El completo estudio, publicado en «The Conversation» , determina que las muertes accidentales entre los músicos son casi diez veces más habituales, mientras que los suicidios se dan siete veces más. En el caso de los homicidios, están relacionados con miembros de la industria musical en un porcentaje casi ocho veces superior al del resto de la población.
Teniendo en cuenta que la esperanza de vida ha aumentado en los últimos años (el promedio actual está alrededor de los 75), el estudio señala que en la última década los músicos murieron entre los 55 y los 60 años.
«Son claras evidencias de que no todo funciona bien en el mundo de la música», asegura Kenny, que considera «inquietantes» las conclusiones de su estudio. La investigadora se reafirma, además, en la creencia de que dichas conclusiones están relacionadas con los hábitos de vida propios del viejo lema de «sexo, drogas y rock and roll».
Las grandes estrellas de la industria musical viven 25 años menos que los demás
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