Lobo Antunes desvela que fue víctima de abusos sexuales con solo nueve años

El escritor portugués sorprende ante un auditorio infantil al narrar los tocamientos que le practicó su profesor de Moral

El escritor portugués Antonio Lobo Antunes EFE
Francisco Chacón

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António Lobo Antunes ha desatado la sorpresa en Portugal con sus revelaciones acerca del acoso sexual que sufrió de pequeño, cuando tenía nueve años. Ante un auditorio compuesto por veinte niños de 10 y 11 pertenecientes al Colegio de Salesianos, el eterno candidato portugués al Nobel de Literatura declaró en Lisboa: «El profesor de Moral del Instituto Camoes me tocó las rodillas y subió hacia arriba, por los calzoncillos».

«Sus manos me palpaban por debajo de la mesa del pupitre, pero no era agradable porque estaban sudadas y mojadas», prosiguió el escritor antes de dudar un instante porque se dio cuenta de que los asistentes eran muy jóvenes y se mostraban atónitos al escuchar esas palabras.

Pero decidió continuar. De hecho, sacó a la luz algunos detalles aún más morbosos, tal vez para concienciar a los chavales sobre unas prácticas que hoy tienen una amplia cobertura mediática.

«Un día me quedé estupefacto con una pregunta que me hizo el profesor en voz baja. ‘¿Tienes leche en la pistolita?’, me dijo». Y los menores que allí se encontraban comenzaron a reírse a carcajadas.

Lobo Antunes desconocía en aquel contexto a qué se refería el docente y por eso le contó el episodio a su padre, quien «se levantó y salió corriendo». La consecuencia fue que el maestro resultó suspendido en sus funciones y estuvo dos meses sin aparecer por el instituto.

«Cuando volvió, no le dejaron enseñar en el aula donde yo estaba. Así se solucionó el problema de la leche en la ‘pistolita’ de una vez por todas», manifestó en tono jocoso mientras se disponía a añadir: «Es extraordinaria la cantidad de cosas inesperadas que nos aguarda en cada esquina, a cada momento, a cada hora».

La charla con este artífice de una densa escritura se incluía dentro del ciclo «Escritores en el Palacio de Belém», impulsado por el presidente de la República lusa, Marcelo Rebelo de Sousa , quien le presentó como «un genio» y como «un Nobel sin precisar del Nobel».

Recuerdos de infancia

La conversación giró en torno a los recuerdos de infancia de Lobo Antunes y, cómo no, alrededor de sus hábitos literarios. «Continúo caminando de misterio en misterio, y los libros son una forma de responder a cada uno de esos misterios. Cuando dejamos de asombrarnos, es porque nos convertimos en viejos. Yo sigo asombrándome con las cosas que pasan en el mundo».

Después de publicar su más reciente obra en su país, «Até que as pedras se tornem mais leves que a água», el autor de 75 años explicó: «Escribir es conversar con voces. No veo personas, oigo voces. Se trata de un oficio que requiere paciencia».

Del mismo modo, realizó una confesión: solo contaba cinco años cuando escribió su primera novela , plasmada en unos folios que acabó entregando a su madre.

Pero la velada con los alumnos de Salesianos todavía deparó una sorpresa más, porque Lobo Antunes cautivó su atención cuando les dijo: «No se olviden de mí. Recen por mi alma pecadora, si fueran creyentes».

Han transcurrido solo unas semanas desde que se sinceró con ABC en su domicilio lisboeta de Campolide , cerca de la Plaza de España. «Lo que escribo no sale de mi mente, ni es para curarme de nada, ni pretendo dejar a nadie sin respiración. Quizás escribo porque mi madre me enseñó a leer siendo muy pequeño. Desde entonces, no he dejado de hacerme preguntas y tengo pocas certidumbres», subrayó este admirador de Unamuno y Marsé , a quien le encanta proclamar a los cuatro vientos que nació «en una maternidad de prostitutas en el barrio de Benfica».

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