conoce popularmente a Juan Gabriel, como «un gran artista», pero «como ser humano no vale nada». Dúrcal había conocido en 1977 a Juan Gabriel y logró un gran éxito tras grabar un álbum entero con los éxitos del cantautor a ritmo de ranchera, un estilo al que uniría para siempre su carrera.

Hoy es posible recordar la entrañable amistad que después fue fallida entre ambos. Y sobre todo preguntarnos: ¿por qué acabó tan mal, con el inmenos éxito que ambos aseguraban a la industria? Después del primer disco de Rocío con los éxitos de Juan Gabriel nació aquella amistad que todos creían muy fuerte en el mundo musical. El dúo de sus nombres unidos se transformó en vitola de éxito asegurado y ambos vivieron años de ventas millonarias.

En diversas entrevistas la cantante española hablaba de aquella relación con cariño, de las cartas que se enviaban y de las confidencias que se hacían los dos grandes de la música latina. Pero también dijo alguna vez que era un hombre con excesiva dureza de carácter y ello había traído discordia entre ambos.

La razón pasional de la ruptura

Los éxitos continuaron durante al menos seis volúmenes de rancheras. Pero esa etapa acabó de súbito y a Rocío Durcal se le prohibió cantar los temas del «Divo de Juárez». Ello fue el síntoma del deterioro de aquella relación personal que adornaba el éxito de ambos y el gusto del público por sus duetos.

Tardaron en verse, más de diez años. Fue en 1997 cuando lanzaron ese citado «Juntos Otra Vez». Lo cantaron con gran éxito en el Festival Acapulco y en en Jalisco. Pero ya había trascendido su deteriorada relación.

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Todo estalló, según cuenta hoy Univisión por entonces, mientras Rocío Dúrcal grababa un videoclip de uno de sus temas, «La Girnalda», en Puerto Vallarta. Ella percibió la presencia de unas cámaras de televisión, enviadas por Juan Gabriel para captar algunos aspectos del rodaje. Y la tormenta se desató. Rocío prohibió la entrada y marcó para siempre su diatancia con el cantante.

La cosa fue a peor y entraron, ambos, en una guerra personal. La cantante nunca dio muchos detalles de lo que fue ocurriendo ni de las razones que había detrás de la abrupta ruptura de la amistad. Allí llegaron las consecuencias. Ambos suspendieron la gira internacional que tenían planeada. Y se despedían para siempre de su público.

La prensa publicó la revelación

Hasta la muerte de Rocío, nunca jamás se reconciliaron. Pero tras la entrevista de Shaila, en 2008 la prensa siguió investigando. El abogado de de «Juan Gabriel», Joaquín Muñoz, daba a conocer una publicación titulada «Juan Gabriel y Yo», en la que explicaba que las razones por el distanciamiento entre Rocío y el cantante se debían a la supuesta infidelidad de su entonces esposo Junior con el «Divo de Juárez».

La polémica estalló y en aquella publicación se llegaba a dar un detalle demoledor: que Rocío había encontrado a Juan Gabriel en la cama con Junior. Lógicamente, la cosa acabó en los tribunales. Así que nunca mejoró la relación, sino que hasta la muerte de ambos ha quedado marcada por aquel episodio.

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