DARÁN QUE HABLAR

María Chaves: «El arte me permite salir de mi cabeza y, a la vez, permanecer en ella»

Miles de referencias en el dibujo de María Chaves: de la literatura gótica a los video-juegos. Esta joven artista tritura sus fuentes para dar pie a abigarradas escenas que invitan a posar la mirada con calma. Ella es de las que «Darán que hablar»

«Selfie» de María Chaves para «Darán que Hablar» M. C.
Javier Díaz-Guardiola

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Nombre completo: María Chaves. Lugar y fecha de nacimiento: Madrid, 29 de octubre de 1992. Residencia actual: Madrid. Estudios: Grado en Bellas Artes en el C.E.S. Felipe II, de la Universidad Complutense de Madrid . Ocupación actual: Artista visual y bebedora de café.

Qué le interesa. Normalmente, centro mi atención en las narrativas. A través de formas de dibujo sutiles, intento generar pequeñas tramas absurdas dentro de territorios inexplorados. Mi lenguaje es sobre todo el dibujo a lápiz, y en los últimos años estoy trabajando también con instalación de escultura y de sonido. Mi labor siempre ha supuesto para mí un grado de exploración y descubrimiento de lo que hay dentro de mi cabeza. A partir de la cultura popular de Internet, la literatura desde el siglo XVIII hasta la actualidad y los videojuegos, emergen historias inverosímiles y territorios en apariencia deshabitados.

«Sauce». A la derecha, detalle de la obra

De dónde viene. Destacaría una muestra, «Black On», en Cruce Arte y Pensamiento. Una exposición grupal que hicimos gracias a la complicidad de Daniel Lesmes, que nos dio mucha libertad a mis compañeros y a mí. «Gabinete del dibujo», en Casa Quemada, comisariada por Óscar Alonso Molina en el espacio cedido por Curro Ulzurrun, fue mi primera toma de contacto con el mundo del arte.

«Siempre me ha encantado leer y jugar a videojuegos, cosas que me ayudaban a nutrir historias fantásticas que traspasaba luego al papel»

También fui seleccionada para participar en la exposición «El final de la oscuridad y lo diverso», organizada con la colaboración de Injuve , Matadero Intermediae y UCM, comisariada por María Jesús Abad Tejerina. Mi primera individual, «Cartografía imaginada», en el Espacio Cultural La Espiral, me ayudó a gestionar mi obra en una exposición en solitario por primera vez. La segunda, a la que guardo especial cariño, fue «Nidal», en el espacio Despliegue. Me encantó montarla y realizarla, y me ayudó a hacer muchos clics en mi cabeza. Además, fue la primera gran instalación que hice mezclando dibujo y escultura.

«Baba-Yaga. Bosque». Obra perteneciente a la serie «Where Bluebirds Fly»

Supo que se dedicaría al arte en el momento en que… Desde que era una niña dibujaba y me inventaba mis historias, vivía más en mi cabeza que en el mundo real. Siempre me ha encantado leer y jugar a videojuegos, cosas que me ayudaban a nutrir historias fantásticas que traspasaba al papel. En la educación secundaria, mis padres me inscribieron en clases de arte, y desde entonces lo supe: eso era lo que siempre había querido y lo que iba a hacer. La carrera fue una reafirmación más del proceso.

¿Qué es lo más extraño que ha tenido que hacer en el arte para «sobrevivir»? Permanecer en el mundo del arte sin volverme loca. El arte es mi prioridad, y para seguir haciéndolo he trabajado y trabajo en cualquier cosa, desde vender maletas y bolsos hasta jabones y cremas, pasando por ser azafata, encargos de «books» fotográficos...

Detalle de dibujo perteneciente a «La Colmena»

Su yo virtual». Tengo de todo, Instagram (@maria._chaves) , facebook (María Chaves) y página web (mariachaves.jimdo.com). Utilizo internet para nutrir mi trabajo de forma constante. Acumulo imágenes de todo tipo que me interesan, que encuentro en redes sociales, foros, artículos de opinión, o incluso redes de imágenes como Pinterest o Tumblr.

«Siempre me ha gustado la fotografía y trabajo como asistente fotográfico para Adam Lubroth desde hace unos años. Fui cantante de gutural en un grupo de metal, aunque eso si que fue hace tiempo»

En estos años he conseguido elaborar un archivo con todas ellas, muy importante para mi obra. Antes de ponerme a trabajar, doy un paseo visual por ese conjunto, de forma que siempre hay residuos de imágenes en mis piezas. Por otro lado, varias de las formas que utilizo para construir mis proyectos parten de los videojuegos que más me gustan. Estos son una constante fuente de inspiración para mí, y tengo muchos álter ego en ellos.

Detalle de «Sueño de la Mamachonga», perteneciente a «La selva» M. C.

Dónde está cuando no hace arte. Sobre todo, leyendo. Me gusta la literatura desde niña, más la extranjera que la española. Leo cómics desde la adolescencia, y me encanta el maquillaje. Desde luego no lo hago de forma profesional, pero es muy divertido experimentar con mi cara. Siempre me ha gustado la fotografía y trabajo como asistente fotográfico para Adam Lubroth desde hace unos años. Fui cantante de gutural en un grupo de metal, aunque eso si que fue hace tiempo.

