Pacheco (centro) saliendo de un restaurante de El Puerto con El Turronero (izquierda) y el extrenador del Xerez Esteban Vigo en junio de 2009. :: L. V.
Jerez

Anticorrupción denuncia otra vez a Pacheco y El Turronero por un pelotazo urbanístico

El exalcalde y el conocido empresario declaran como imputados a finales de mes por la operación de venta de la estación de autobuses

JEREZ Actualizado: Guardar
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Los indicios recabados en una investigación judicial que se ha venido desarrollando de forma discreta en el juzgado de Instrucción nº 4 de Jerez, apunta a que la ciudad de Jerez, hoy en día en bancarrota y con una millonaria deuda que mantiene en situación de impago a proveedores y empleados municipales, perdió en la operación de venta de la antigua estación de autobuses casi dos millones de euros en 2006. En síntesis ése es el núcleo de la denuncia formulada por la Fiscalía Anticorrupción contra los supuestos responsables y beneficiarios de un pelotazo urbanístico que tiene cuatro nombres propios imputados: el exalcalde andalucista Pedro Pacheco -por esas fechas socio de la alcaldesa Pilar Sánchez (PSOE) y responsable de Urbanismo-; el empresario José Luis López Fernández, más conocido como El Turronero y uno de los condenados en la 'operación Karlos'; su socio, Francisco Chaves López, y el exgerente de la empresa pública de suelo (Emusujesa), Miguel Ballesteros. Todos ellos pasarán ante el juez instructor a finales de mes.

El caso viene de largo. En julio de 2010, la Fiscalía Anticorrupción de Cádiz presentó denuncia ante los juzgados jerezanos por la supuesta comisión de los delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación y fraude -en la modalidad que castiga al funcionario que participa en la liquidación de haberes públicos defraudando el interés general-. Su escrito se sustentaba en un informe previo de la Agencia Tributaria que durante una inspección rutinaria en la facturación de varias empresas se topó con ciertas irregularidades.

La lupa se depositaba en la sociedad Ingeniería Jienense S. L., la firma que se hizo el 1 de marzo de 2006 con la estación en un proceso de adjudicación sin concurso ni publicidad, según el fisco y la Fiscalía. El precio de compra fue de 2.765.000 euros; muy por debajo del valor de mercado que establece la investigación en 4.460.000 euros. Y lo que es más sangrante, esta operación de venta de un bien público se hizo a cambio de la obtención del 40% de los rendimientos obtenidos por la explotación de los terrenos. Públicamente, Pedro Pacheco justificó el por qué se desprendían de esta propiedad, alegando que se iba a construir un gran centro comercial. Hoy en día, en las instalaciones solo opera un bazar chino y el resto de locales están abandonados. Un fiasco para la ciudad, pero un pelotazo urbanístico para unos pocos. ¿Cómo?

400.000 euros de beneficio

Según la denuncia del Ministerio Público, la propiedad de la antigua estación estuvo en manos de Ingeniería Jienense S. L. solo siete meses. Un corto periodo de tiempo para una empresa interesada en desarrollar un espacio tan grande. Ingeniería Jienense vendió a la sociedad Bogaz y se embolsó por la venta de la finca 3.180.000 euros, unos 400.000 euros de beneficios limpios.

¿Y quién está detrás de la sociedad que se adjudicó por un módico precio unas instalaciones públicas sin ningún tipo de interés en explotarlas, más allá de conseguir un lucro personal como apunta la denuncia de Anticorrupción? El Ministerio Público sostiene que detrás de esa sociedad está El Turronero y su socio, amigos de Pedro Pacheco. Para no levantar sospechas, recurrieron al ya habitual ardid de las sociedades ficticias y los hombres de paja. En los papeles, el administrador de Ingeniería Jienense en el momento de la compra de la parcela a Emusujesa y quien presentó la oferta para adquirirla era otra persona. Cuando la Agencia Tributaria le interrogó, reconoció que había ejercido como un simple testaferro.

No fue la única prueba recogida por los funcionarios de Hacienda. Comprobaron que el domicilio fiscal de la sociedad bajo sospecha está situado en la vivienda de un miembro de la Agencia Tributaria en Badajoz, que también confirmó a sus compañeros del fisco que su vinculación con la sociedad se limitó a aportar la dirección de su casa, recibir documentación y reenviarla al domicilio de otra sociedad cuyo administrador es Chaves López.

Dirige Madrid

La envergadura que ha ido cogiendo el caso conforme iban avanzando las pesquisas hizo que el pasado mes de noviembre, el anterior fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, firmara un decreto mediante el cual ordenaba que la dirección del asunto pasara de Cádiz a Madrid, a la Fiscalía central contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada.

Los delitos y el impacto económico en unas arcas públicas en quiebra, a priori, son muy graves. En este puzzle hay dos piezas más imputadas: Pacheco, que ya fue denunciado por Anticorrupción por el caso de los asesores, y el exgerente de Emusujesa. Los dos están citados para declarar ante la jueza el próximo 29 de marzo; mientras que El Turronero y Chaves López lo harán dos días antes.

La vinculación del exalcalde y el antiguo responsable de la empresa pública obedece a su participación en el proceso de enajenación de un bien público como la antigua estación de autobuses. Las instalaciones pasaron de manos del Ayuntamiento a la sociedad pública de suelo a propuesta de Pacheco en abril de 2005. El compromiso para cerrar esa desafectación de los terrenos conllevaba el pago de 1.780.635 euros más el 40% de los beneficios que se obtendrían con la explotación del suelo donde iba a construirse un centro de ocio que nunca llegó.

Emusujesa obtenía el control de la parcelas y cinco meses después del pleno municipal que acordaba el traspaso, Ballesteros informó que había tres empresas interesadas en hacerse con las instalaciones: Ingeniería Jienense S. L., Híspalis Arrendamientos y Diseño y Construcciones Cervera. Según Fiscalía no consta que se convocara ningún concurso público ni que se hiciera publicidad para que concurrieran distintas ofertas. El fisco cerraba el círculo al comprobar que detrás de esas tres empresas estaba el mismo comprador, que jugaba así sobre seguro: El Turronero y Chaves López.

Híspalis Arrendamientos percibe rendimientos del trabajo del Xerez Club deportivo, donde participan los dos socios, y de Cerámica Jerez, que ha sido propiedad de los dos imputados. En la otra firma, el administrador es el cuñado de José Luis López 'El Turronero'.