Vista de los nuevos inmuebles del Parlamento de Malta
Vista de los nuevos inmuebles del Parlamento de Malta - Michel Denancé
ARQUITECTURA

Una capa de modernidad para La Valeta

Una intervención global del arquitecto Renzo Piano en uno de los accesos principales a La Valeta, la capital de Malta, aporta a su fisonomía una lectura contemporánea que se asienta sobre su rico patrimonio histórico

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El proyecto City Gate, desarrollado por el estudio de Renzo Piano, ha consistido en la completa reorganización del principal acceso a La Valeta, la capital de Malta. La intervención integra varias partes: la puerta de entrada a la ciudad y el entorno inmediato alrededor de la muralla; el diseño de un teatro al aire libre dentro de las ruinas de la antigua ópera, y la construcción de una nueva sede parlamentaria.

La intervención de Piano se ha centrado en plantear una serie de acciones de preservación patrimonial, que, simultáneamente, reconfiguran la presencia y función de estas estructuras arquitectónicas y urbanas para la capital. El proyecto ha implicado situarse frente a las evidencias materiales del rico y complejo pasado de Malta y su presencia dentro de los avatares de la Historia del Mediterráneo, creando un estrato presente a partir de la consolidación y reparación de los precedentes.

Robusto y atemporal

En el caso de la puerta principal y el puente que conduce a esta la acción se ha centrado en recuperar el carácter originario de ambas estructuras, imbuyéndolas de un aspecto sereno y robusto, atemporal. Se ha buscado recuperar la sensación de profundidad y fuerza que la estrechez de la puerta poseía siglos atrás, a la vez que se han abierto vistas sobre la calle de la República. La nueva puerta es una «brecha» de ocho metros de profundidad en la muralla. Unas «cuchillas» de acero de 60 milímetros de grosor insertas entre el muro viejo y el nuevo actúan como recurso expresivo para articular la intersección entre ambos. Basándose en dos tramos de escaleras que habían flanqueado la puerta antiguamente, se han construido sendas escalinatas que han suprimido una arcada que oscurecía los bastiones de San Jaime y San Juan y abrir la puerta «al cielo».

De igual forma, se han tomado como referencias las dimensiones que el puente del foso tenía a inicios del siglo XVII, con objeto de recuperar la imagen primitiva de la fortificación (distorsionada en una remodelación de hace cinco décadas). Se han instalado elementos de acceso peatonal al foso que, tras haber sido un aparcamiento, se reconvierte en un frondoso parque ajardinado.

Piano aplica nueva tecnología en el tratamiento arquitectónico de un contexto histórico

El edificio del parlamento consta de dos grandes bloques de piedra. El bloque norte acoge la cámara del parlamento, y el sur, las oficinas de los cargos gubernamentales. Ambos se sostienen sobre columnas de aspecto liviano y están separados por un patio central que sirve de entrada desde el bloque sur y que permite vistas diáfanas al bastión de San Jaime, cuya entidad este nuevo edificio trata de intensificar.

La fachada, de piedra sólida, se distingue por los bloques esculpidos mediante una máquina de control numérico y que, como argumenta Piano, evidencian la posibilidad de aplicar nueva tecnología en el tratamiento arquitectónico de un contexto histórico. Algunos actúan como parasoles, trabajados como si hubieran sido desgastados a lo largo del tiempo por el sol. La planta baja es el principal foco de actividad del edificio, concebida como un espacio cultural polivalente que actúa como escaparate en la entrada a La Valeta.

Falso trampantojo

Pese a la buena factura constructiva y la calidad de los detalles, la búsqueda de liviandad para este edificio no acaba de ser efectiva, ya que resulta demasiado evidente que el edificio es una estructura metálica recubierta de piedra, lo que genera una desconcertante sensación de falsa tectonicidad, de trampantojo escenográfico. Esto se delata en particular desde el interior, observando las ventanas de carpintería metálica estándar que se esconden tras los parasoles de piedra. Otro de los puntos débiles es la sala del hemiciclo, donde el abuso de la piedra en suelos y muros da como resultado una caja dura e incluso algo claustrofóbica.

Especial interés ofrece la recuperación de las ruinas de la antigua ópera, un edificio construido entre 1862 y 1866, y destruido durante una serie de bombardeos en 1942. Las ruinas se conservaban desde entonces como memorial. El planteamiento propuesto por Piano para evitar demolerlas y construir sobre ellas conserva esa sustancia pero dota de función al lugar y sus elementos haciéndolo regresar a su principio, convirtiéndolo en una «máquina teatral» al aire libre con aforo para mil personas.

Aunque no perfecto, el resultado de la estrategia desarrollada por Renzo Piano puede considerarse positivo. Consolida el espacio de entrada a la ciudad y sienta unas bases para que el tiempo –la Historia– continúe dejando su impronta sobre La Valeta.

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