Le gustará si conoce a... Si hablamos de referentes atemporales, Piranesi me entusiasma. Artistas como Caspar David Friedrich , Burne-Jones, los prerrafaelistas, y la escuela del Hudson River siempre me han gustado. Hay dos ilustradores que también me interesan mucho: Moebius e Ivan Bilibin. Louise Bourgeois y Kiki Smith me parecen fantásticas. Aubrey Beardsley, Joseph Cornell... Me faltarían líneas.

«Varias de las formas que utilizo para construir mis proyectos parten de los videojuegos que más me gustan. Son una constante fuente de inspiración para mí y tengo muchos álter ego en ellos»

De mi generación, destacaría a mis compañeros de «Black On», Elisa Pardo, Ciprian Burete, Víctor Gutiérrez Pancorbo y Jan Matthews . Me encanta trabajar con ellos y son una fuente de ideas constante y enriquecedora. No tanto de mi quinta, me interesa mucho el trabajo de Blanca Gracia, Guillermo Peñalver , Alejandra Freymann, Estefanía Martín Sáenz , José Luis Serzo y Jesús Zurita. Sin tener tanto que ver con el arte plástico, videojuegos como la saga de Golden Sun o de Final Fantasy son grandes referentes para mí. A nivel literario, lo que más referencias ha dado a mi obra son los cuentos tradicionales y autores como H. P. Lovecraft o Alejandra Pizarnik , entre otros.

Dibujo perteneciente a «La Colmena»

Qué se trae ahora entre manos. Ahora mismo llevo varios proyectos a la vez, pues mi trabajo sigue hilos que confluyen al mismo tiempo. Todas mis narrativas están relacionadas unas con otras, de forma que trabajo con varias simultáneamente y las uno en algunos puntos. Trabajar de esta forma me ayuda a generar un universo mas amplio y con más coherencia.

Por un lado, estoy explotando tramas bastante amplias en dibujos grandes y con mucha información, y, por el otro, dibujos más sutiles, más vacíos pero mas sugerentes. Estoy inmersa también en un proyecto con Jan Matthews, relacionado con independizarnos, y buscando espacio para un proyecto que nos traemos Víctor Gutiérrez, Matthews y yo entre manos.

«Mi trabajo tiene un gran componente de evasión, y aún así la propuesta encuentra eco en el imaginario y pensamiento de otras personas»

Además estoy experimentando con diferentes formas de documentar mi obra para que la digitalización sea lo más fiel posible al trabajo original. Me resulta muy difícil traducir la parte experiencial de mi trabajo a los dossieres o a la página web. En el caso de mis obras, la parte experiencial es fundamental para disfrutarlas plenamente. El medio tradicional del lápiz frente a lenguajes mas virtuales que parten de los referentes actuales de internet y los videojuegos, se mezclan con toda la parte literaria más tradicional, dando lugar a un hervidero de líneas que, si lo ves desde una pantalla, poco tiene que ver con el original.

«El templo», de la serie «La Selva»

Proyecto favorito hasta el momento. «La selva» es un proyecto que estoy realizando ahora mismo. Es bastante complejo y muy amplio, y adoro sumergirme en él. «Nidal», de mi segunda individual, me encanta también. Me ayudó a concretar cómo quería unir instalación y dibujo, y a pulir algunas formas de narrativa que quería que fuesen mas sutiles. Otro proyecto que destacaría es «Where Bluebirds Fly», aún en proceso, siguiendo la línea de los personajes clásicos de los cuentos de terror, con el cual conseguí una mención de honor en el premio DKV-MAKMA .

¿Por qué tenemos que confiar ella? No creo que se deba confiar en mí porque aporte algo nuevo y distinto. A la gente le gusta lo que hago, le comunica intrigas, le sugiere historias, y para mí eso basta. Puedo hacer algo que me apasiona y hacer que al resto le apasione también. El arte me permite salir de mi cabeza y a la vez permanecer en ella. Mi trabajo tiene un gran componente de evasión, y aún así la propuesta encuentra eco en el imaginario y pensamiento de otras personas.

«Nidal» (Instalación)

¿Dónde se ve de aquí a un año? No sé como responder a esta pregunta, ni siquiera sé cómo me veré de aquí a una semana. Tengo varios proyectos en marcha en lo que a obra se refiere, y estoy trabajando en las exposiciones antes mencionadas. Este año ha sido muy fructífero para mi trabajo, y espero que el siguiente lo sea aún más.

¿A quién cedería esta entrevista? A Víctor Gutiérrez Pancorbo. Si bien nuestra obra es distinta, confluye hasta cierto punto, y aprendo mucho de su forma de gestionar lo conceptual y lo técnico. También quiero destacar la labor de Elisa Pardo y Ciprian Burete , que desde sus ópticas personales han abordado una obra compleja y muy interesante.

¿Cómo se definiría en un trazo?

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación