ARTE

Líneas paralelas que se separan en el Botánico

No es habitual ver arte en el Jardín Botánico de Madrid. José Ramón Ais y Jorge Diezma rompen la tónica

Fotografía de la serie «Parque Natural», de José Ramón Ais

FRANCISCO CARPIO

«Contra lo que nos han inculcado, contra lo que solemos pensar, la fotografía miente siempre, miente por instinto , miente porque su naturaleza no le permite hacer otra cosa […] El buen fotógrafo es el que miente bien la verdad». Estas palabras de Joan Fontcuberta, de su libro El beso de Judas. Fotografía y verdad , sirven bien para entender el trabajo presentado por José Ramón Ais, Parque Natural, uno de los dos proyectos inaugurados en el Pabellón Villanueva del Jardín Botánico de Madrid , y auspiciados por la galería Alegría, a la que pertenecen los dos artistas expuestos.

Consta de una serie de doce fotos que aparentemente -atención a este término- muestran diferentes paisajes de la Naturaleza . Estaríamos ante la representación, una más, de imágenes naturales fotográficamente capturadas. Aparentemente… La estrategia formal y conceptual empleada corresponde a unas mecánicas fragmentarias que terminarán por generar una visión final, como si fueran microrrelatos que se bifurcan y solapan.

Así, lo que vemos -o creemos ver- no es el resultado de un único golpe visual, sino una suerte de rompecabezas, encajado pieza a pieza, en un laborioso proceso de reconstrucción digital . La imagen fotográfica, por ello, es sensu stricto «imposible» y, a la vez, «posible».

Nexos comunes

Parque Natural no concibe la fotografía pues como el acto puntual de apretar el disparador, sino como el acto coral de imaginar, localizar, preparar, iluminar, seleccionar, disparar (ahora sí) y recomponer las distintas piezas de la pieza cobrada (re)produciendo una realidad, que en modo alguno es real, pero en la que participan algunos de los rasgos simbólicos, mitológicos, artísticos -e incluso científicos- que caracterizan la representación visual del paisaje a lo largo de la Historia.

El hilo conductor se hace agua (río) en la obra de Ais y flujo visual en la pintura de Diezma

El otro proyecto es el de Jorge Diezma El florero en flor . Existe, me imagino que pretendidamente, un doble paralelismo con la exposición anterior. Sutil y casi metafórico en cuanto que en ambas pervive un hilo conductor enlazando sus obras , por separado y conjuntamente, que se hace agua (río) en Ais y flujo visual, expansivo, perspectivo y óptico en la pintura de Diezma. Además, los dos artistas convierten elementos de la Naturaleza en protagonistas de sus discursos.

Diezma reflexiona sobre la pintura, tanto lingüística como genéricamente . Sus referencias son las naturalezas muertas holandesas y flamencas y toda la tradición de pintura burguesa de salón y temas florales, agradables e inocuas al tiempo. También apuesta conscientemente por una factura poco elaborada y, en algún caso, amateur, que no comprendo. ¿Para qué reivindicar los cuadros de flores si tras ello no hay una actitud crítico-irónico-subversivo-paródica con respecto a las potencias de la pintura, independientemente de sus temas y motivos, ni una voluntad que pudiera esconder otras capas de lectura más sutiles y complejas?

Tampoco comparto la elección de una técnica como el óleo sobre lienzo a la hora de enfrentarse a un muro de grandes dimensiones. Creo que ese debe ser un recurso sujeto a determinados condicionantes (pienso en los grandiosos telari venecianos de los siglos XVI y XVII, hábil solución ante las inclementes humedades de la serenísima ciudad…). ¿Si eres pintor y te manejas en los habituales formatos del lienzo -y quede dicho ya que Diezma no es un mal pintor- para qué tratar de expandir forzadamente sus muy dignos límites?

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